Uno de los grandes triunfos de Platense en su historia: cuando puso de rodillas al campeón Independiente
El Calamar dio el gran golpe en la vieja Doble Visera de Avellaneda en la penúltima fecha del Metropolitano 1970: ganó 3-2 y puso en jaque el título del Rojo, que se consagró una semana más tarde.
El historial de Independiente y Platense favorece nítidamente a los del uniforme rojo. Sin embargo, la paridad notoria del fútbol argentino y algunos antecedentes -cercanos y lejanos- obligan a ser cautos al momento de formular algún pronóstico.
La última vez que se cruzaron, también en el estadio Ricardo Enrique Bochini, los de Vicente López ganaron por 3-1, en el primer partido entre ambos después de más dos décadas.
Pese a estar 31 partidos abajo en la estadística con su próximo adversario, los Calamares pueden presumir de algunas victorias resonantes. Pocas generaron tanto impacto como la del Metropolitano de 1970, un torneo que Independiente parecía tener en sus manos y que casi pierde por una derrota, justamente, con Platense.
El batacazo de Platense en Avellaneda
Ocurrió en la penúltima fecha de aquel campeonato, un fresco domingo 19 de julio. Los dueños de casa llegaban en la cima de la tabla con 25 puntos, en épocas de dos puntos por triunfo. Tenían margen de dos unidades sobre un River que, luego de la caída en el clásico frente a Boca, inició una remontada que lo dejó al borde de un título que de manera increíble se le negaba desde 1957.
A priori, los dos aspirantes a la corona afrontaban compromisos de diversa dificultad: Independiente recibía en la vieja Doble Visera a un Platense de buena performance, que entre otros resultados positivos había igualado con San Lorenzo y Boca, mientras que River en un Monumental todavía con dibujo de herradura enfrentaba a Los Andes, último en la clasificación.
Las predicciones de los especialistas se vinieron al piso enseguida: los dos encuentros fueron muy parejos. Platense sorprendió al líder con tres goles de Rubén Oscar Valdez, alias Cachín, un veloz y potente wing izquierdo surgido de Almirante Brown, quien continuaría su carrera en el Valencia de España, fue campeón con Alfredo Di Stéfano como técnico, se nacionalizó e incluso representó al seleccionado de ese país en eliminatorias mundialistas.
Los de Lomas de Zamora le dieron pelea a River, que logró al cabo imponerse con tantos de Oscar Más (de penal), Ramiro Pérez (volante surgido de Almagro, con paso por Platense) y Carlos Morete, en sus primeras y letales incursiones dentro del área.
Independiente y el desenlace en dos días distintos
Así, a la definición del certamen llegaron igualados en 25. Con un detalle significativo: en tanto River volvería a ser local, contra un débil Unión, Independiente debería visitar nada menos que a Racing en el Cilindro. Si alguien piensa que la Asociación del Fútbol Argentino, como es de uso habitual en estos casos, programó esos dos partidos a la misma hora, se equivoca.
La entidad -intervenida por el gobierno militar, presidido en ese momento por el general Roberto Marcelo Levingston- decidió que River y Unión protagonizaran el televisado de los viernes, una costumbre de la época. Se transmitía por el antiguo Canal 7, la actual TV Pública, con relatos de Oscar Gañete Blasco y comentarios de Enrique Macaya Márquez.
River, dirigido por Ángel Amadeo Labruna, no tuvo inconvenientes para apabullar a los santafesinos: fue 6-0 bajo una intensa lluvia. Independiente, con Manuel Giúdice como DT e históricos referentes como el Pato Pastoriza, Pepé Santoro (de infaltable gorra) y el Chivo Pavoni en sus filas, quedaba obligado a vencer a La Academia. Lo hizo por 3-2 después de 90 minutos dramáticos, no exentos de polémica.
Consagración y festejo en cancha de Racing
El primer tanto del Rojo fue producto de un tiro libre penal que el platense Roberto Aníbal Tarabini debió patear tres veces, ya que en las dos primeras se adelantó el arquero Agustín Mario Cejas y el árbitro Humberto Orestes Dellacasa -un estricto del reglamento, inspirador del Sheriff Castrilli- lo hizo repetir. El santafesino Eduardo Andrés Maglioni y el bonaerense Héctor Casimiro Yazalde (Chirola, uno de los cracks del momento) señalaron las otras conquistas del Diablo.
Así, Independiente y River lograron 27 puntos en 21 fechas, dos más que Boca y San Lorenzo, tres más que Newell’s Old Boys. ¿Hubo desempate? No, se definió por goles. Los dos líderes tenían la misma diferencia, +18, pero el Rojo sumaba uno más a favor, 43 a 42.
Así se consagró Independiente campeón de aquel Metropolitano. Con ese emotivo triunfo en el clásico ante Racing pudo dar la vuelta olímpica en el patio de su vecino, pese al susto mayúsculo que, una semana antes, le había provocado Platense.