La angustia de una familia de Wilde: es mamá de una nena y lleva una semana desaparecida
Daniela Cervantes fue vista por última vez el domingo 13 de febrero, cuando salió de su casa ubicada cerca del predio de Independiente. La Policía emitió un alerta de búsqueda y crece la incertidumbre en torno a su paradero.
Daniela María Cervantes tiene 39 años, es mamá de una nena de 6 años y vive en Wilde. Su familia la vio por última vez el 13 de febrero, cuando salió de su vivienda ubicada en las cercanías del predio Villa Domínico de Independiente.
Tras siete días sin tener noticias de ella, crece la incertidumbre en la búsqueda que es llevada adelante por la Policía de la Ciudad, misma fuerza que encabeza el operativo para tratar de hallar a Betiana Rossi, la joven de 38 años por quien el Estado nacional puso una recompensa de 1,5 millón de pesos para quien aporte datos que ayude a dar con su paradero.
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En lo que tiene que ver con la vecina de Wilde, el Gobierno porteño emitió un parte en el que informa que Cervantes tiene contextura física robusta, tez blanca, mide 1,70 metro aproximadamente y posee cabello largo castaño oscuro.
Además, sus familiares dieron a conocer otros dos rasgos claves para poder identificarla: posee un tatuaje con el dibujo de una flor en uno de sus brazos y un piercing en la nariz. Desde la División Búsqueda de Personas de la Policía de la Ciudad solicitaron a la población, en caso de contar con información que ayude a dar con el paradero de la mujer, contactarse de inmediato con el 911 o al 4309-9600, interno 234153, o por WhatsApp al 11-5821-4001.
De la vecina de Wilde a Betiana Rossi
A 13 días de la desaparición de Betiana Rossi, la mamá de tres hijos de 13, 15 y 18 años a quien buscan desde el 7 de febrero, los investigadores suman cada vez más dudas que certezas y hay preocupación entre los familiares de la mujer en torno a qué puede haber ocurrido con ella.
El último hallazgo importante se dio el jueves pasado, cuand la Policía encontró su riñonera con algunas de sus pertenencias en un descampado ubicado junto a estación Sáenz Peña del Ferrocarril San Martín. La zona es la misma en la que distintas filmaciones captaron a la vecina del barrio porteño de Villa Real caminando por el barrio y comprando en un supermercado chino el día de su desaparición.
Entre las pocas precisiones que tienen los investigadores se sabe que la mujer se fue de la casa donde vivía desde hace dos años con sus padres después de una discusión con su novio por temas de dinero. Justamente el tema plata es algo que quienes siguen el caso tienen en la mira: Betiana Rossi, quien hasta septiembre trabajaba en un banco, debe poco más de un medio millón de pesos a distintos acreedores.
En las próximas horas, se terminará de peritar el celular para saber qué llamadas hizo o contestó la mujer y qué mensajes envió o recibió desde el 7 de febrero hasta el 11, cuando se detectó la última activación del teléfono. Para poder ser analizado, el iPhone necesita ser desbloqueado, lo que puede presentar dificultades.
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Betiana Rossi es de contextura delgada, mide 1,71 metros de altura, tiene tez trigueña y el cabello largo hasta la cintura color castaño. Tiene cinco tatuajes que podrían ayudar a identificarla. El más llamativo es uno en la parte alta del brazo derecho.
Además, tiene otro tatuaje en ese brazo, uno en el izquierdo (dice «En algún lugar podrás encontrar felicidad»), uno en la cintura y otro en una pierna. Otra seña particular de la mujer es un lunar de gran tamaño al lado del orificio derecho de la nariz.