Quilmes: el misterio de un joven que hace una semana salió a buscar trabajo y nunca volvió
Federico Olivera tiene 23 años y se fue el martes 4 de enero. Desde entonces su familia no sabe nada de él. Según su tarjeta SUBE, su última ubicación estuvo en la Ciudad de Buenos Aires. Pero estuvo también en el norte del GBA.
Federico Olivera, de 23 años, salió de su casa en Quilmes Oeste el martes 4 de enero. «Chau abuela, chau tía, me voy a buscar trabajo», le dijo a su familia que, hoy, una semana después, está desesperada por no tener noticias suyas.
El joven desaparecido, cuyo padre falleció de cáncer en 2020 y su madre de Covid-19 en 2021, vivía solo en su vivienda pero junto a las de sus familiares en el mismo terreno, ubicado en las calles Pasco y 95. Días atrás había sido despedido del frigorífico donde trabajaba como empleado y se encontraba en búsqueda activa de un nuevo empleo.
Las horas pasaron y ese martes Federico no volvió. Su tía, Rosana, y el resto de su familia, comenzaron a preocuparse. Tampoco volvió al día siguiente, por lo que hicieron la denuncia por averiguación de paradero. «El no tiene celular, y sólo se llevó la mochila, el documento y la tarjeta SUBE», dijo Rosana.
Desconcierto y dudas en torno al paradero del joven de Quilmes Oeste
Después de rastrear los movimientos de su tarjeta, pudieron descubrir que el joven desaparecido de Quilmes Oeste se subió a los colectivos de las líneas 100 (une la estación de Lanús y el barrio porteño de Retiro), 45 (une Remedios de Escalada con Constitución y Retiro) y 59 (conecta el barrio porteño de Barracas con Vicente López, en el norte del Conurbano), y también tomó el tren Belgrano Norte (va de Retiro a Pilar, atravesando la zona norte del GBA).
El boleto de la línea ferroviaria es el último registrado, el miércoles 5 de enero, un día después de su desaparición. «Hicimos la denuncia en Retiro porque fue el último lugar donde supuestamente estuvo, pero hasta el momento nadie nos dio más información. Esperamos la orden de revisar las cámaras de seguridad que no sé por qué se demoran tanto», dijo su tía Rosana.
Al momento de irse de su casa de Quilmes Oeste, Federico vestía bermudas, remera azul y zapatillas negras. En caso de haberlo visto o tener algún dato sobre su paradero, comunicarse al 911 o a los teléfonos de su familia: 11-6017-0686 y 11-3457-5700.
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María Luján Barrios se fue de su casa el 3 de diciembre pasado y su familia nunca más supo de ella. De 24 años y mamá de cuatro hijos de entre 1 y 9 años, los había dejado con una niñera en su casa de la calle Juan de Garay al 2400, en Luis Guillón, y se había ido en una camioneta blanca de un hombre que le prestaba servicios de remis particular.
Su familia contó que la joven tenía problemas con las drogas, un comportamiento «inestable» y se había ausentado en otras ocasiones por algunos días, pero siempre mantenía contacto con sus amigas. Esta vez, una de sus allegadas recibió mensajes de WhatsApp en las que ella decía que se había ido a «trabajar a Pilar» y le pedía dinero prestado, lo cual extrañó a su entorno y se empezó a pensar que alguien le había hecho algo.
Desde aquel momento, su celular da apagado y no pudieron contactarla. Por relevamiento de cámaras, se pudo establecer que María Luján se fue con el remis a una fiesta en una casa de El Jagüel, a unas cuadras del domicilio de su madre. Allí, la dejó la camioneta blanca y se fue. En el lugar viven, según la mamá de la joven, «unos colombianos que se dedican a hacer muebles. Nos dijeron que ella estuvo ahí, en una fiesta, hasta la 1.30 de la madrugada del sábado 4 de diciembre. Recibió una llamada y salió apurada, la vieron subirse a un auto gris que paró en la esquina. Y de ahí no supieron más nada».
Sin embargo, las imágenes de cámaras cercanas mostraron que si bien hubo un auto gris esa madrugada, la chica no se subió y estuvo hasta las 4 de la mañana en esa vivienda. De hecho, a esa hora salió en una moto hacia la estación de trenes junto a uno de los hombres que había declarado como testigo y que ahora está siendo investigado. Tanto él como el otro hombre están detenidos por las contradicciones en sus testimonios, pero no se pudo establecer tampoco participación en otro delito relacionado con María Luján.
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La última novedad fue a fines de diciembre, cuando hallaron su documento (DNI) tirado cerca de unas bolsas de basura en la calle Martín Fierro, a metros del cruce con la Avenida Pedro Dreyer y en inmediaciones del predio del Monte Grande Rugby Club; en el límite entre las localidades de El Jagüel (Esteban Echeverría) y Canning (Ezeiza), en el sur del Conurbano. La Policía no logró hallar ningún otro elemento que aporte alguna nueva pista y la causa quedó «estancada».
Al momento de su desaparición, la joven vestía una campera negra y azul, un pantalón oscuro y zapatillas negras. Mide 1,50 metro de estatura, tiene tez trigueña, cabello negro, contextura delgada y posee un tatuaje en el brazo derecho con las iniciales «A. E. S» y la palabra «chino».