Cómo operaba el estafador que se hizo pasar por una jubilada de San Isidro para hacer un robo millonario
Tiene 54 años y fue detenido. Le hackeó la cuenta de Instagram a una jubilada de 72 para, con su usuario, engañar a sus contactos con una supuesta venta de dólares a un precio muy conveniente. De ese modo, se hizo del dinero.
Un hombre de 54 años fue detenido en las últimas horas en Mendoza tras un allanamiento realizado por policías de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de San Isidro, acusado de una estafa por la que se robó más de un millón de pesos.
La víctima fue una jubilada de 72 años, vecina de Beccar, en ese distrito del norte del Conurbano; quien radicó la denuncia a fines de abril y motivó el inicio de una investigación que llevó a la Justicia a establecer que el imputado se encontraba en una casa de la zona del departamento de Las Heras, en la mencionada provincia.
El detenido fue identificado como Alejandro Ismael Tala y, tras la recopilación del material probatorio y la orden judicial, en su domicilio irrumpieron los agentes coordinados por el Comisario Javier Eduardo Specia (director de la DDI de San Isidro), secuestraron cuatro celulares, dos tablets y una notebook que iban a ser peritadas en el marco de la causa.
La causa quedó caratulada como «s/acceso indebido a sistema o dato informático de acceso restringido» por la Unidad Funcional de Instrucción Área Investigación Correccional San Isidro, a cargo del fiscal Esteban Álvarez.
Cómo fue la estafa millonaria en San Isidro
Tras la denuncia de una jubilada, de nombre Clarisa, la Policía pudo determinar que Alejandro Ismael Tala le había logrado hackear la cuenta de Instagram, con la que rápidamente, usurpando su identidad, comenzó a dialogar por chat con diversos contactos de ella.
Su estrategia para robar fue una supuesta venta de dólares: les ofrecía la divisa a $192 a diversos contactos de la víctima, solicitándoles el depósito de los pesos en una cuenta bancaria. Como el valor era más bajo del existente en el mercado de cambio, algunos de los usuarios «cayeron» en el engaño.
María del Pilar, una amiga de Clarisa, denunció que su marido depositó $384.000 para la compra de dólares en una cuenta de Banco Galicia. Julián, de 51 años, le pasó $384.000 a una cuenta del Banco Santander. Otro contacto, Antonio reenvió $195.000. Los tres habían sido contactados por la cuenta de la jubilada, sin saber que detrás de la pantalla el que escribía era el estafador. Cuando fueron a la casa de ella, detectaron que habían sido engañados.
El particular caso de un canillita estafador de La Matanza
Días atrás, trascendió el caso de Fernando Alberto Falsetti, un canillita de 56 años que trabajaba en un puesto de diarios de Villa Madero, en La Matanza; y que logró descubrir un algoritmo para descifrar números de tarjetas de crédito y códigos de seguridad para terminar robando más de un millón de pesos.
Entre el 12 de mayo y el 27 de septiembre de 2021, Falsetti implementó un método casero para detectar tarjetas de crédito válidas, siguiendo patrones para identificar los números de una misma entidad bancaria y sus códigos de seguridad. Utilizó esas tarjetas para cargarse crédito en sus cuentas prepago en 169 ocasiones y también revendió su servicio a terceros para obtener más ganancias.
Como los titulares de los plásticos desconocían sus pagos, el perjuicio patrimonial lo sufrió una empresa de TV que debió asumir los costos y tras la denuncia ante la Unidad Funcional de Instrucción de Vicente López Oeste, a cargo del doctor Alejandro Musso; el caso salió a la luz.
Terminó siendo allanado por la Policía en su casa luego de que se rastrearan direcciones IP y se hicieran seguimiento de teléfonos involucrados. En el operativo se encontró un cuaderno anillado de 32 horas donde llevaba registro de las operaciones y se veía el método empleado para descubrir los códigos de seguridad de cada plástico.
A Falsetti lo detuvieron pero luego el juez de San Isidro, Esteban Rossignoli, lo notificó de la causa en su contra y lo dejó en libertad.