A 20 años de una goleada eterna: Banfield metió cinco y la barra de River suspendió el partido
El Millonario peleaba el título y recibió un golpe inesperado en el Sur del Gran Buenos Aires. Roberto Colautti, salido de Boca, fue la figura en el lapidario 5 a 0 que el Taladro celebró en el Florencio Sola.
Banfield fue un inesperado protagonista del Apertura 2002, un torneo con varios partidos llenos de goles. Al comienzo, el Independiente de Américo Rubén Gallego asomó como gran candidato. El Rojo había salido último en el torneo anterior, pero contrató varios refuerzos de lujo para pelear arriba y se quedó con el título. En un arranque a todo vapor le había hecho 7 a Colón y 6 a Chacarita.
La vuelta a Primera de Banfield
A mediados de 2001, gracias a los goles de Carlos Leeb y la magia de Garrafa Sánchez, el Taladro venció 6-3 en el global de la final a Quilmes y ascendió como campeón de la B Nacional. El DT de aquel equipo había sido el correntino Ramón Héctor Ponce, quien asumió en carácter de interino tras la salida de Oscar Domingo Blanco y continuó hasta el final debido a su buen andar.
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Los primeros pasos en la máxima categoría se hicieron difíciles. A Banfield le costaba mucho conseguir buenos resultados y fue así que, al cabo de cinco derrotas (0-5 en el debut con Newell’s, la más dolorosa) y apenas una victoria, Ponce dejó su cargo. Luego de unos partidos con técnicos provisorios, le llegó el turno al uruguayo Luis Garisto.
El Banfield de Garisto
El Taladro concluyó ese torneo en el puesto 18º, con apenas 11 de los 30 puntos en juego desde que asumió el DT uruguayo. Sin embargo, se quedó con la gran alegría de derrotar al Boca de Carlos Bianchi en la Bombonera con un gol de penal, sobre la hora, de Cristian Lucchetti.
La temporada terminó bien para Banfield: finalizó el Clausura 2002 con 30 puntos, alcanzó los 48 y evitó tanto el descenso directo como la promoción. Además, volvió a ganarle a Boca -dirigido por Oscar Tabárez- y le sacó un empate al River campeón en el Monumental. Ya sin el Gatito Leeb, de breve paso por Ferro antes de retirarse, el encargado de los goles pasó a ser el oriental Josemir Lujambio.
Otro comienzo irregular
Con la satisfactoria performance del Clausura, Garisto intentó seguir mejorando al Taladro. Para compensar la partida de Lujambio a México, aprobó la contratación a préstamo del joven delantero Roberto Damián Colautti, un cordobés apodado Casualidad, quien había debutado el año anterior en Boca y venía de un breve paso por el Lugano suizo.
El equipo de Garisto no pudo mantenerse en la senda exitosa. El primer triunfo recién lo consiguió en la sexta fecha: 1-0 a Gimnasia en La Plata. Los altos rendimientos ante los grandes no se repitieron en ese inicio, pues cayó sucesivamente contra San Lorenzo, Boca y Racing.
El batacazo del año, contra River
A Banfield, que entró al último tercio del certamen con apenas dos victorias, le tocó enfrentar al River de Manuel Pellegrini, entrenador chileno aún vigente que había sido campeón el año anterior en San Lorenzo con récord de puntos y éxitos consecutivos.
El Millonario amagaba con llevarse el título de arremetida: en Avellaneda le había quitado el invicto al Rojo, líder del torneo, y se había ubicado a dos unidades de la punta.
Aquella tarde-noche del 20 de octubre de 2002 quedará para siempre en el recuerdo de los hinchas del Taladro. Banfield recibió a River con la siguiente alineación: Lucchetti; Julio Barraza, Adrián González, Javier Sanguinetti, Diego Cocca; Iván Moreno y Fabianesi -otro de los refuerzos-, Darío Cavallo, Pablo Fernández, Walter Jiménez; Jorge Cervera y Colautti.
Colautti pegó ni bien había arrancado el encuentro. Fue su primer grito con la camiseta blanca y verde. Luego Martín Demichelis convirtió en contra y, antes del cierre del primer tiempo, Moreno y Fabianesi estableció el 3-0.
Se esperaba una respuesta del Millonario, pero los tres cambios en el entretiempo no alcanzaron. A los 7 minutos el Lorito Jiménez se la picó a Ángel David Comizzo para marcar el 4-0. Enseguida Colautti consiguió su doblete y un 5-0 que liquidó a River.
Disturbios y suspensión
El quinto gol fue letal para el Millonario. La gente se convenció de que no iban a poder darlo vuelta y, para colmo, iban a quedar a cinco unidades del puntero, ya que Independiente le había ganado 1-0 a Estudiantes en la Doble Visera. Algunos hinchas comenzaron a subirse al alambrado y el árbitro Claudio Martín tuvo que frenar el partido.
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Las palabras de Comizzo y Leonardo Astrada no lograron convencer al referí de que continuara el encuentro ni a los fanáticos de que se bajaran. Los más exaltados rompieron el tejido metálico y empezaron a pelearse con los policías, lo que provocó que no hubiera retorno para esa situación. A los 21 minutos del segundo tiempo, Martín dio por finalizado ese Banfield-River. Días más tarde, el Tribunal de Disciplina confirmó el 5-0.
La frutilla del postre
Envalentonados por semejante triunfo, los de Garisto vencieron 3-2 a Huracán, como visitantes, con otro doblete de Colautti. Luego le siguieron dos empates hasta que llegó la fecha 17. El rival era Independiente, que venía trastabillando, sin el paso demoledor del principio, pero seguía en la cima.
Los de Avellaneda lograron que Banfield saliera de su estadio, por lo que el encuentro se jugó en el Amalfitani. Federico Insua puso en ventaja a los de Gallego a los 10 minutos del primer tiempo. En el segundo llegó el empate por intermedio de Adrián González y, a ocho del final, Jiménez convirtió un 2-1 que le agregó picante a la definición. A la jornada siguiente, el Rojo le empató al escolta Boca sobre la hora y se consagró en la última fecha.