Raid delictivo con una camioneta alquilada: cayeron mientras robaban a una funcionaria de Tigre
Dos delincuentes de nacionalidad chilena fueron detenidos cuando escapaban a pie de la casa de Natalia Kamada, directora de Obras Particulares. Anteriormente habían violentado otra vivienda en la localidad de Boulogne.
Natalia Kamada agradeció que cuando ocurrió el hecho "no estaba ni yo ni mis hijos en la casa".
Entre los recurrentes casos de inseguridad reportados en el Gran Buenos Aires, se denuncian muchos en los que los ladrones usan autos robados para salir a robar. En Tigre acaba de conocerse una variante distinta y llamativa: dos delincuentes de nacionalidad chilena alquilaron una camioneta con la cual cometían sus ilícitos. Y luego de un raid delictivo por la zona norte del Conurbano, finalmente cayeron cuando robaban en la casa de una funcionaria de Tigre.
La última de sus víctimas ese Natalia Kamada, directora de Obras Particulares que vive en Belgrano 234. A su vivienda ingresaron los delincuentes aprovechando que la casa estaba vacía, dado que la mujer se encontraba trabajando y sus dos hijos habían ido a la escuela. Y anteriormente, con el mismo vehículo, los ladrones habían violentado al menos una vivienda más, en la localidad de Boulogne, en el partido de San Isidro.
El episodio de inseguridad en la casa de la funcionaria ocurrió ayer por la mañana, alrededor de las 11. Una vecina vio a dos personas que saltaban la reja de la vivienda y, preocupada, se comunicó de inmediato con Kamada para saber si ella, o alguien de la familia, estaban en la casa.
El testimonio de la funcionaria de Tigre
“Yo estaba trabajando cuando recibí el llamado de mi vecina, que me dice que había gente adentro de mi casa. Ella se preocupó porque pensó que también podían estar mis hijos. De inmediato llamé a la Policía y salí para allá. Cuando llegué ya estaban los patrulleros, y me enteré que habían intentado escapar por el fondo”, contó la directora de Obras Particulares. Los ladrones ya tenían el botín preparado para llevárselo. Pero, al llegar los efectivos, intentaron fugarse a pie, aunque finalmente fueron detenidos.
La mujer también precisó la escena con la que se encontró: “Adentro de mi casa estaba todo organizado en bolsas para llevarse las cosas. Tenían preparada la ropa, los perfumes, la poca tecnología que tengo en casa y algo de dinero, como los ahorros de los nenes. También habían juntado una mochila mía que tiene una computadora”.
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En declaraciones a diferentes medios de prensa, Kamada contó que lleva «dos años» viviendo en la zona, y le sorprendió haber sido víctima de un robo: «Me llamó la atención lo que pasó porque no tenemos rejas en las puertas y ventanas, pero hay alarmas y los móviles del COT (Centro de Operaciones Tigre) pasan todo el tiempo”. Y analizó: “Los ladrones vinieron en un horario en el que no estoy, así que algo de inteligencia hicieron”.
Respecto al intento frustrado de los delincuentes, dijo que “esto salió bien por el cuidado entre los vecinos», aunque admitió que «no fue fácil» haber pasado la noche en la misma casa que habían intrusado. «Apenas estaba medianamente tranquila porque está Manuel (el encargado de seguridad noctuno en el barrio). Además mi habitación era un desastre, porque habían revuelto todo. Mis amigos me decían que me fuera a dormir a otro lado, pero decidí no hacerlo porque tengo que cuidar mis cosas”, expuso.
El raid delictivo comenzó en Boulogne
Todavía conmovida por lo sucedido, Kamada expresó que “lo material es lo que menos» le importa. «Agradezco no haber estado en mi hogar en ese momento, ni que estuvieran mis hijos”, aportó.
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Y confirmó que la Policía constató que se trataba de los mismos delincuentes de nacionalidad chilena que días antes habían cometido otro asalto en Boulogne: “Me dijeron que llegaron en una camioneta alquilada con la que ya estaban robando”. Y destacó el accionar de los efectivos de la Comisaría Primera: “Sinceramente estuvo muy bien la actuación de ellos. Todo el tiempo me contuvieron y acompañaron”.
La casa de la funcionaria está en una zona de Tigre en la que no suele ocurrir robos, y donde además por las noches hay vigilancia. “Es un lugar muy tranquilo. Nunca pasa nada acá, salvo que dejes el portón abierto y te lleven algo que encuentren a mano”, dijo Manuel, el encargado de seguridad en horario nocturno.
