Daiana Ocampo, la vecina de Escobar que va por la gloria en los Juegos Olímpicos: del fútbol en Fénix a la maratón, siendo mamá full time
La oriunda de Pilar vive desde 2018 en Loma Verde y su vida se reparte entre 170 kilómetros semanales corriendo y el cuidado de su pequeña Amparo. La hazaña que logró para llegar a los JJOO de París 2024.
Daiana Ocampo es una de las dos atletas argentinas que estarán en la línea de largada de la Maratón de los Juegos Olímpicos de París 2024. La vecina de Loma Verde, el populoso barrio de Escobar, tiene una historia de vida y esfuerzos que tiene como archivo un paso como jugadora de fútbol en el club Fénix, o que llegó a correr dos maratones en un mes para lograr clasificar a la máxima cita del deporte mundial, alcanzando la segunda mejor marca nacional de todos los tiempos.
Muy cerca estuvo Daiana de clasificar Tokio 2021. Se quedó en la gatera. Pero eso no la achicó. Juntó fuerza y solamente se enfocó en dos cosas, su hija Amparo (de siete años) y clasificarse a los JJOO parisinos que estaban tres años adelante en su horizonte. A pauro esfuerzo, mesese atrás en Hamburgo, Alemania, consiguió la hazaña para lograr la marca mínima y sacar el boleto a la capital francesa.
«Este es el objetivo más grande como deportista», refuerza el concepto Daiana. «Estoy muy contenta también por todo lo que se viene previo a la maraton, la preparación, el viaje a Europa para hacer aclimatamiento en España y tomarnos unos días para entrenar un poquito con calor no vino mal».
La hazaña de Daiana Ocampo para llegar a París 2024
Para llegar a París, Daiana logró casi un imposible: bajó su propia marca 52 segundos, y eso que el año apsado estuvo sin correr poruna lesión en la rodilla. ¿Cómo lo hizo?
«Dos meses antes de Hamburgo corrí en Sevilla, y creo que ahí me había agarrado en un momento de una rampa muy ascendente de motivación por la marca que había hecho. Estaba muy feliz, mis sensaciones físicas fueron muy buenas. Me parecía que la oportunidad de volver a intentar la tenía que tener, más allá del poco tiempo que tenía entre un maratón y el otro, dos meses, que en general no es lo normal. También era una cuestión de que era mi última oportunidad: o me quedaba con la duda o lo volvía a intentar». Y allá fue.
«En la carrera, es muy importante el aliento de la gente. Tenemos nuestros propios avituallamientos de agua y comida, entonces estamos muy atentos a alcanzar ese puesto para poder seguir con mucha energía durante el recorrido. A veces suceden cosas que están fuera de nuestro alcance, como cuando hay un grupo cerrado de corredores, por ahí somos 15 o 20 en el mismo pelotón, y alguien se cae adelante tuyo, y hay que estar atentos a que esa caída no te toque», le contó Daiana a Olé.
Actualmente está entrenando una media de 170 kilómetros semanales, que eso se divide más o menos en nueve turnos a la semana, más dos o tres turnos de gimnasio, lo que redondea unos 12-13 turnos semanales.
«Yo siempre digo que empecé como una corredora amateur, una persona que empezó a salir a correr por salud, y con el tiempo fui dándome cuenta que podía ser mejor, dar un poquito más. Tuve mucha suerte de haber conocido a mi entrenador Hugo Bressani, que es con quien sigo entrenando después de 13 años», relata la corredora, que también es amante del fútbol.
«Antes de correr jugaba al fútbol en Fénix: yo soy de Pilar y jugué varios años. En ese momento tenía amor por el fútbol, era mi deporte y todo mi tiempo y mi cabeza estaba en el fútbol, pero con el paso de los años fui creciendo, teniendo otras necesidades, ya había empezado a trabajar y no puede seguir entrenando y yendo al club. Eran otros tiempos, el fútbol femenino de aquel momento no era el mismo que el actual, en el que la mujer alcanzó el profesionalismo en prácticamente todos los deportes», cuenta la hoy vecina de la escobarense Loma Verde, donde vive desde 2018.
Fuera del mundo del atletismo, Daiana es madre de tiempo completo, y eso engloba mucho. «Amparo tiene siete años y requiere de mucho de mí. En general mis entrenamientos y todas mis cosas las hago en su momento de colegio, entonces cuando sale me dedico 100% a ella. Fuera de este mundo, soy madre, esposa, acompaño a mi hija a todas sus actividades, quiero estar presente en todo lo que haga, apoyándola y viéndola disfrutar de los deportes que practica».
– ¿En qué momento de los Juegos te imaginás?
-Intento visualizarme mucho en la competencia, pensar mucho en la carrera que será el 11 de agosto. Me veo en la línea de largada, es lo que generalmente pasa en mi mente. También disfrutando un poco de la Villa Olímpica y de ver ídolos de diferentes deportes.
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