Un secuestro, 72 horas de angustia y 1.000 policías: el detalle de cómo encontraron a Maia
A la niña de siete años la encontraron en Luján. Había desaparecido el lunes al mediodía y su captor la llevó hacia el Oeste del Conurbano. La Policía Bonaerense aportó la mayor cantidad de agentes en un trabajo en conjunto con la Nación y la Ciudad.
Como la mayoría de las historias de menores desaparecidas en zonas vulnerables suele tener finales previsibles y trágicos, el hallazgo con vida de Maia Yael Beloso es una noticia que reconforta. La chica fue encontrada esta mañana, poco después de las 8, luego de un intenso operativo de búsqueda que movilizó a casi 1.000 integrantes de las fuerzas de seguridad y que durante tres días fue seguido con angustia por la sociedad.
Gracias a sucesivos llamados de vecinos al 911, la menor, de siete años, fue localizada en las cercanías de la estación Universidad de Luján por personal del Comando de Patrullas de esa localidad. Junto con Maia estaba Carlos Alberto Savanz, de 35, quien fue detenido sin oponer resistencia y ahora deberá responder por este secuestro y una anterior denuncia por abuso sexual en Guernica. La Policía incautó también la bicicleta en la que el acusado trasladó a la chica, en una precaria caja ubicada en la parte trasera.
La búsqueda de Maia comenzó el lunes al mediodía, luego de que la madre, Stella, informara su desaparición en la comisaría vecinal 9C, de Villa Cildañez, en las inmediaciones de Parque Avellaneda. Imágenes de la chiquita y su captor quedaron registradas en cámaras de seguridad del barrio y de estaciones del Ferrocarril Sarmiento, en un raid por varios municipios del oeste del Conurbano.
«Mamá, te quiero. te extraño. ¿Cuándo venís?», le dijo Maia a su madre en el primer contacto telefónico entre ambas, mientras una agente de la Policía Bonaerense abrigaba con su campera a la menor. En principio, estaba en buenas condiciones de salud.
La familia de la víctima recibió con alivio y alegría la noticia, aunque en principio la tutela de la menor quedará provisoriamente a cargo de la División de Minoridad de la Ciudad, dadas las condiciones precarias en las que viven.
El detalle de cómo terminó el secuestro de Maia
Mientras el operativo de búsqueda estaba desde el miércoles tras la pista de la niña y su captor en la zona Oeste del Conurbano bonaerense, fueron vecinos de Luján los que divisaron a Savanz y a la chiquita en una bicicleta, pasadas las 8 de la mañana del jueves, y enviaron el alerta al 911.
De ese modo, y en sintonía con los registros de las cámaras de seguridad de la zona, Carlos Savanz fue interceptado por la Policía Bonaerense mientras los dos vecinos que se involucraron siguieron de cerca los pasos de las dos personas que llevaban casi tres días siendo buscadas de manera intensa.
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Marina, comerciante de Luján, fue gran protagonista para que el secuestro de Maia tuviera un buen final: divisó a Savanz en la bicicleta después de haber dejado a su propia hija en el jardín de infantes. «Venía por la calle La Plata y Buenos Aires -relató la mujer-. Justo en esa esquina, veo al chico en la bici, con ese cajoncito que tenía atrás del plástico, con una caja de cartón».
«Al ver a ese hombre, me llamó la atención y di la vuelta manzana. Entonces, empecé a seguirlo. Cuando di la vuelta, vi a un camionero que también se había dado cuenta. Me hizo señas y me dije ‘no me estoy equivocando’. Lo empecé a seguir como seis o siete cuadras y ahí llamé al 911», sostuvo la mujer.
La vecina de Luján dijo haberse quedado observando los movimientos del secuestrador hasta la llegada de la Policía. «Él iba con un buzo con capucha. Era el aspecto de chico que salía en el noticiero. Y a Maia la pude ver recién cuando lo detuvieron al hombre. Sacaron el cartón que había sobre el canasto y ahí estaba ella», aseguró Marina.
Carlos Savanz se había apropiado de Maia Yael Beloso el pasado lunes 15, apenas pasadas las 12 del mediodía. La niña de 7 años había sido vista por última vez en el barrio porteño de Villa Lugano cuando el captor hombre se la llevó en bicicleta hacia la zona Oeste del Conurbano.
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La búsqueda por parte de las fuerzas de seguridad se fue intensificando a medida que avanzaban las horas. El miércoles 17 ya se había activado un operativo que involucraba a más de mil efectivos de tres fuerzas de seguridad con motos, camionetas, helicópteros y perros rastreadores.
Los efectivos de las policías Bonaerense, de la Ciudad y Federal realizaron rastrillajes de búsqueda casa por casa en barrios de la localidad bonaerense de La Reja, partido de Moreno, y en General Rodríguez, siguiendo la pista de Savanz y la niña. Stella, la madre de la chiquita, tuvo reuniones permanentes con las máximas autoridades políticas en Seguridad de la Nación, de provincia y de Ciudad, que la mantenían informada acerca de los movimientos realizados por los investigadores.
El mismo miércoles, decenas de vecinos y amigos de la familia de Maia participaron durante toda la jornada de cortes de la autopista Dellepiane, a la altura del barrio de Villa Lugano, en reclamo del esclarecimiento del caso y exigiendo la aparición con vida de la niña.
Los policías involucrados en la búsqueda, bajo la supervisión de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional 54, a cargo de Laura Belloqui, analizaron decenas de cámaras de seguridad que captaron el minuto a minuto del trayecto que realizó Maia con su captor desde las 8.40 de la mañana del lunes en Villa Lugano hasta pasadas las 13.30 de ese día, cuando se los vio por última vez en el partido de General Rodríguez.
Tras evaluar la situación, se resolvió activar el «Alerta Sofía» (un sistema de comunicación de emergencia rápida para el reporte de desapariciones de menores de edad), y se conformó un «comité de crisis» integrado por la fiscal Belloqui, la cotitular de la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (Protex), el Ministerio de Seguridad de la Nación, de la Ciudad y de la Provincia de Buenos Aires.
Desde entonces, participaron del operativo unos 700 efectivos de la Policía Bonaerense, además de agentes de distintas divisiones de la Policía de la Ciudad en motos y camionetas, expertos de la Policía Federal con helicópteros y bomberos con perros adiestrados.
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