El día que Daniel Bazán Vera invitó a pelear a Gabriel Heinze por su sobrino Nazareno, la nueva figura de Almirante Brown
Nazareno Bazán, de 23 años, es uno de los goleadores del Mirasol en el comienzo de la Primera Nacional. Su tío, ídolo del club de Isidro Casanova, tuvo un encontronazo mediático con el Gringo.
Almirante Brown inició su decimonovena temporada en la Primera Nacional -la tercera consecutiva tras el campeonato obtenido en 2020- con tres victorias al hilo, que lo convirtieron en único líder de la zona A del torneo y uno más de los aspirantes a subir de categoría.
Los Bazán, familia de goleadores
En el último triunfo (4-1 frente a Agropecuario en Isidro Casanova) hubo dos goles de Nazareno Bazán, sobrino de Daniel Bazán Vera, histórico delantero y máximo goleador de la institución. El Indio, quien llegó a crear su propio merchandising con remeras y otros productos, marcó 83 tantos en 157 partidos durante los cuatro ciclos que permaneció en el club.
Bazán, también delantero para honrar el mandato familiar, desembarcó en Almirante Brown a mediados de 2022, para reforzar el ataque de un equipo que había arrancado bien pero que de a poco fue mermando su rendimiento. El año no terminó bien para la Fragata: culminó la temporada en el puesto 25 de 37 y su refuerzo estrella apenas aportó tres goles.
Su estreno goleador en 2023 se dio precisamente ante el equipo de Carlos Casares. Nazareno aprovechó un comienzo furioso de su equipo para anotar por duplicado: a los 11 minutos aprovechó un error de Fernando Moreyra y facturó de cabeza; a los 14, recibió de Germán Rivero, con un toque corto le amagó a la defensa y definió con el arquero caído.
El Bazán de Caseros y Liniers
Nazareno Bazán nació el 8 de marzo de 1999 en la ciudad de Caseros, en el noroeste del Conurbano bonaerense. Su cercanía con Liniers lo llevó a realizar las Inferiores en Vélez Sarsfield, club con el que hizo su debut como profesional.
En 2017 tuvo una temporada soñada con la V azulada: firmó su primer contrato, viajó a la gira por Australia y Singapur como sparring de la Selección y sobre el final de ese año se dio su presentación en Primera (en un empate 0-0 ante Lanús, entró por Nicolás Domínguez cuando faltaban 10 minutos). Además, gracias a sus 29 goles en 27 partidos en divisiones menores, fue elegido como el mejor juvenil en los Premios Alumni.
En los dos años siguientes, Bazán continuó siendo parte del plantel superior pero no le resultó sencillo afianzarse. Con Gabriel Heinze en el banco velezano, el joven de Tres de Febrero apenas pudo tener unos pocos minutos en cuatro ocasiones y siempre entrando desde el banco. Bazán jugó en la derrota ante Central Córdoba por Copa Argentina y entró en otros tres encuentros del torneo (Racing, Estudiantes y Belgrano).
Salida de Vélez y el de Daniel Bazán Vera
La falta de chances lo llevó a tomar otros caminos y comenzó su periplo por la Universidad Católica de Ecuador, al que viajó en condición de préstamo. Bajo esa misma condición jugó en Sportivo Luqueño (Paraguay) y después en Tristán Suárez, institución de la cual su tío también es goleador histórico.
La primera vez que dejó Vélez provocó la furia de Daniel Bazán Vera. En los inicios del Covid-19, con cuarentenas muy restrictivas en la mayoría de los países sudamericanos, Nazareno estaba solo en Ecuador y sufrió mucho la adaptación. El Indio culpó directamente a Heinze por ese desenlace, ya que sentía que el DT le había dado muy pocas oportunidades a su sobrino.
“Si me lo cruzo a Heinze, le arranco la cabeza”, decía el goleador allá por abril de 2020. El asunto escaló en repercusión y llevó a una respuesta de Vélez, por intermedio de Pablo Cavallero, manager del club en ese entonces.
Para el hoy Director Deportivo de Independiente, la decisión del entrenador no se debió a ninguna cuestión personal: Heinze aspiraba a otro tipo de delantero y desde el club siempre se le buscaron las mejores posibilidades al joven, de acuerdo con la voz oficial.
El episodio quedó como una anécdota más del folclore futbolero, con tipos conocidos en el medio. Lo realmente importante hoy para la familia Bazán Vera es que Nazareno mantiene viva la vieja tradición de romper redes en Almirante Brown.