Dos meses de la desaparición de Lautaro Morello y Lucas Escalante: por qué ya pasaron cinco fiscales en la causa
Ambos salieron desde el barrio La Capilla el pasado 9 de diciembre. Lautaro, de 18 años, apareció muerto una semana después y Lucas todavía está siendo buscado. El pedido de la familia del chico asesinado al juez del caso, que tiene dos detenidos.
A dos meses del último día que vieron con vida a Lautaro Morello (18) y Lucas Escalante (26), la investigación del caso sigue envuelta en sospechas y desconfianza. Los jóvenes de Florencio Varela habían salido juntos desde el barrio La Capilla, en ese distrito del sur del Conurbano, el pasado 9 de diciembre y nunca más volvieron. El más chico fue hallado muerto una semana después (calcinado en un descampado de Guernica) y del otro, que lo había pasado a buscar con su auto BMW 135i de color azul, aún se desconoce su paradero.
Por el crimen y la desaparición hay dos detenidos: Cristian Centurión (cadete de la Policía Bonaerense) y su primo, Maximiliano Centurión. Ambos son familiares de Francisco Centurión, un comisario mayor de la fuerza: el primero es el hijo y el segundo, sobrino.
La Justicia los señala como coautores del homicidio calificado por ensañamiento y alevosía sobre Lautaro Morello, ya que se pudo comprobar que el auto de Lucas Escalante estuvo en la puerta de la casa de Maximiliano Centurión y luego él y el otro acusado fueron vistos conduciéndolo y comprando bidones de nafta en una estación de servicio. Se investiga si la utilizaron para prender fuego tanto el cuerpo del chico de 18 años como el BMW del joven desaparecido, que fue hallado incinerado en La Plata.
Cinco fiscales y las sospechas sobre la Justicia en Florencio Varela
La principal hipótesis que gira en torno al caso es un negocio ilícito que salpica a la Policía Bonaerense por el vínculo de los dos detenidos con la fuerza. Es que se presume que ellos y Lucas Escalante estaban involucrados en la venta ilegal de los vales de combustible con los que se cargan los patrulleros. Se cree que hubo un conflicto entre los Centurión y el joven desaparecido, y que Lautaro estuvo en el lugar y momento equivocados y fue asesinado para ocultar otro delito. Quizás, el crimen de su amigo.
Lo cierto es que, en este marco, la familia del chico asesinado pidió en varias oportunidades que la búsqueda de ambos estuviera a cargo de la Policía Federal, para evitar que el comisario Francisco Centurión tenga algún tipo de «injerencia» sobre la investigación. Y en esa línea, en el ámbito de la Justicia, pasó algo parecido.
La causa cayó, inicialmente, en manos del fiscal Álvaro Garganta, que una vez que se halló el cuerpo calcinado de Lautaro derivó el caso a su colega Mariana Dongiovani, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N°2 de Florencio Varela. Ella, sin embargo, pidió al juez de Garantías, Julián Busteros, excusarse de la investigación por las «constantes descalificaciones» que dijo recibir de parte de la familia del chico asesinado.
«Considero que la gravedad de los hechos relatados podría afectar mi libertad funcional, mi integridad y dignidad, conllevando ello la pérdida de objetividad para intervenir en la presente investigación penal preparatoria”, justificó. Y el juez avaló esta decisión, volvió a sortear la causa y recayó en Martín Conde, de la UFI N°3 de Quilmes, pero como estaba de licencia se le cedió la responsabilidad a la fiscal Bárbara Velasco, de la UFI N°22 del mismo distrito, quien se excusó del caso por haber trabajado en otras causas con el comisario mayor Francisco Centurión, padre y tío de los detenidos.
Así, la investigación le quedó a Daniel Ichazo, titular de la UFI N°1 de Berazategui, quien conoce a Carlos Dieguez, el abogado de la familia Morello, por haber trabajado con él en distintos otros casos. Lo cierto es que el juez de Garantías, Busteros, le refirió al entorno de Lautaro que va a sortear nuevamente la causa para que sea tomada por otro fiscal. Sin embargo, la familia se opone y quiere que siga siendo Ichazo el que coordine la investigación.
«Nuestro pedido fue que no queremos ningún fiscal de Quilmes o Florencio Varela. No les tenemos confianza», dijo Miriam, abuela del chico asesinado. Y agregó: «El juez Busteros dice que en la causa tienen información que no nos pueden brindar para no perjudicar la investigación, pero nosotros llevamos casi dos meses pidiendo el apartamiento de la bonaerense por tener gente implicada, el cambio de fiscales y no hacen nada».
Por último, cerró con contundencia: «Vamos a esperar el nombramiento del nuevo fiscal y si nos es quién creamos sea confiable vamos a ir por una audiencia con el doctor Marcelo Draghi (fiscal general de Quilmes), ya se lo planteamos a juez de Garantías; No vamos a parar hasta que caigan todos los que fueron parte de la muerte de Lautaro”.