Internos de la cárcel de Ituzaingó crearon material didáctico en sistema Braille para una escuela
La iniciativa forma parte de un programa de la provincia de Buenos Aires. Toda la producción de la Unidad Número 39 ya fue enviada a un establecimiento educativo de nivel primario de la localidad de General Las Heras.
El Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires cuenta con un programa denominado “Más trabajo, menos reincidencia”, con el cual -como su nombre lo indica- apunta a lograr mayores posibilidades de reinserción para las personas que están en una cárcel, privadas de su libertad. La idea es que puedan capacitarse en diferentes oficios e incorporen distintas habilidades. Y un ejemplo de ellos es lo que ocurrió en Ituzaingó, donde los internos produjeron material didáctico en Braille para una escuela.
Lo que elaboraron los detenidos de la Unidad 39 del Servicio Penitenciario Bonaerense fueron mapas con relieve y abecedarios, que fueron donados a la Escuela Primaria Nº 8 Nicolás Avellaneda, de la localidad de General Las Heras, como una parte más del servicio a la comunidad que se efectúa desde el taller de Braille “Ojos de cielo”.
En ese sector del penal se capacita a los presos que estén interesados en aprender este tradicional sistema de traducción para las personas no videntes y disminuidas visuales. El taller es coordinado por Analía Ponce, del Centro de Acceso a la Justicia (CAJus) dependiente del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Provincia.
De Ituzaingó a General Las Heras
El material elaborado en la cárcel será utilizado por los alumnos de primer grado de la escuela señalada, en el marco de un proyecto educativo de concientización donde se trabaja articuladamente en estrategias de integración social de personas con discapacidad. De esta manera los chicos pueden conocer y experimentar el sistema Braille.
En el taller “Ojos de cielo” se han traducido al sistema Braille para no videntes más de 200 ejemplares de libros escolares, tarjetas, abecedarios, juegos didácticos, carteles para los actos escolares y souvenirs, siempre con un fin solidario.
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Además, según se informó desde la Unidad 39, quienes produjeron este material ya están trabajando para realizar una próxima donación de elementos similares, los cuales serán enviados a una escuela especial del municipio de Merlo.
Otra experiencia con internos de otra cárcel
Hace tres meses se había conocido otra iniciativa muy importante surgida desde un penal bonaerense, en ese caso relacionada con la pandemia del Covid-19. Los internos de la Unidad 48 de San Martín del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) confeccionaron y donaron 4.000 tapabocas y 1.000 camisolines que, a través del cura José María Di Paola -conocido popularmente como el Padre Pepe- fueron destinados al Hospital Belgrano de ese partido del norte del Gran Buenos Aires.
Esa acción surgió del curso de costura que se desarrolla en esa cárcel donde participan quince personas que, desde los inicios de la pandemia, se encuentran abocadas a la fabricación de estos elementos de bioseguridad para donarlos a los sectores más necesitados, como vecinos de barrios carenciados, comedores y hospitales de la zona.
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El espacio funciona de lunes a viernes y está coordinado por Carlos, uno de los internos. El grupo aplica lo aprendido sobre el uso de máquinas de coser, realiza tareas de corte y confección, armado y empaquetado de tapabocas en talles para niños y adultos y camisolines hospitalarios, en una actividad que cuenta con la colaboración de la fundación del Padre Pepe.