Tragedia en el fútbol: quién era Samuel Rebollo, el joven de 20 años que se suicidó después de que lo dejaran libre
El chico se desempeñaba en la Cuarta División del club Aldosivi de Mar del Plata y ya tenía edad para firmar primer contrato profesional. Este jueves se quitó la vida tras la decisión de la institución de no tenerlo en cuenta.
Samuel tomó la trágica decisión en la casa de su madre, en Buenos Aires, y su muerte se conoció en las últimas horas.
Samuel Rebollo respiraba, sentía y disfrutaba el fútbol. Soñaba, como muchos, con poder desarrollar su vida en torno a la pelota, pero este jueves tomó una trágica decisión: se quitó la vida en la casa de su madre, en Buenos Aires, y dejó conmoción en sus familiares, amigos, allegados y todo el mundo del deporte argentino en general.
El chico tenía 20 años y se desempeñaba como marcador central en la Cuarta División del club Aldosivi de Mar del Plata, al que había llegado a principios de este año. Oriundo de Salta, antes había jugado en las inferiores de Gimnasia y Tiro y Central Norte, ambos de esa provincia. Después, en edad de Sexta División llegó a Atlético Tucumán, para luego probar suerte en Platense y Lanús, en el Conurbano bonaerense.
Con edad para firmar primer contrato profesional, la institución marplatense decidió dejarlo libre por condiciones futbolísticas. Tras esa noticia, el juvenil tomó la drástica determinación de suicidarse.
El desgarrador mensaje del padre de Samuel Rebollo
La muerte del chico causó un gran impacto. Desde Aldosivi indicaron que todos los juveniles de Inferiores reciben apoyo psicológico pero que él nunca había demostrado ninguna conducta que los hubiera alertado. No obstante, el club emitió un comunicado en redes sociales.
«Lamentamos profundamente el fallecimiento del jugador Samuel Rebollo, quien formó parte de la institución durante el último año. Dirigentes, entrenadores, compañeros y amigos lo despiden recordando a una excelente persona, quien siempre estuvo comprometido con el club. Enviamos nuestras condolencias a toda su familia y seres queridos», manifestaron desde la institución.
José Rebollo, el padre del chico, es un ex futbolista salteño que, según sus redes sociales, se define como coordinador y representante de jugadores juveniles de fútbol. En su cuenta de Facebook hizo un desgarrador posteo con fotos junto a Samuel y un conmovedor escrito.
«Dejaste un dolor que no se curará jamás, mi negrito. Solo le pido a Dios y a la Virgencita que me dé fuerzas para seguir en esta pesadilla. Voy a buscarte, hijo, por tu descanso eterno», manifestó el hombre.
Leandro Latorre, otro juvenil de Aldosivi que se quitó la vida
En agosto de 2020, Leandro Latorre, un juvenil de 18 años, también se quitó la vida luego de quedar libre en el club Aldosivi mientras se recuperaba de una lesión que había sufrido en 2019.
El chico, que era oriundo de Río Negro, no había conseguido equipo y había entrado en una depresión muy profunda que derivó en que su familia, un día, lo encontrara muerto en el patio de su casa. «Nos dejó una carta y audios en el teléfono. En la carta expresa poco, pero sí en los audios. Le saca culpa a todos, pero hace alusión al gran dolor que tenía por lo que le había pasado en Aldosivi, por cómo se sentía. Se sentía inútil, inservible, cansado. Esos fueron sus motivos», dijo Sergio, su padre.
Y agregó: «Él hablaba de su dolor por el fútbol y de sentirse inútil porque creo que lo hicieron sentir así en Aldosivi. Lo explotaron y después que lo empezaron a relegar comenzó a sentir esa depresión encubierta, pero él no puntualiza en nadie, si en su desamor porque el fútbol era su pasión. Lo hicieron sentir como un inútil en lo que más amaba. Al sacarle eso se desmoronó. El club los debe preparar para la vida, no solo para el fútbol. Los chicos son un número y dudo que esto cambie».
Por último, Andrea, la mamá, cerró: «Estoy muy emocionada porque la verdad que lo extraño mucho a mi chiquito. Yo estoy muy enojada con el fútbol, con los dirigentes porque me arrancaron una parte muy importante de mi vida. Y uno se tiene que separar con los hijos que tenemos acá y con el que tenemos en el cielo. Leandro está siempre presente, pero es un día a día. Si me encantaría hacer una fundación en nombre de mi hijo para ayudar a todos los chicos que tengan problemas con el fútbol, hacer un cuerpo de psicólogos y profesionales que puedan estar presentes para ellos».
