La buscaban en el exterior pero cayó en Monte Grande: quién es la joven que estafaba a jubilados
Quimey Kaiane Gazal (25) era buscada desde hace dos años acusada de integrar una banda en la que tenía un rol clave. La Interpol había lanzado dos alertas rojas, pero circulaba por el sur del Conurbano con una identidad falsa.
Debieron pasar dos años y fue necesario el trabajo de diferentes jurisdicciones. Pero finalmente, luego de realizar tareas de inteligencia, agentes de la DDI de La Plata pudieron encontrar y detener a Quimey Kaiane Gazal, de 25 años, una de las 10 mujeres más buscadas del país con pedido de captura internacional, cuando se dirigía a bordo de un Ford Ka a un shopping en Monte Grande, en el partido de Esteban Echeverría.
El fiscal Cristian Citterio, titular de la UFI Nº20 de General Alvear, estaba tras su rastro desde 2019 y había emitido dos alertas rojas de Interpol porque temía que la mujer se fugara del país. Sin embargo, Gazal se había instalado en el complejo habitacional conocido como Barrio Coca-Cola, cerca donde fue arrestada, y circulaba por la zona sur del Conurbano bonaerense con una identidad falsa.
Para la Justicia, la historia de Gazal es compleja. La mujer está acusada de pertenecer a una banda que concretaba estafas a jubilados conocidas como “cuento del tío” en varias ciudades del país. Los delitos que se le imputan son varios: estafas, encubrimiento agravado, hurto, asociación ilícita y tenencia ilegal de armas de fuego.
El rol de la estafadora de jubilados
Por medio de una investigación que contó con el apoyo de la fiscalía general del Departamento de Azul, los investigadores pudieron determinar que la mujer tenía un rol central dentro de una organización integrada por al menos 10 miembros. Según las fuentes del caso, era la encargada de realizar el llamado introductorio a las víctimas. Su rol era el de generar confianza haciéndose pasar por un familiar cercano con el relato de que necesitaban cambiar el dinero que tenían guardado para que no perdiera valor frente a una inminente supuesta devaluación.
En febrero de 2019 la banda apareció por primera vez en el radar de los detectives, cuando una de las víctimas denunció que le habían robado bajo esa modalidad en la localidad bonaerense de General Alvear. La denuncia cayó en la fiscalía a cargo de Citterio, quien dio inicio a una investigación. En ese momento, la Policía comenzó a recibir información y averiguó que la banda había concretado al menos siete estafas de este tipo y se había llevado botines millonarios.
Así, luego de entrecruzamientos de llamados, tareas de inteligencia y datos callejeros, se identificó a 10 miembros de la organización: ocho hombres y dos mujeres, entre ellas Gazal. Algunos de esos integrantes ya se encontraban detenidos en distintas unidades penitenciarias bonaerenses. Incluso, dentro de los sospechosos estaba el presunto líder: Jonathan Ezequiel Ardito, de 36 años.
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El cabecilla fue en primer apresado, en abril de 2019, junto a parte de la banda. Luego, la investigación continuó y se concretaron 25 redadas, donde se arrestó al resto de los integrantes. Uno de ellos fue detenido en la provincia de San Juan y otra de las sospechosas en Puerto Madryn. Es que, según la investigación, la banda cometía estafas en todo el país. Por ejemplo, en las ciudades de Azul, Tapalqué, Tandil, Balcarce, Gonzales Chaves, Tres Arroyos, Coronel Pringles y Quilmes. Peo también en las provincias de Santa Fe, La Pampa, Neuquén, Chubut y Río Negro.
Cayó cuando iba a un shopping en Monte Grande
En los primeros operativos los efectivos secuestraron más de medio millón de pesos, computadoras, chips, teléfonos celulares y anotaciones con los diálogos armados para cometer las estafas. Así descubrieron que la maniobra, después de los robos, era comprar autos de alta gama. Algunos de estos lograron ser incautados en los allanamientos.
Sin embargo, todavía restaba atrapar a Gazal. Así, el fiscal Citterio emitió dos alertas rojas de Interpol para que la sospechosa no lograra fugarse. Y no se fugó. La mujer se movió durante más de dos años con una identificación falsa por el Conurbano bonaerense hasta este fin de semana, cuando fue detenida en Esteban Echeverría por las agentes de la DDI de La Plata, mientras se dirigía a un shopping en Monte Grande.
Rápidamente fue enviada a un calabozo a la espera de que el fiscal Citterio la llame para que brinde su declaración indagatoria. Allí se sabrá si reconoce los delitos e, incluso, si aporta alguna información relevante. Aunque en una primera instancia se determinó que toda la banda fue desarticulada y todos sus miembros ya están presos, nunca se descarta en estos casos que pueda surgir alguna nueva línea de investigación.