La hazaña de Loma Negra: el día que el equipo de la millonaria Amalita Fortabat le ganó a la Unión Soviética e hizo historia
Fue el 17 de abril de 1982, en plena Guerra de Malvinas, durante una gira del seleccionado socialista en la Argentina previa al Mundial de España. Cómo hizo el club de Olavarría para quitarle un largo invicto a una de las potencias mundiales.
En estos torneos argentinos de paridad notoria, algunos cortos y otros largos, de consagraciones inesperadas (Lanús, Banfield, Argentinos, Arsenal o Defensa y Justicia) y descensos sorpresivos, ya no asombra que un equipo pequeño se mezcle entre los grandes, pero distinto era hace cuatro décadas. Fue por esa época cuando Loma Negra se instaló imprevistamente en nuestro mapa futbolero.
Con muchos dólares (tan difíciles de conseguir entonces como ahora) y varias figuras, se armó para dar batalla en el viejo Campeonato Nacional y, no conforme con eso, se animó a desafiar a una selección europea. De este último hito, la victoria 1-0 sobre la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, está por cumplirse el aniversario número 41.
Loma Negra, de Olavarría al mundo
Ocurrió el 17 de abril de 1982, en pleno desarrollo de la Guerra de Malvinas. La Selección, dirigida por César Luis Menotti, se preparaba para defender en España el título conquistado cuatro años antes en nuestro país. Entre los amistosos de preparación hubo uno ante la URSS, poderosa expresión europea. El partido terminó 1-1, goles de Ramón Díaz y Joren Oganesian (considerado aún hoy el más importante futbolista oriundo de Armenia).
En tiempos de calendarios menos cargados y mayor improvisación en las giras, a los soviéticos se les ofreció jugar en la ciudad de Olavarría contra un Loma Negra para ellos absolutamente desconocido. La propuesta habrá dejado perplejos a los visitantes, pero los 30.000 dólares de cachet acabaron por convencerlos: comunismo y capitalismo han convivido sin mayores dificultades en el deporte profesional.
Después del parejo enfrentamiento contra nuestro seleccionado nacional, en el Monumental, los de camiseta roja e iniciales CCCP deben haber pensado que no podía complicarlos demasiado una formación que llevaba el nombre de la principal fábrica de cemento de Argentina. Se equivocaron.
La cancha de Racing de Olavarría, desbordada por habitantes de la ciudad y de pueblos vecinos, fue el escenario. Con Rogelio Antonio Domínguez, ex técnico de Boca y San Lorenzo entre otros, al mando, Loma Negra se impuso por 1-0. Armando Mario Husillos, quien justamente salió de la cantera xeneize y alcanzó su esplendor con los azulgranas, convirtió el único gol. Otra rareza de la inolvidable jornada: el encuentro se vio por TV.
Además de Husillos, delantero central zurdo de gran capacidad aérea (de cabeza señaló el 1-0 de un superclásico en la Bombonera) e inteligentes movimientos dentro y fuera del área, Loma Negra contaba con otros futbolistas de importante recorrido en nuestra Primera División.
En su formación habitual aparecían Luis Barbieri, arquero de Racing; Carlos Squeo, lateral de la Academia y campeón intercontinental; Osvaldo Rinaldi, hermano de Jorge y compañero de Maradona en el maravilloso juvenil de 1979; Félix Lorenzo Orte -un delantero que fue asesinado en 1989, un crimen que sigue impune- y José Luis Gaitán, ambos con actuaciones destacadas en Rosario Central, entre muchos otros.
La irrupción de Loma Negra
Este plantel compitió durante dos años mano a mano con los mejores. Se había clasificado al Nacional de 1981 dejando en el camino a tradicionales instituciones del interior bonaerense, como Olimpo de Bahía Blanca, Huracán de Tres Arroyos, Ramón Santamarina de Tandil y Douglas Haig de Pergamino.
En el Nacional le tocó compartir la zona con River y Ferro Carril Oeste, que acabarían por ser los finalistas (el Millo ganó ambos cruces por 1-0, con tantos del Vasco Olarticoechea y el Matador Kempes). Loma Negro quedó en la tercera posición, después de haber igualado las dos veces (0-0) contra los de Núñez.
El rol de Amalita Fortabat en Loma Negra
¿Cómo consiguió Loma Negra los fondos para solventar a tantos jugadores calificados y entrenadores de renombre como Roberto Marcos Saporiti o Vicente Cayetano Rodríguez? Todo el dinero provino de la empresa cementera. María Amalia Sara Lacroze Reyes de Fortabat -heredera del emporio creado por su marido, una de las mujeres más ricas de la historia argentina- decidió invertir en la pelota, según la leyenda por pedido de uno de sus queridos sobrinos.
A tal extremo llegó la ambición que en 1982, cuando Ubaldo Matildo Fillol entró en conflicto con la dirigencia riverplatense por la renovación de su contrato, se animaron a sondearlo. Amalita confió el gerenciamiento de la actividad en un empleado jerárquico de la firma, el coronel Luis Máximo Prémoli, cuya cara se volvió familiar en un período durante el cual los militares tenían voz y cámara en todos los medios. Aunque nunca se blanqueó la relación, fue público que el alto oficial del Ejército tuvo una relación íntima con su jefa.
La historia futbolística de Loma Negra, fundado el 31 de mayo de 1929, todavía se escribe, pero en silencio, sin las luces de televisión ni los billetes de la señora.