De Almagro a Bangladesh: Raúl Becerra, el futbolista que explica la locura por la Selección que vivió en un país exótico
Las imágenes con los festejos en las calles bangladesíes se convirtieron en uno de los fenómenos colaterales de la Copa del Mundo. El ex jugador del equipo de Tres de Febrero vivió desde adentro la singular experiencia.
El amor a la distancia existe. Lo sabe Raúl Becerra, un argentino que se fue a tierras inhóspitas para cumplir su sueño de jugar al fútbol y extrañó cada día a su familia. Y lo conoce también Bangladesh, el lejano país que acogió al ex delantero de Almagro y que ama a la Selección argentina. Las dos historias se cruzaron en 2021 y Becerra fue testigo en primera persona de esa insólita y conmovedora devoción.
Raúl Becerra, de Argentina a Bangladesh
Los inicios de Becerra, nacido en 1987 en Santa Cruz, fueron bien desde abajo. Comenzó haciendo goles en varios clubes del Interior que disputaban torneos regionales y el Argentino C o B: Huracán de Tres Arroyos, Boca de Río Gallegos, Juventud de Pergamino…
Pudo dar el salto en 2011, cuando pasó a un Almagro que disputaba la B Metropolitana y, con más gritos cerca de la Capital Federal, llamó la atención de dos equipos importantes: primero pasó por Nueva Chicago y luego, de la mano de Ricardo Caruso Lombardi, tuvo su chance en Argentinos Juniors.
Tras un breve paso por Colón, su buen currículum le sirvió para mostrarse en el resto de América del Sur: hijo de madre chilena, estuvo en Everton e Iquique del otro lado de la Cordillera. Su salto fue en Deportivo Cuenca de Ecuador: tuvo dos ciclos, se diplomó de goleador y lo vinieron a buscar desde Qatar. Allí comenzó su experiencia en Asia.
Raúl Becerra fue parte del equipo Umm-Salal durante 2020. Al finalizar su contrato en agosto y con una grata experiencia en el emirato, se dio cuenta de que ya había perdido el miedo a lo desconocido.
Ahí se le presentó la exótica chance de jugar en Bangladesh: el Bashundhara Kings, un club fundado recientemente y propiedad de un grupo empresario, quiso contratarlo como uno de los nombres de experiencia para el proyecto que busca ser una de las piedras basales de la construcción de un fútbol más preponderante en el país.
El amor bengalí por Argentina
Además de aprovechar la oportunidad de progreso económico, Raúl Becerra rindió en el aspecto deportivo: fue goleador del torneo de Bangladesh en su primera temporada. Impresionado por el tránsito (“Es muchísimo y un poco te estresa porque se hace todo lento, una locura la cantidad de autos, motos y bicitaxis que hay”) y preocupado por la alimentación (“La comida local es muy picante y no la paso bien”), el delantero igual logró adaptarse y ser una de las figuras. Y una de las claves para su buena recepción fue esa fantástica historia de amor entre Argentina y Bangladesh.
“Si bien el cricket es el deporte más popular y el fútbol todavía está en desarrollo, prestan mucha atención a los torneos internacionales y son muy seguidores de los seleccionados de Argentina y Brasil”, contó Becerra en una entrevista con el canal TN.
“Les gusta mucho lo que representan Messi y Maradona. Diego especialmente por su partido contra Inglaterra: ellos tienen un pasado bastante complicado con ese país, fueron una colonia y desde entonces hay una rivalidad fuerte con los ingleses”, explicó.
Un amor que tiene un trasfondo de odio
Los bangladesíes tienen muy presente en su memoria lo que pasó hace ya 80 años, y desde ahí se entiende también el origen del amor por la Argentina, que tiene un trasfondo de resentimiento. En la Segunda Guerra Mundial, en el año 1942, el primer ministro del Reino Unido Winston Churchill ordenó cortarle todos los suministros a Bangladesh, que en esos años integraba Pakistán, porque creía que podían colaborar con Japón, uno de sus enemigos.
Aquella decisión de Gran Bretaña derivó en la hambruna de Bengala en 1943, una de las peores tragedias en la historia de la región, que se cobró 3 millones de vidas. Desde entonces, el resentimiento del pueblo de Bangladesh por Gran Bretaña permaneció inalterable.
Y encontró en la hazaña de Diego Maradona y la Selección de 1986, frente al partido contra Inglaterra, una pequeña revancha a su trágica historia. Desde la Mano de Dios y el mejor gol de los Mundiales, ambas obras maestras de Diego, Bangladesh hincha por Argentina. Luego, el fervor se trasladó a Leo Messi. Y se convirtió en un fenómeno global por la viralización de las imágenes.
El fervor mundialista
La locura de Bangladesh por Argentina tomó notoriedad en la Copa América de 2021, cuando el título que ganó la Selección de Messi se celebró en las calles del país asiático. Y Raúl Becerra, aquel que jugó en Almagro, estuvo presente en ese momento: “Ese mes de competencia fue rarísimo porque parecía que estaba en alguna ciudad de Argentina, se vivía el torneo con mucha pasión”.
Ahora, con la Copa del Mundo en Qatar, los videos de hinchas en la capital Daca festejando cada triunfo de Argentina y mostrando gigantografías de Messi volvieron a ser virales. Hasta el director técnico Lionel Scaloni tuvo palabras de agradecimiento para ellos tras ser consultado en conferencia.
En este 2022, Raúl retornó a América del Sur: nuevamente está en Deportivo Cuenca de Ecuador, el club donde supo ser goleador. Pero sabe que, cuando así lo desee, puede regresar a Bangladesh: en esa tierra, un argentino siempre será bien recibido, sobre todo si juega al fútbol.