Alerta en Ezeiza por una invasión de zorros: vecinos denuncian que atacan a sus mascotas
Desde hace varias semanas, quienes viven en barrios privados de Canning advierten sobre la presencia de estos animales en las casas, los jardines y parte del área pública. Qué dijo un especialista sobre el problema.
Al parecer, la rivalidad entre la fauna y los vecinos del Conurbano sumó otro capítulo. El historial comienza con los famosos carpinchos de Nordelta que se exhibían en los jardines de las mansiones y que además, suscitó una inesperada grieta entre la sociedad y los habitantes que residen en los complejos privados de Tigre. Ahora, en un nuevo hito de la disputa por la convivencia, se suman los zorros que están marcando territorio en un country ubicado en Canning, partido de Ezeiza y que amenazan con su presencia.
Varios propietarios del barrio cerrado «Los Rosales» denunciaron telefónicamente que una familia de zorros estaba merodeando en las inmediaciones de los hogares y que no sabían cómo responder ante tal invasión. El principal temor de los habitantes radica en que los mamíferos -comúnmente conocidos por su agilidad y su contextura física- ingresan con confianza a los jardines y atacan a las mascotas que viven en esas casas.
Sin embargo, no es la primera vez que sucede: el 27 de diciembre, una mujer decidió elevar el reclamo a redes sociales y compartió en un grupo de vecinos de Canning su problema en particular a fin de buscar ayuda. «Buenas noches. Tengo un zorro en mi casa, hace una semana aparece acá. ¿Alguien sabe con quién debo comunicarme? Vivo cerca de Terralagos (un country de la zona sur), si es de alguien por favor comunicarse, está matando los animales de mi casa?», detallaba el posteo que recibió más de cincuenta comentarios.
Según informaron, la mayor cantidad de reportes se registraron durante los últimos días de 2022 y los primeros de enero. La historia se repite con frecuencia en los barrios privados de Los Rosales, Terralagos y Venado, entre otras urbanizaciones pertenecientes a la localidad del sur del Conurbano.
Quienes experimentaron la situación de enfrentarse al animal silvestre, decidieron acudir, en varias oportunidades, a los bomberos o a la masividad de las redes sociales para escuchar otras opiniones. «Es normal que suceda eso. No hay que olvidarse que es su hábitat natural», explicaba una internauta mientras aconsejaba «no encerrarlos ni matarlos».
Por otro lado, los vecinos de Ezeiza aseguran que los zorros no intimidan únicamente a las mascotas domésticas, tales como perros o gatos. Hace algunas semanas, una mujer denunció que una familia de esta especie silvestre mató un total de 40 gallinas de dos corrales distintos.
A raíz de estos inconvenientes que despiertan un estado de alerta constante en la localidad sureña, el coordinador de Acción con la Comunidad del Programa Delta de la Fundación Temaikén, Erik Sambón, explicó que la presencia de estos animales se debe a los nuevos desarrollos inmobiliarios. «Se construyeron en lugares donde originalmente estaba la fauna. Los animales empezaron a habitar otros lugares, se trate de fauna silvestre, fauna natural, sean zorros o sean un montón de otras especies».
Y añadió: «Lo que ocurre ahora, no es que aparecen estos animales de la nada, sino que están volviendo a tener presencia en el lugar que tenían anteriormente, y por eso se están dando los encuentros».
Con el objetivo de llevar tranquilidad a los propietarios y/o inquilinos de estos barrios, el especialista brindó una serie de recomendaciones para tener en cuenta. «Hay que evitar cualquier tipo de contacto con el zorro, entendiendo que se trata de una fauna silvestre. Por más que uno pueda ver al animal de manera amigable o simpática, hay que respetar la distancia por seguridad de uno, del animal, y también por cuestiones sanitarias».
Asimismo, destacó la paciencia como un aspecto primordial a mantener en esos momentos. «Seguramente cómo llegó, el zorro va a seguir su camino y no va a haber ningún tipo de incidentes». De hecho, Sambón confirma la premisa al decir que «nunca se dieron a conocer agresiones a seres humanos».
En línea con esta teoría, otro vecino de los bosques de Ezeiza afirmó en diálogo con Clarín que ha tenido varios encuentros con estos animales agrestes. «Los zorros abundan. Son salvajes, pero son inofensivos y prefieren huir ante cualquier gesto que les parezca una posible agresión. Suelen empezar a aparecer en otoño o invierno cuando la alimentación natural empieza a desaparecer».
Sin embargo, la ola de calor junto a las altas temperaturas que se vienen registrando en el Conurbano, parecen atraer a la población de mamíferos. Hace aproximadamente 30 días, se habían reportado avistamientos de zorros en la misma zona, más precisamente en el Country de Canning Venado II, generando pánico entre la comunidad.
De esta manera, el especialista recomendó no entrometerse en su camino ni mucho menos intentar sacarlo del hábitat natural, pese a que parezca la opción más conveniente para evitar. «Si el animal no se encuentra en una situación de riesgo, si no hay peligro o nada en particular que exija intervenir de alguna forma, siempre lo que se aconseja es no moverlo ni trasladarlo porque como se trata de una situación ocasional, el animal va a seguir su camino».
«Distinto sería -indicó- que el animal esté herido o haya sido atropellado, o nuestro perro lo haya atacado por algo en particular, o que sea un pichón que vemos que no pueda volver a volar, lo que se hace es lo siguiente: dentro de la jurisdicción de la provincia de Buenos Aires hay que dar aviso a la Dirección de Flora y Fauna de la Provincia de Buenos Aires, que es el organismo de la aplicación ante todo lo que tenga que ver con fauna silvestre. En algunos municipios inclusive hay policías ambientales y direcciones municipales, en ese caso puede actuar la policía ambiental en el momento y si no la Dirección de flora y fauna de la Provincia de Buenos Aires».
Luego, el departamento bonaerense decidirá cuál es el tipo de intervención que deberán recibir los animales rescatados. Existen dos opciones para seguir con el protocolo recomendado: El organismo de Flora y Fauna provincial puede colaborar y continuar gestionando la asistencia necesaria para el animal o puede derivar el caso a Temaikén para realizar la captura, el traslado, las curaciones y los tratamientos, entre otras cosas, de cada especie en particular. «La situación se analiza y de ahí en más se avanza de manera individual», concluyó el especialista.