La muerte del Papa Francisco: Jorge, el vecino de Quilmes que era su chofer y conoció como pocos al hombre detrás del sumo Pontífice
Jorge Mario Medina fue asistente del entonces cardenal Bergoglio cuando era el 1 de la Iglesia en Argentina. Los viajes en tren y colectivo a su casa de Ezpeleta, su postre favorito y el secreto que nunca va a revelar.

La muerte del Papa Francisco sacudió al mundo y Jorge Mario Medina, vecino de Quilmes, su chofer y amigo, lo recordó con alegría.
«Sos mi amigo, sos mi hermano, sos mi confianza. Eso me decía siempre». Con esa frase definió Jorge Mario Medina a la relación que este vecino de Quilmes mantuvo durante años con el entonces cardenal Jorge Bergoglio, antes de ser el Papa Francisco. Oriundo de Ezpeleta, Medina mantuvo durante casi 15 años un lazo absolutamente estrecho con quien entonces era el máximo jefe de la Iglesia argentina, ya que era su chofer personal.
El papa Francisco falleció este lunes a los 88 años, según anunciaron con tristeza desde el Vaticano. La perdida del argentino conmocionó a todo el mundo y miles de creyentes se reúnen temlos, plazas y reductos para despedirlo. Su última aparición fue ayer, en silla de ruedas y sin las cánulas de oxígeno, para la misa de este Domingo de Ramos en la plaza San Pedro.
«El siempre se movía en subte o en colectivo, pero yo lo llevaba cuando había que moverse en auto, cuando era Arzobispo de la Ciudad de Buenos Aires», evoca Medina.
El Papa Francisco, el hombre que «solo quería ayudar»
«Conmigo tenía una relación que no tenía con otros. Había mucha confianza entre nosotros«, dice Medina sobre sus últimos años con Bergoglio.

En su casa de Ezpeleta vive desde hace 38 años, y en ese hogar Bergoglio pasó infinidad de horas junto a él y su familia. «Se venía solo, en tren. Desde Constitución hasta Ezpeleta. Y luego caminaba hasta acá. Venía con su postre favorito, la torta de ricota, y almorzábamos todos juntos. Así durante años de años. Le encantaban los fideos caseros amasados. Luego se pasaba todo el domiongo en casa y a la tardecita lo llevaba a la estación de nuevo y él se volvía. No quería que lo llevara hasta Capital«, recuerda.
Sobre esos encuentros, Medina sostuvo que «éramos dos amigos hablando de las cosas que hablan dos amigos. Charlaba con mi esposa, con mis hijos, me preguntaba por las necesidades del barrio, él quería ayudar a todo el mundo».
«Siempre se me escapaba, rompía el protocolo. Se metía en las villas sin que nadie sepa. No quería que nadie lo reconozca. Le preocupaba el país, la gente, sobre todo los que eran de clase media para abajo. La gente humilde lo desvelaba», dice sobrfe la personalidad del pontífice que marcó una era en la Iglesia católica.

Su despedida empezó ciuando en el Vaticano se realizó el primer cónclave para elegir al Papa en 2005, elección que finalmente recayó sobre Joseph Ratzinger. «La primera vez que fue a los cónclaves para elegir me dijo ‘voy y vuelvo’. Y yo le dije que en algún momento iba a ser el primer Papa Latinoamericano. Volvió y cuando nos vimos me dijo cosas que no puedo contar. Entonces supe en la próxima tenía muchas chances de ser elegido»
Esa vez llegó. Fue en 2013. «Yo iba en el Subte y escuché la noticia. Empecé a gritar adentro del vagón yl a gente se sorprendió»
«Luego de su asunción me llamó y me mandó cuatro o cinco cartas. ‘Tenías razón’, me dijo. Quedamos en que yo iba a ir a verlo a Roma pero no se pudo. Nuestro vínculo siguió intacto«, le dijo a TN.
Y para finalizar hizo una perfecta descripción de Jorge, el hombre detrás del Papa. «Me queda el recuerdo del ser humano que fue. Salía de noche solo a la Plaza de Mayo a ayuidar a la gente que vivía en la calle. Fue una persona que siempre hizo el bien. Siempre se preocupó por eso».
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