Drama en Florencio Varela: quién era el repartidor que murió tras una semana de agonía por un ataque de motochorros
Santiago Muller tenía 31 años y hacía delivery en moto. El 12 de enero fue abordado por dos ladrones: no se resistió pero de todos modos le dispararon en la cabeza. La dolorosa despedida de familiares y amigos en las redes sociales.
La inseguridad no da tregua en Florencio Varela y se cobró una nueva víctima: Santiago Cristóbal Muller, un joven de 31 años, quien estaba trabajando como delivery el pasado 12 de enero cerca de las 21, cuando fue abordado por dos motochorros que querían robarle la motocicleta. El repartidor no se resistió, pero los delincuentes le dispararon igual y uno de los balazos fue en la cabeza.
El hecho ocurrió sobre la calle Guayaquil entre Alvarado y Beruti, del barrio Martín Fierro. Producto de las graves heridas, la víctima quedó tendida en el piso hasta que fue llevada de urgencia al Hospital El Cruce de Florencio Varela. Luego, Santiago permaneció internado por una semana gravemente herido, hasta que su familia confirmó el triste fallecimiento este jueves por la tarde.
“Hoy recién caigo que no estás, no resististe, te fuiste. Me quedé con ganas de juntarme y charlar con vos después de tanto tiempo, pelearte, porque eso hacíamos siempre, me quedé con ganas de saber que hiciste durante los años que no nos vimos. Tengo tanta bronca, espero que los que te hicieron esto paguen y que no salgan nunca más”, declaró una amiga del joven fallecido.
Por su parte, la Policía detuvo a un sospechoso que estaría involucrado en el crimen, aunque todavía investiga si se trata del autor material del asesinado y, además, continúa buscando a su cómplice. El joven fue aprehendido en las últimas horas, cuando el cuerpo policial realizaba un allanamiento en una casa ubicada en el barrio El Molino. Allí fue incautada una motocicleta Honda Wave blanca con pedido de secuestro por robo en la localidad de Almirante Brown, un celular, cachas de plástico de moto y numerosas municiones para pistolas calibre 9 y 38 milímetros.
Preocupación por el brutal ataque en Florencio Varela
Santiago tenía 30 años y la noche del jueves pasado había salido a trabajar como cualquier otro día, cuando dos delincuentes lo balearon a sangre fría. En ese preciso momento, su amiga, quien vive a pocas cuadras de la zona, escuchó explosiones. “Creí que eran cohetes y me pareció raro, pero enseguida escuché el grito desgarrador de una mujer”, contó.
En ese instante, la amiga de Santiago Muller detalló haber salido a la esquina de su casa para ver qué sucedía y se encontró con un patrullero y los vecinos en la calle. Allí, un testigo le contó que dos delincuentes habían matado a un repartidor, quien no se resistió al asalto y entregó su moto, pero aún así los motochorros le dispararon dos veces en la cabeza y se fueron sin llevarse la moto.
Hasta ese momento, la joven no sabía que se trataba de su propio amigo. “Nunca me di cuenta de que estaban hablando de él. Hace años que no nos hablábamos, pero unos días antes me lo cruce en el chino, frente a la 13, nos saludamos de pasada, comenzamos a hablar por Facebook, me contó un poco de su vida, de la muerte de su padre, de su pareja, que tenía pensado abrir una pizzeria y más planes con su pareja”, dijo la chica de Florencio Varela.
“Me quedé helada, sentí ganas de llorar, pero pensé ‘es un error, no debe ser él’. Seguí buscando más información, hasta que lo confirmé y recién ahí me cayó la ficha y empecé a llorar de la bronca. Él no se merecía eso, lo único que pensaba era en los planes que tenía para este año, tenía que salir de esta situación”, exclamó conmovida.