Rescate de US$ 10 millones y “Messi” de cómplice: el secuestro cinematográfico de una familia en un country de José C. Paz
Un empresario colombiano, su mujer, su suegra, su hija y su custodio fueron mantenidos cautivos durante varios días por delincuentes que hicieron que una de las víctimas viaje a su país de origen para traer la plata del rescate.
Ocho colombianos y tres argentinos, dos de ellos ex policías de la Bonaerense y el tercero un chofer de Uber apodado «Messi», fueron procesados con prisión preventiva por el secuestro de cinco personas capturadas en agosto pasado en un country de José C. Paz.
Según se consignó, el cinematográfico episodio incluyó que cuatro de las víctimas permanecieran cautivas durante ocho días y que la restante fuera obligada a viajar al extranjero a buscar dinero, ya que los delincuentes exigían 10 millones de dólares de rescate.
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El fallo fue dictado por el juez federal de Campana, Adrián González Charvay, y recayó sobre los integrantes de una banda que ya había intentado secuestrar a dos de las personas que tenían en la mira 13 días antes de lograr consumar el hecho que finalmente tuvo lugar el pasado 12 de agosto, aunque en esa primera oportunidad no lo lograron porque las víctimas pudieron salir corriendo a los gritos de un conocido shopping de Pilar.
Los secuestrados son todas de nacionalidad colombiana y uno de ellos, el principal apuntado por los captores, es un empresario que fue identificado por los investigadores con las iniciales J.J.B.V y tuvo que escapar de su país natal luego de iniciar un negocio con criptomonedas que no terminó de la mejor manera. El resto son su custodio, su esposa, su suegra y su hija menor de edad.
De acuerdo a la resolución de González Charvay, los detenidos por el delito de «secuestro extorsivo agravado» son Fernando Daniel Canda, Juan José de Dios Romero, Alejandro Steven González Ortíz, Ronald Edgardo Ávila Ortega, Néstor Alonso Hoyos Orejuela, Ancizar Faurecio Echeverría Porras, Maira Alejandra Gutiérrez Moreno, Ricardo Tito Viera Benítez, Carlos Andrés Valencia, Alejandro Zapata Valencia y Fernando Magallanes.
Según informó Télam, Canda y Romero son ex integrantes de la Policía de la Provincia y Magallanes, a quien le dicen Messi, es un argentino que trabajaba como chofer de Uber y tenía el ingreso permitido al barrio cerrado donde se cometió el secuestro.
Un intento en Pilar y el secuestro consumado en José C. Paz
El primer hecho que se le atribuye a esta banda ocurrió el 30 de julio pasado, en la playa de estacionamiento del centro comercial denominado «Torres del Sol», situado en Colectora 12 de Octubre, en el kilómetro 50 de la Autopista Panamericana, a la altura de Pilar, donde J.J.B.V y su custodio se hallaban en un auto.
En esas circunstancias, cuatro delincuentes a bordo de otro vehículo simularon ser policías y los interceptaron con intenciones de privarlos de su libertad, pero las víctimas lograron pedir auxilio y resguardarse en un local gastronómico, ante lo cual los captores desistieron del secuestro y escaparon.
Luego del hecho, estas víctimas denunciaron lo ocurrido en la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) descentralizada 3 de Pilar, del Departamento Judicial San Isidro. Trece días después, el 12 de agosto pasado, los investigadores determinaron que la misma banda sorprendió a la familia del colombiano en la puerta de su casa, ubicada en el Country Golf Club Argentino de José C. Paz.
Allí, los delincuentes redujeron a la esposa, la suegra y la hija del empresario y las privaron de su libertad en su domicilio, despojándolas de sus teléfonos celulares y a la espera del arribo de J.J.B.V, quien llegó luego junto a su custodio.
Una vez adentro, al dueño de casa lo maniataron, le vendaron los ojos y lo golpearon, al tiempo que le exigieron 10 millones de dólares a cambio de liberarlos a todos. En ese momento, los secuestradores se apoderaron de 20 mil dólares, computadores, relojes, joyas y otros elementos de valor, según se determinó la investigación.
Dos días después, el 14 de agosto, el custodio de J.J.B.V fue liberado y obligado a viajar a Colombia a buscar más dinero para pagar el rescate, pero una vez en su país alertó de lo ocurrido a otros familiares de las víctimas.
De acuerdo al fallo, el empleado del empresario denunció que los captores dijeron ser del «Cartel de Otoniel», en referencia a Dairo Antonio Úsuga, uno de los hombres más buscados en Colombia hasta su captura en octubre de 2021 y su posterior extradición a los Estados Unidos, donde se lo acusa de narcotráfico como presunto líder del «Clan del Golfo».
A su vez, los delincuentes se comunicaron con otros familiares de las víctimas para exigir el rescate, tras lo cual, intervino la Justicia colombiana que notificó al juez federal de Campana.
En tanto, el 16 de agosto, mientras las víctimas seguían cautivas, efectivos de la Subdelegación Departamental de Investigaciones (SubDDI) Pilar y de Antisecuestros Norte de la Policía Federal Argentina (PFA) detuvieron a Canda y Romero en sus respectivos domicilios, y se les secuestraron elementos de interés para la causa, entre ellos, un auto presuntamente utilizado en los hechos.
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Al continuar con las tareas investigativas, se determinó que las personas secuestradas habían sido trasladadas a distintas viviendas y el 20 se localizó a la esposa, la suegra y la hija de J.J.B.V en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza.
Es que, según los investigadores, los secuestradores los habían liberado para que pudieran viajar a Colombia para conseguir la escritura de un departamento que poseían en Cali. Finalmente, los agentes determinaron que J.J.B.V había sido llevado a una casa en la localidad de Fátima, en Pilar, donde por la noche de ese mismo día fue rescatado ileso y el resto de sus captores quedaron detenidos.