Temperley: la historia del sacerdote que se enamoró en medio de una misa y renunció al celibato para casarse
Ignacio Cherino dejó atrás su vida religiosa en Chubut cuando conoció a Gabriela, una profesora de catequesis de Lomas de Zamora que echaron de su trabajo cuando se supo que estaba en pareja con un ex sacerdote. Relato de película.
La pareja ganó ocho millones en la televisión y usará ese dinero para casarse.
Se hicieron conocidos por ganar ocho millones de pesos en el programa “Los Ocho Escalones” transmitido por eltrece y allí sorprendieron con su historia de amor: Ignacio Cherino era sacerdote en la localidad de Comodoro Rivadavia, provincia de Chubut, pero decidió abandonar su vocación y su vida allí cuando se enamoró de Gabriela Esteche, una docente de Temperley. Ahora viven juntos en el sur del Conurbano y sueñan con casarse.
El pasado 16 de febrero la pareja trascendió los límites barriales tras haber contado su historia en televisión, donde ganaron ocho millones de pesos y estuvieron muy cerca de llegar a los diez millones. Allí contaron que desean casarse este año. “La plata no hace la felicidad, pero ayuda. Lo vamos a usar para pagar deudas y para alcanzar nuestro sueño de casarnos”, contó el ex clérigo.
Al relatar su historia, Gabriela hizo hincapié en las consecuencias que tuvo que afrontar por haberse enamorado de un sacerdote: una vez trascendida la noticia, el colegio parroquial para el cual trabajaba decidió echarla y hoy se encuentra en juicio contra la institución. Además, perdió amigos y se ganó las críticas de mucha gente que no aprobaba la relación.
“En el trabajo me persiguieron hasta que me despidieron, estoy en juicio actualmente (…) Un montón de gente nos dejó de hablar, perdí amistades. Me decían que esto es turbio, que es raro. Hasta me han mandado mensajes tratándome de prostituta. Yo no considero haber hecho nada malo, sólo encontré el amor. A mí lo único que me interesa es la aceptación de mis hijos, y ellos lo aman”, contó.
El sacerdote y la profesora: cómo se conoció la pareja de Temperley
Durante la pandemia, Ignacio Cherino -quien en ese momento era sacerdote en Comodoro Rivadavia- realizaba misas virtuales debido al aislamiento obligatorio, a las cuales Gabriela Esteche -en ese entonces docente en una escuela en Avellaneda– asistía virtualmente. El primer acercamiento fue por Facebook y desde entonces surgió una amistad.
“Empecé a seguir sus misas antes de trabajar, por Zoom, y un día le mandé un mensaje, sin ninguna intención de nada. Siempre fue muy respetuoso y con el tiempo nació una relación de amistad. Yo me crié laburando en parroquias y soy catequista, jamás tuve una intención amorosa”, detalló la mujer.
Con el correr de los meses, la amistad crecía y también el amor, pero ninguno decía nada. La primera en dar el paso fue Gabriela, quien le confesó a Ignacio lo que sentía. “Ella me dijo que sentía algo más que ser sólo una amiga, pero tuve que cortarle los pelos. Yo me sentía de la misma manera, pero no podía por mi obligación con la Iglesia”, contó el ex sacerdote.
Asimismo, Ignacio contó que unos meses después “ya no podía resistirlo” y le confesó a la mujer que su amor era correspondido. Pero su obligación parroquial se volvía un dilema, así que decidió recurrir a un colega experimentado que lo aconseje. “Me dijo que capaz esto era lo que Dios tenía preparado para mí, que no estaba encontrando la felicidad ahí. Si Dios me presentó a Gabriela es por algo”, dijo Ignacio.
Así fue como meses después Ignacio decidió dejar los hábitos y mudarse a Temperley, partido de Lomas de Zamora, para ver a Gabriela en persona por primera vez. “Cuando llegué no hubo palabras. Nos miramos, nos abrazamos y nos besamos”, recordó el ex sacerdote, quien ahora trabaja como profesor de historia. Hoy viven juntos y sueñan con casarse.
