Tiene Alzheimer pero no se olvida de Quilmes: el video emotivo de su reencuentro con el Estadio Centenario
A José Ulloa lo llevaron nuevamente a la cancha a la que solía ir con sus hijos y sus nietos. Su reacción en el reencuentro fue conmovedora. «No reconoce a su familia pero no se olvida de Quilmes», dijo su hijo Marcelo, que grabó el momento.
José «Tito» Ulloa entró caminando muy despacio a la cancha de Quilmes. Concentrado, paciente, cuidadoso para no caerse y, especialmente, frágil. Tiene 81 años y un Alzheimer que lo ha deteriorado mucho, pero hay algo que demostró que sigue intacto: su pasión.
Su hijo Marcelo tuvo la idea de grabar un video con la reacción que tendría al ver las tribunas blancas y azules y el campo de juego. Lo que registró le hizo confirmar su sabia decisión: José extendió los brazos y luego de unos segundos se los llevó al pecho, demostrando su sorpresa. Ese gesto que produce volver a un lugar que trae recuerdos, aunque estos no sean para él algo recurrente.
«No reconoce a mi familia, no se acuerda de mi mamá ni de mis hermanos, ni los suyos, pero sí recuerda formaciones completas de equipos de Quilmes de hace muchos años», contó Marcelo en una entrevista televisiva a La Nación. En la filmación se puede escuchar cómo hablan de fútbol y cuando a «Tito» le mencionaron a Omar «Indio» Gómez, una gloria del Cervecero, él repitió el nombre, recordándolo.
«Papá nos transmitió la pasión como yo hice con mis hijas. Yo soy un hincha fanático enfermo, mis hijas también. Antes solíamos ir las tres generaciones juntas a la cancha», recordó.
Quilmes, un momento feliz entre muchas tristes situaciones
Marcelo reside en Mar del Plata, donde maneja su pizzería y tiene una vida construida allí. En tanto, su padre vive en Longchamps al cuidado de su mamá. El Alzheimer es una enfermedad mental progresiva que degenera las células nerviosas del cerebro y disminuye la masa cerebral, lo que produce pérdida de memoria, desorientación espacio temporal, además de un deterioro intelectual y físico.
«Mi hija, que es psicóloga, me dice que le muestre fotos mías de chiquito con él, que eso puede llegar a recordarlo. Sufro mucho de verlo en estas condiciones. Yo, cada vez que puedo hacerme un tiempo, vengo a verlo, pero la realidad es que mi mamá y mis hermanos son los que ‘bancan los trapos’, quienes lo cuidan todo el tiempo y se ocupan de su salud «, comentó al borde de las lágrimas.
La idea de ir a la cancha de Quilmes surgió cuando propuso llevarlo a la casa de Berazategui, donde su padre vivió casi toda su vida, para ver a sus hermanos, «a quienes tampoco reconoce». Así reconstruyó el momento surgido después de haberse subido al auto. «Le pregunté si quería que pasáramos por la cancha y me dijo que sí. Le avisé a un amigo para hacer la gestión para que nos dejaran ingresar y fuimos. En el video, no se me escucha, pero yo me quebré al ver su reacción cuando entramos».
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Expresó que «todo lo que vivimos me gratifica porque yo siento que él, dentro de su cabeza, fue feliz. Lo llevé para que tuviera un momento feliz». Y agregó que «si él hubiese sido hincha de Boca, River o cualquier otro club y yo de Quilmes, hubiese ido igual. Lo hice por él, más allá de la pasión o los colores».
Por último, reveló que ya debió volver a Mar del Plata para atender su pizzería, pero que le «avisaron desde el club que está invitado para ir a la cancha» en el partido ante Sacachispas de este sábado a las 17.