Las 3 joyas de Lanús para Tokio: el pibe de barrio humilde, el hijo del carnicero y un abanderado
Morales, Belmonte y De la Vega están en la nómina difundida por la Asociación del Fútbol Argentino. El Granate y Vélez son los equipos con más presencia en la Selección de fútbol que viajará a la cita olímpica.
En la lista olímpica del fútbol argentino hay tres nombres que enorgullecen a Lanús: el arquero Lautaro Morales, el mediocampista Tomás Belmonte y el delantero Pedro de la Vega, los tres con orígenes diferentes e historias particulares que vale la pena conocer antes de que empiecen a jugar en Tokio.
Morales, el pibe de barrio
Desde su infancia en Monte Chingolo, localidad pobre del partido de Lanús, nunca fueron sencillas las cosas para Lautaro Alberto Morales (16/12/99, todavía 21 años). El chico encontró cobijo en el Club Social y Deportivo 20 de Junio, uno de los tantos que cumplen una trascendente función comunitaria y ofrecen contención a sectores vulnerables. Tan alto es el honor de que el muchacho se haya forjado en su sede que el 20 de Junio lo muestra como imagen en su página de Facebook, donde son comunes los posteos para comentar sus actuaciones.
Sin padre que lo guiara, con una madre fallecida tempranamente, Lautaro fue criado por una abuela. Como reconocimiento, la lleva tatuada. Más de una vez, luego de un buen rendimiento o un triunfo, se ha acordado de ella, principal sostén en una etapa compleja.
Joaquín Blázquez (Talleres de Córdoba) y Jeremías Ledesma (oriundo de Pergamino y con pasado en Rosario Central, actualmente en el Cádiz español) son los otros arqueros del plantel.
Belmonte, el hijo del carnicero
De usar el cuchillo para rebanar la grasa de algunos cortes, a ponérselo metafóricamente entre los dientes para pelear cada pelota en el medio: Tomás Belmonte (27/05/98, uno de los de mayor experiencia con 23 años) es un habitué de las selecciones juveniles argentinas.
Supo trabajar en el negocio del padre, su hincha número uno y cuyo respaldo no deja de valorar. Le agradece mucho también al baby fútbol su desarrollo como futbolista. Por eso cada tanto se pega una vuelta por el Deportivo Guido para saludar y, cuando no había restricciones que lo impidieran, comerse un asadito en el quincho del lugar.
Por unas semanas, Toto Belmonte dejará de lado la rivalidad con Martín Payero y Agustín Urzi -figuras del vecino Banfield- para tirar todos juntos por la celeste y blanca. En la media cancha hay otros valores conocidos, que ya han incursionado con éxito en la Primera División de nuestro fútbol, como Thiago Almada (Vélez), Ezequiel Barco (Atlanta United) y Alexis MacAllister (Brighton de Inglaterra).
De la Vega, el abanderado
Desde sus orígenes en Olavarría, tierra de buenos futbolistas, Pedro de la Vega (20 años cumplidos el 7 de febrero) se destacó siempre, dentro y fuera de las canchas. Hasta llegó a ser el portador de la bandera en los actos escolares. Disfrutó de una infancia sin privaciones. Al Granate llegó en 2015 y con Luis Zubeldía como DT comenzó a sumar más minutos.
En la Selección olímpica tiene centrodelanteros fuertes, de buen juego aéreo, para buscarlos con centros, una de las especialidades del rubio Pedro. Batista convocó a Adolfo Gaich (Benevento, Italia) y Lucas Alario (Bayer Leverkusen, Alemania). También está Ezequiel Ponce, del Spartak de Moscú (Rusia). Pepo se puede desempeñar como un típico wing por afuera o, merced a su despliegue, como un carrilero de ida y vuelta por cualquiera de los dos andariveles.
Si al fútbol argentino le va bien en Tokio lo celebrará todo el país, sobre todo los hinchas de Lanús.