Platense, Estudiantes y una goleada histórica que fue gloria para uno y jaque para el otro
Existe un partido muy recordado entre los antecedentes de estos dos equipos que este sábado definen el Trofeo de Campeones del fútbol argentino. Qué pasó en aquel choque de 1992.

Estudiantes de La Plata y Platense, los protagonistas de la final del Trofeo de Campeones 2025.
Durante casi un cuarto de siglo, con más exactitud desde el segundo semestre de 1976 hasta el primero de 2000, Platense fue un protagonista infaltable en el escenario de la división mayor del fútbol argentino. Y salvo alguna excepción, como cuando se ubicó cuarto en el Metropolitano de 1980, su papel siempre fue el mismo: luchar con denuedo para mantenerse en la categoría y, la mayoría de las veces, lograr ese objetivo en las últimas fechas.
Otra ocasión en la que su pelea por la permanencia fue más aliviada se dio en el Clausura de 1992. En aquel certamen, conquistado por el Newell’s Old Boys de Marcelo Bielsa, Platense terminó en el sexto lugar. Su buena recolección de puntos (22, con ocho victorias y seis empates en 19 fechas) empezó en la segunda jornada, con una impactante goleada 5-1 a Estudiantes.
El Pincha, contra el que definirá este sábado en San Nicolás el Trofeo de Campeones 2025, quedó relegado al 17º puesto en ese torneo, con una magra cosecha de 13 unidades (dos por partido ganado) que acabaría por anticipar el descenso a Primera B Nacional acontecido dos años más tarde.
El Platense que siempre se salvaba
Era un lindo y caluroso domingo aquel 1 de marzo de 1992. Tras una ajustada derrota 2-1 contra Independiente en Avellaneda, Platense jugaba su primer partido del año en Vicente López frente a Estudiantes. Los de la capital bonaerense habían igualado 2-2 con Argentinos Juniors en el estreno.

Manuel Esteban Serrano, Javier Baena, Marcelo Broggi, Felipe Bellini, Martín Míguez, Ariel Orellano, Marcelo Romagnoli, Mariano David Dalla Líbera, Carlos González, Darío Scotto y Néstor Cáceres, numerados del 1 al 11 como indicaba la costumbre de esa época, fueron los elegidos por Pedro Jorge Marchetta, el locuaz director técnico de los Calamares.
El día que Platense volvió a Primera y le dio paso a la leyenda del Fantasma del Descenso
Conducido por Eduardo Flores, gloria del club en los 60/70, Estudiantes saltó a la cancha con Arturo Marcelo Yorno, Edgardo Prátola, Pablo Erbín, Ricardo Iribarren, Juan Ceferino Fontana, José Soto, Daniel Peinado, Jorge Ortega, Félix Torres, Raúl Heriberto Aredes y Freddy Osmar Vera.
Una avalancha de goles contra Estudiantes de La Plata
El desarrollo de la primera etapa no aportaba indicios de lo que luego iba a suceder. Mucha cautela de ambos lados, pocas llegadas, hasta que sobre el cierre del período, con su habitual lucidez, el Loco Dalla Líbera aprovechó un mal retroceso de la defensa visitante, trasladó un trecho largo sin oposición y habilitó a Cáceres, quien asistió a Scotto para el 1-0.

A poco de iniciado el segundo tiempo, Romagnoli marcó el 2-0. No se habían cumplido 20 cuando Platense anotó el tercero, otra vez mediante Scotto, luego de una falta dentro del área que le costó la expulsión a Iribarren. Hubo otro penal, esta vez convertido por Dalla Líbera, y otra roja del árbitro Juan Carlos Crespi, al vehemente Ruso Prátola.
Los últimos minutos sirvieron para que Estudiantes descontara, a través de un tiro libre magníficamente ejecutado por el zurdo Aredes, y que el Marrón sentenciara la historia con el tanto de un pelilargo Diego Gustavo Díaz, más famoso luego por sus apariciones televisivas en el programa de Marcelo Tinelli.
La explosión goleadora de Scotto
Aquellos dos a Estudiantes de La Plata fueron los primeros gritos de Darío Oscar Scotto, quien sumó nueve, lideró el ranking de anotadores en ese Clausura y logró un reconocimiento que, tres años después, lo llevaría a integrar el plantel de Boca junto a Diego Maradona y Claudio Caniggia.

Scotto es uno de los cinco futbolistas que, vistiendo la blanca y marrón de Platense, alcanzaron la cima de la tabla de goleadores del fútbol argentino de Primera División. El último, por supuesto, es el paraguayo Ronaldo Martínez, autor de ocho en el torneo recién concluido.
Los anteriores fueron: Raúl Frutos, que en 1943 señaló la misma cantidad (23) que Ángel Labruna (River) y Luis Arrieta (Lanús); Carlos Alberto Bulla, en el Metropolitano de 1969, y el hoy comentarista televisivo Marcelo Fabián Espina, quien compartió ese honor en 1994 junto a Hernán Crespo.







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