Atendía con tobillera y tenía pedido de captura: el prontuario del falso médico de Quilmes
Jorge Daniel Zapata, de 61 años, cumplía con prisión domiciliaria pero también estaba prófugo por encubrimiento agravado. Se presentaba como pediatra y traumatólogo: creen que atendió a más de 300 pacientes.
Para él tal vez representaba solo una anécdota más en su largo historial delictivo. Pero esta vez eligió el peor ámbito para aumentar su oscuro currículum. Jorge Daniel Zapata, de 61 años, ya tenía un pedido de captura por una causa por encubrimiento agravado y estaba prófugo desde noviembre pasado. Además, cumplía una pena por una condena por drogas, por la que tenía una tobillera electrónica por el beneficio de salidas transitorias. Por ello pudo salir de su casa para ejercer como falso médico en una clínica de Quilmes.
El médico trucho tenía domicilios registrados en San Justo y Villa Luzuriaga. Y de acuerdo a los datos de la ANSES tuvo diferentes empleos a lo largo de su vida. Algunos de ellos, al menos, de manera legal. Por ejemplo, trabajó en una fábrica de plásticos y en una empresa de seguridad privada.
Pero Zapata tiene una predilección por los ilícitos. Así es que, se desempeñaba en la Clínica Materno Infantil Brandsen, en el centro de Quilmes. Claro está, sin ningún tipo de habilitación. A priori se estableció que se desempeñaba allí desde septiembre de 2020, pero hay sospechas de que podría haber ingresado antes.
En ese centro sanitario se presentaba como supuesto especialista en pediatría, pero también ejercía como clínico y traumatólogo. Atendía tanto a niños como adultos, hacía recetas y extendía certificados utilizando sellos y recetas apócrifas de verdaderos médicos.
Además, implementaba un método de trabajo muy particular que -erróneamente- creyó que podía servirle para que no pudiera ser capturado: ejercía la actividad en forma esporádica y en horarios discontinuos.
Así cayó el falso médico de Quilmes
Pero eso mismo fue, paradójicamente, lo que llamó la atención de la Justicia, que en marzo inició una investigación a raíz de varias denuncias en redes sociales, donde usuarios señalaban a un presunto profesional que atendía de manera alternada en distintos centros de salud de la zona.
Así, personal de la DDI de Quilmes de la Policía bonaerense comenzó las tareas de seguimiento, y un grupo de agentes actuó en forma encubierta y simuló ser pacientes para filmar a Zapata en acción. Tras varias semanas de investigación, ayer allanaron el sanatorio, secuestraron más de 300 historias clínicas y detuvieron al falso galeno.
De hecho, llamó la atención la existencia de una cuenta de Twitter creada en diciembre de 2019, @myriam42341289, en la que sólo hay 13 publicaciones y todas referidos a Zapata, con gravísimas acusaciones por presuntos casos de pedofilia en Ushuaia. Y por ese entonces en esta cuenta ya se denunciaba que atendía como falso médico en la Clínica Materno Infantil quilmeña. De ser así, ejerció por más de un año y medio en el mencionado establecimiento.
El caso ahora está en manos del fiscal Jorge Saizar, titular de la UFI Nº 5 de Quilmes, quien imputó al acusado por el delito de ejercicio ilegal de la medicina, usurpación de títulos y honores, y encubrimiento agravado.
Y fue luego de su detención que se conoció que Zapata tenía antecedentes penales: por un lado, el pedido de captura del Tribunal Oral Federal Nº 4 de San Martín por el delito de encubrimiento agravado, por lo que enfrenta una condena de hasta seis años de prisión.
Cayó médico trucho que atendía en la sala de guardia del Hospital Eva Perón de San Martín
Mientras que por otra parte se conoció que estaba cumpliendo una pena domiciliaria, con una tobillera electrónica, a raíz de una condena en la Justicia porteña por otra causa. En este caso por Infracción a la Ley 23.737 (tenencia de estupefacientes).
El que pudiera salir de su casa y cometer un nuevo delito, atendiendo en una clínica sin ninguna formación como médico y hasta con la tobillera puesta habla a las claras de falencias en la Justicia y también de una falta de controles total por parte del centro de salud de Quilmes.
Un hecho similar al del falso médico de Quilmes
Este increíble episodio de Zapata se suma a otro igual de insólito que ocurrió hace unos días también en el sur del Gran Buenos Aires, cuando otro delincuente fue detenido luego de comprobarse que ejerció ilegalmente la medicina durante al menos cuatro años, e incluso llegó a ser director de una clínica en Lavallol.
Carlos Alberto Murguia trabajaba en un consultorio en el Centro Médico Laboral Luzuriaga, ubicado en la señalada localidad del partido de Lomas de Zamora. Allí, atendió pacientes, formuló diagnósticos e hizo más de 500 recetas. Sus especialidades, según él, eran la neurología y la pediatría.
Murguia fue arrestado en su casa de Moreno y, en el momento de su detención, tenía un típico maletín de médico donde llevaba tarjetas personales en las cuales se presentaba como “socio gerente” de la clínica. También tenía sellos y hasta un estetoscopio. Su simulación estaba llevada a tal extremo que en una pared del consultorio donde atendía pacientes tenía colgado un título de médico con el membrete de la Universidad de El Salvador.
Murguia no era médico, ni siquiera había pisado una universidad en toda su vida. Era un estafador, había truchado su título y también usurpado una matrícula. Robó la matrícula de otra profesional de la salud y vivió de esa farsa desde al menos el 2018 hasta el momento de su detención ordenada por el fiscal Javier Martínez, titular de la UFI N°8 de Lomas de Zamora, bajo la acusación de ejercicio ilegal de la medicina.