Quién era el vecino asesinado en González Catán por ladrones que venían en pleno raid delictivo
Omar Gallardo tenía 31 años, trabajaba como remisero o haciendo fletes y vivía con sus padres. En las últimas horas, tres delincuentes que eran perseguidos por un policía lo mataron de un tiro. El desgarrador pedido de sus hermanas.
Omar Francisco Gallardo tenía 31 años y vivía con sus padres en González Catán, partido de La Matanza. Pipo, como le decían sus amigos y familiares, se transformó en las últimas horas en una víctima más de la inseguridad al ser asesinado por delincuentes que venían en pleno raid delictivo, escapaban de la Policía y quisieron sacarle su camioneta. Recibió un disparo mortal en la cabeza.
María Inés y Soledad, hermanas de Omar Gallardo, dijeron que él trabajaba haciendo trabajos de flete y de remís y que había intentado ayudar a las personas que cambiaban un neumático y que resultaron ser los delincuentes.
«Nos dijeron que se ve cuando frena para querer ayudarlos. Pero ve el arma, ahí le dispararon y lo mataron directamente», dijo Soledad al canal C5N. Por su parte, María Inés sostuvo que su hermano «tenía un corazón enorme», que «siempre que veía a alguien tirado en la calle lo ayudaba» y que fue atacado cuando regresaba de festejar un cumpleaños.
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«Queremos que se haga justicia y que no salgan más, que se pudran», pidieron para los asesinos que, aseguraron, «tiraron a matar».
Un vecino llamado Juan José contó este lunes que fue testigo de parte del hecho: «(Los ladrones) me pidieron un criquet porque habían pinchado (una rueda). Busco el criquet y escucho un disparo, una acelerada y el choque de una camioneta. Cuando salgo para darles el criquet me olvido la manija. En ese momento, veo a uno (de los asaltantes) con un chaleco antibalas que me pide hacerle de remís. Me metí para adentro y no salí más», recordó.
Cómo comenzó el mortal raid delictivo en González Catán
Según se consignó, el hecho se inició cerca de las 7 del domingo, cuando tres ladrones le quitaron el teléfono celular a una persona y huyeron a bordo de una camioneta Ford EcoSport que habían robado el día anterior en el barrio Villa San Carlos de Isidro Casanova.
La secuencia continuó con el asalto a un oficial de la Policía de la Matanza que estaba esperando el colectivo en el cruce de las calles Simón Pérez y Barolomé Solom. El efectivo, que se encontraba vestido de civil, fue interceptado y amenazado con un arma por los delincuentes, quienes le quitaron el bolso en el que llevaba su uniforme, el chaleco antibalas y su teléfono celular.
Tras ser despojado de sus cosas, el oficial se dio a conocer como policía y apuntó contra ellos con su arma reglamentaria, por lo que comenzó un tiroteo en medio del cual los asaltantes escaparon, uno de ellos herido.
El tercer hecho fue el que terminó con la vida de Gallardo y ocurrió en la esquina de José Hernández y Barrientos, frente a una iglesia evangélica y a unas 10 cuadras del ilícito previo. Los ladrones le quisieron robar la camioneta Peugeot Partner blanca a Pipo, ya que la EcoSport tenía una goma pinchada por un disparo, y le pegaron un balazo en la cabeza. El hombre se desvaneció y chocó contra un poste de luz en Barrientos y Murguiondo.
Según explicaron al respecto las fuentes, tras tirotearse con el policía, los ladrones sufrieron la rotura de un neumático de la EcoSport que tripulaban, por lo que se detuvieron a cambiarlo y fue ahí cuando se acercó la Partner con Gallardo a bordo, a quienes mataron de un tiro con fines de robo.
Tras ser baleado su conductor, la camioneta quedó fuera de control y dio contra el muro de una iglesia, circunstancia que fue registrada por una cámara de seguridad de la zona. Al no lograr apoderarse de la Partner y disparar contra su dueño, los asaltantes interceptaron al conductor de un Renault 12 y lo despojaron del vehículo, con el que huyeron.
Rápidamente personal de la comisaría 2da. de González Catán y de la Subestación Sur de La Matanza montó un operativo cerrojo que finalizó con la detención de los tres sospechosos, identificados como Lautaro Daniel Paz (21), Ezequiel Matías Benítez (29) y un tercero, cuya identidad no trascendió, que fue atendido en el Hospital Simplemente Evita con un disparo en el abdomen y otro en el brazo derecho producto del tiroteo con el policía.
En poder de los apresados se hallaron un revólver calibre .38; una pistola 9 milímetros Bersa Thunder con numeración suprimida y dos cargadores. También se incautó un chaleco antibalas, un uniforme policial completo y cuatro teléfonos celulares.
“Fueron cuatro hechos en menos de una hora: primero robaron un celular, luego al policía, tras ello intentaron robar la camioneta Partner, pero como no pudieron, asaltaron al auto que venía detrás. Fue un terrible raid delictivo”, aseguró una fuente vinculada a la investigación consignada por Télam.
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El fiscal Gastón Duplaa, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Homicidio de La Matanza, ordenó que las pericias sean realizadas por Gendarmería Nacional.
Personal de esta fuerza de seguridad federal incautó una vaina servida calibre 9 milímetros en el Peugeot Partner y constató que la víctima presentaba un orificio de entrada en la zona izquierda de la cabeza y de salida en la ceja derecha.
En tanto, se realizaron las pericias de dermotest a los tres sospechosos y al policía involucrado en el enfrentamiento armado, cuyos resultados aún no fueron entregados a los pesquisas.
El fiscal Duplaa ordenó que la autopsia al cuerpo de Gallardo sea realizada en las próximas horas en la morgue judicial de Lomas de Zamora, tras lo cual indagará a los detenidos.
La causa quedó caratulada como “robo agravado con arma de fuego en concurso real” en el primer hecho; «robo con arma de fuego y tentativa de homicidio criminis causa”; por el episodio que tuvo como víctima al policía, y “tentativa de robo agravado y homicidio criminis causa”, en el caso del hombre asesinado.