De Pilar al mundo: el gin que ganó la medalla de oro en Londres ahora llegará a Estados Unidos y Europa
Fernando Cao comenzó el año pasado a producir la bebida en el sótano de su casa. En enero participó de una de las competencias más prestigiosas y obtuvo la máxima distinción. “Desde entonces, todo fue explosivo”, contó.
Casos en los que una iniciativa comienza como un hobby y se convierte en un éxito hay muchos, pero no todos pueden decir que recibieron un premio internacional, como Fernando Cao. Este vecino y abogado de Pilar decidió, al comienzo de la pandemia del Covid-19 y aprovechando el tiempo que eso le generó, darse el gusto de producir su propio gin. Y decir que le fue muy bien es poco, ya que con su bebida artesanal consiguió a principios de este año una medalla de oro sobresaliente (la máxima distinción) en Londres, en una de las competencias especializadas más prestigiosas del mundo. Desde ahí, el crecimiento no paró y su producto ya traspasó las fronteras de nuestro país.
“Me contactaron desde Miami para hacer un convenio y que les pase la receta para producirlo allá. Y también hay una familia de Londres que está interesada en ser distribuidora directa, para colocarlo en Inglaterra y Alemania”, contó en diálogo con Zonales el creador de Alma Gin, tal como se llama su empresa.
Además de su inminente desembarco en el exterior, su gin es muy demandado también en nuestras tierras, por supuesto. Y recibe todo el tiempo pedidos no solo del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) sino también de Rosario, Mendoza, Córdoba, Mar del Plata y hasta Puerto Madryn.
El hito de la medalla de oro sobresaliente
Cao contó cómo fue que decidió concursar en Inglaterra: “En enero quise ver dónde estaba parado y por eso lo mandé a ese certamen donde ya habían participado varios gins argentinos”. En la International Wines & Spirits Competition (IWSC) de Londres concursan cada año decenas de empresas y emprendedores del mundo, quienes pagan 250 libras de inscripción para que sus bebidas sean juzgadas rigurosamente por unos 250 expertos.
Hasta ahora, había casos de argentinos que obtuvieron medallas de plata y de bronce, pero nadie había alcanzado el logro más alto posible. “Yo con un bronce ya estaba más que conforme”, aseguró. Y detalló que “se califica hasta 100, y a partir de 95 puntos es oro. Mientras que 98, que es la calificación que obtuve, 99 y 100 ya son oro sobresaliente”.
El suyo fue uno de los nueve gins del mundo que obtuvieron la mayor calificación en enero. De los otros ocho, dos son argentinos y uno de ellos del sur del Conurbano bonaerense (tienen su origen en San Rafael, Mendoza y Lanús), mientras que el resto pertenece a productores tradicionales, como Escocia, Gales y Reino Unido, o más novedosos, como Italia o Japón.
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Cao quería hacer su propio Gin desde hace mucho tiempo y el arranque de la pandemia lo fue llevando a concretar su sueño. “Antes del Covid-19 yo tenía mi estudio en Belgrano, pero desde marzo de 2020 la mayoría de las veces era el único que iba a la oficina, porque además mi profesión, como muchas otras, se puede manejar perfectamente bien de manera online”, explicó.
Por eso decidió cambiar su estudio ubicado en CABA, por otro dentro de un complejo de oficinas en Panamericana, mucho más cerca de su casa. “Así gané dos horas por día, que era lo que perdía viajando”, dijo. Sin saberlo, había sentado las bases para cumplir finalmente con su proyecto.
Así surgió el gin de Pilar
La forma en la que se decidió a comenzar finalmente con su hobby fue bastante curiosa. “Una vez, a las 4 de la mañana, estaba desvelado y entré a Instagram. Ahí me crucé con marcas nacionales que no conocía, porque yo siempre consumí gin de afuera, y vi las historias de cómo empezaron. Y cuando empecé a investigar un poco más encontré videos de cómo se hacía la bebida y contactos de especialistas. Así que empecé a capacitarme y a sumarme a charlas y seminarios”, recordó.
Era abril de 2020 y, desde entonces, empezó a hacer todos los días dos o tres pruebas. “Mezclaba, le agregaba flores e iba viendo qué salía. Hasta que en mayo dije: “Acá tengo un gin”. Pero necesitaba saber dónde estaba ubicado mi producto en cuanto al nivel y para eso hice una cata a ciegas”, contó.
De la prueba participaron amigos “que son de tomar mucho gin” y lo que hizo Cao no fue averiguar si les gustaba o no lo que había producido, sino que “les preguntaba si ellos percibían lo que yo quería lograr”. Conforme con los resultados y las devoluciones, en septiembre “lo saqué a la calle”.
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Y la repercusión fue totalmente inesperada: “Enseguida me escribieron por Instagram un montón de comercios que querían comprarme. También me contactaron influencers, algo impensado para mí, para ofrecerme promocionarlo”.
El primer alambique -que es el aparato con el cual se realiza el destilado- estuvo instalado en el sótano de su casa. “Empecé probando la destilación primero con los botánicos (las especies) por separado y después los fui mezclando”. Ese primer equipo podía producir hasta 10 litros por vez de este clásico destilado.
Después de darles a probar a familiares y allegados -algunos muy conocedores de la materia- y de confirmar que los resultados eran muy buenos, reemplazo el alambique de 10 litros por uno de 30, primero, y luego por uno de 150. Y también pasó del sótano de su casa a un local en un centro comercial de la calle Caamaño, para contar con el espacio necesario.
“El resultado fue explosivo”, aseguró Cao. Y el crecimiento nunca se detuvo: una primera partida de 100 botellas de 750 cm3 y otras 200 de 500cm3, se vendió muy rápido a distribuidoras y bares. En pocos meses tuvo que tercerizar la producción, firmando un convenio con una destiladora de Avellaneda, en el sur del Gran Buenos Aires, para poder ganar escala. “Calculá que ahí tienen un alambique de 350 litros y otro de 1200”, detalló.
Esa fue la manera que encontró para que su gin crezca y cumpla con la demanda y, también, él seguir produciendo, aunque sin abandonar su profesión: “Soy abogado comercial y empresarial desde hace más de 20 años y ese es mi trabajo, el cual no pienso dejar”.
Un producto premium
Actualmente, Cao está trabajando en el lanzamiento de una edición especial de 300 botellas, que serán de color gris, con la etiqueta serigrafiada y el agregado de la medalla dorada. “Seguramente también se venda en una caja especial”, adelantó. Y contó que “será el mismo gin que ganó el premio”, que es un London Dry Contemporáneo, es decir, el sabor tradicional.
La otra variedad de la bebida que produce el vecino de Pilar es el Blue Gin, que está infusionado con arándanos y té oolong, lo que le da da un tono azulado. “Es el mejor de los dos, pero decidí concursar con el estilo clásico”, comenta.
Fanático de las bebidas destiladas en general, especialmente del whisky y del gin, por supuesto, Cao destacó: Mi producto es premium. Está hecho con el mejor alcohol y con materias primas de la máxima calidad”. Y explicó: “Algunas marcas bajan la calidad para que cueste menos y vender más. Pero yo no vivo de esto, entonces eso no me importa”.
Quien se haya tentado con probar su creación la puede adquirir por Mercado Libre o por medio del Instagram de la marca. Además, próximamente comenzará a funcionar una Tienda Nube.