24 de marzo: quién es la concejal de Javier Milei en Pilar que habló de “víctimas falsas” de la última dictadura
En vísperas del Día de la Memoria, a 47 años del último golpe de Estado, la legisladora liberal se expresó con un contundente y controversial posteo en redes sociales respecto de esa etapa oscura de la historia argentina.
En vísperas del Día de la Memoria, que conmemora los 47 años del golpe de Estado ocurrido el 24 de marzo de 1976 y que inició la última dictadura militar, una concejal liberal de Javier Milei en Pilar hizo un posteo en redes sociales en el que habló de «víctimas falsas» y despertó polémica, ya que en la misma red social fue acusada de «negacionista».
Se trata de Solana Marchesán, legisladora local que asumió en 2021 su banca en el Concejo Deliberante bajo el espacio Avanza Libertad de José Luis Espert. Sin embargo, en julio de 2022 se pasó a las filas de La Libertad Avanza, del mediático diputado y economista, aduciendo que no había podido ser candidata suya porque el frente no compitió en la provincia sino sólo en Capital Federal.
En los últimos días, Marchesán había asistido a la presentación del libro «La estafa con los desaparecidos», del periodista y escritor, Jorge D’Angelo, y que intenta desbaratar el dato sobre los 30.000 desaparecidos e indaga sobre supuestos casos fraguados de víctimas para cobrar indemnizaciones.
D’Angelo ha dicho que su libro «es la copia fiel de una denuncia que presenté en Comodoro Py en noviembre de 2019» y mencionó que «sin control alguno y durante años, diversos funcionarios han pagado casi tres mil millones de dólares en indemnizaciones por la represión ilegal del Estado, sin que los argentinos podamos conocer los datos que habilitaron esos pagos».
La presentación contó con la presencia de la diputada liberal, Victoria Villarruel, quien desde hace años milita para refutar la cifra de los 30.000 desaparecidos durante la última dictadura. Fue en ese contexto que Marchesán estuvo como invitada y por ello escribió en su cuenta de Twitter: «Pensar que le pagan en promedio 30/40 palos a víctimas falsas y después no entendemos porqué no hay presupuesto para lo importante». Y describió a D’Angelo como un «tremendo patriota».
Su expresión generó repudio de distintos usuarios, quienes la tildaron de negacionista. Y ella respondió: «Nadie niega que hubo víctimas reales. Pero ¿qué hacemos con la gente declarada muerta bajo “ejecución sumaria” en los 70 cuando estaba viva en el 2016 y cobrando millones de indemnización? Se les descubrió la estafa y están preocupados».
La otra polémica de la concejal de Javier Milei en Pilar
En septiembre del año pasado, cuando el Concejo Deliberante de Pilar emitió un repudio formal al atentado que sufrió la vicepresidente Cristina Kirchner cuando un hombre se paró frente a ella en el barrio porteño de Recoleta, la apuntó con un arma de fuego y gatilló dos veces, pero los disparos no salieron. Aunque todo el arco político repudió el intento de asesinato, Marchesán rechazó acompañar el documento.
En aquel momento dijo que del caso sólo había «interpretaciones de un lado y del otro» y que «la pistola puede ser de juguete o puede ser real». En tal sentido, argumentó: «Eso lo va a dictaminar la Justicia si es que no se siguen reseteando teléfonos de fábrica. No hay lugar para posturas tibias, cuando prueben que no fue un montaje, lo voy a repudiar con gusto».
Luego de su intervención en el recinto, dobló la apuesta en sus redes sociales: «Mientras este circo transcurre y copta las agendas legislativas, sigue creciendo la pobreza, faltan recursos clave para instituciones educativas, hospitalarias y de seguridad. Esto ya es una estrategia de desvío de la atención. que pone de manifiesto quienes son funcionales al kirchnerismo. Sus posturas tibias los delatan».
Y, con ímpetu, la concejal de Pilar había finalizado: «A la gente los repudios de los políticos respecto de un hecho que está siendo investigado no le interesa, no le pone un plato de comida en la mesa, ni le agrega una banca en condiciones en una escuela, ni equipa un efectivo de la policía, ni suma un respirador en un hospital».