El ascenso de Arsenal en 2002: el día en que una tribuna se vino abajo y el partido se jugó igual
El club fundado por Julio Grondona llegaba a Primera División tras más de cinco décadas. Lo dirigía Jorge Burruchaga, otro hijo de la institución. La que no aguantó fue la vieja cancha del barrio de Sarandí. Aunque el fútbol y la fiesta no pararon.
Arsenal de Sarandí es uno de los equipos más jóvenes de la primera división del fútbol argentino. Fundado en 1957 por hinchas de Racing e Independiente -entre ellos, Julio Humberto Grondona- que combinaron los colores de ambas camisetas, militó en todas las categorías menores hasta que en el año 2002 se le presentó la posibilidad de ascender por primera vez a la élite del fútbol argentino.
En tiempos de B Nacional, con Jorge Luis Burruchaga a cargo de la dirección técnica, Arsenal se clasificó al Reducido como ganador del grupo A del Clausura 2002. El primer ascenso ya se lo había asegurado Olimpo de Bahía Blanca, al quedarse con el Apertura 2001. En cuartos de final, los del Viaducto perdieron 2-1 ante Godoy Cruz, en Mendoza, pero lo golearon 4-1 en la vuelta y, en la etapa de semi, le ganaron los dos partidos a El Porvenir de Enrique Merelas, uno de los grandes amigos de Grondona.
Triunfo de Arsenal en Entre Ríos
En la fase decisiva enfrente de Arsenal estaba Gimnasia y Esgrima de Concepción del Uruguay, con Jorge Vendakis como DT, ganador de su zona y vencedor ante Instituto de Córdoba y Atlético de Rafaela. La ida fue en Entre Ríos y los del Viaducto se trajeron un triunfo que valió oro, gracias a los goles de Oscar Espínola y Facundo Gareca para dar vuelta el resultado.
Una particularidad fue que el 1-0 parcial del Lobo entrerriano lo marcó Luciano Leguizamón, quien saldría campeón de la Suruga Bank 2008 y del Clausura 2012 con el Arse, primero con Daniel Garnero y luego con Gustavo Alfaro como entrenador.
El día que la cancha de Arsenal no resistió
El Estadio Julio Humberto Grondona, íntegramente de cemento, fue inaugurado en 2004, cuando Arsenal ya tenía un par de años en Primera. Antes de eso, el Arse jugaba en una cancha de tablones construida en 1964, a la que sumó la cabecera local de material recién en 2001. Acostumbrado a concurrencias modestas, la cantidad de público en la final contra Gimnasia fue un problema.
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Lo primero que cedió fue una de las cabinas, justamente la de la transmisión principal, la de TyC Sports. A su vez, se temía que pudieran hundirse los tablones de la tribuna visitante, debido a la gran cantidad de hinchas del Lobo que viajaron desde Entre Ríos hasta el sur del Conurbano bonaerense. Por estos motivos, Julio Battafarano, Juez de Paz de Avellaneda, aconsejó la suspensión del partido, algo a lo que adhería Carlos Prost, comisario y jefe del operativo de seguridad. Julio Grondona, atento a los acontecimientos, sugirió (es una forma elegante de decir) que se jugara igual.
Desventaja, empate y una interrupción por derrumbe
Tras 35 minutos de incertidumbre, el árbitro Héctor Walter Baldassi -actual diputado- dio comienzo al partido. A los locales les alcanzaba con una igualdad para subir a Primera. A los 37 minutos del primer tiempo, lo bajaron a Pablo Cantero en el área y Baldassi cobró penal. Nuevamente Leguizamón fue el encargado de cambiarlo por gol, para el delirio de los visitantes y el nerviosismo de los locales.
Arsenal salió con todo al segundo tiempo y, en un campo de juego cada vez más complicado pues había llovido mucho en las horas previas al partido, fue a buscar el empate. Gustavo Grondona -hijo de Héctor, un histórico de la institución- desperdició una chance clarísima. Minutos más tarde ganó de cabeza y, cortina mediante, Javier Morales puso el 1-1. Gimnasia debía hacer dos goles. Arse esperó y salió de contra varias veces, aunque no pudo ampliar el marcador y mantuvo en vilo a su gente hasta el cierre.
Cuando faltaban apenas unos instantes para que se desatara la fiesta, el alambrado superior de la tribuna local se venció y cayó hacia atrás, sobre los hinchas, algo que podría haber terminado en tragedia. Luego de unos minutos de angustia durante los cuales se socorrió a los heridos, afortunadamente ninguno de gravedad, el partido continuó y varios simpatizantes se quedaron viendo el final detrás de los carteles de publicidad. Baldassi pitó el final y la invasión fue inmediata.
El comienzo de una era dorada para Arsenal
Tan solo cinco años después del ascenso, Arsenal conquistó su primer título: fue la Copa Sudamericana 2007. Comandado por Alfaro, con la experiencia de José Luis Calderón y la habilidad de un joven Alejandro Papu Gómez, los del Viaducto eliminaron a San Lorenzo y River, entre otros, antes de vencer en la final al América de México.
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Como la Conmebol no autorizaba definiciones de esta instancia en estadios con capacidades inferiores a las 20.000 personas, Arsenal debió mudarse de casa. Eligió la cancha de Racing. El Cilindro de Avellaneda albergó sin inconvenientes a una multitud que fue testigo de la celebración del humilde club forjado en Sarandí.