San Isidro se hace cargo del recambio de las luces en la Panamericana para agilizar los reclamos vecinales
Se da gracias a un convenio firmado por el intendente Ramón Lanús con Autopistas del Sol. Ya utilizan luminarias LED. «Lo hacemos pensando en la seguridad y el beneficio de nuestros vecinos», explicó el jefe comunal.

San Isidro firmó un convenio con Ausol para hacer el recambio de las luminarias que se rompan en la Panamericana, con nuevas luces LED.
El Municipio de San Isidro, gobernado por el intendente Ramón Lanús, firmó un convenio con Autopistas del Sol (Ausol) para llevar adelante un ambicioso plan de renovación del sistema de iluminación en las colectoras y frentes de la Autopista Panamericana.
El objetivo es mejorar la visibilidad, aumentar la seguridad vial y ofrecer una circulación más cómoda y segura para los vecinos. En una primera etapa, ya se reemplazaron 130 luminarias sobre un total previsto de 650, marcando un importante avance en este plan conjunto entre el sector público y privado.
El acuerdo permite responder a una demanda histórica de los vecinos vinculada al mantenimiento de la iluminación en la principal vía de acceso al distrito. Hasta ahora, los reclamos eran difíciles de gestionar porque las luminarias no estaban bajo jurisdicción municipal.

«Antes de este acuerdo, era difícil gestionar las solicitudes de los vecinos relacionadas a la iluminación de la Panamericana, puesto que dichas luminarias no dependen del Municipio. Con este convenio lo que logramos es la gestión conjunta y nos hacemos cargo del recambio a una mejor tecnología pensando en la seguridad y el beneficio de nuestros vecinos«, explicó Ramón Lanús.
Panamericana: dónde cambiaron las luminarias
El recambio se está realizando con tecnología LED, que no solo ofrece una iluminación más clara y eficiente, sino que también implica un menor consumo energético y un menor impacto ambiental. Mientras que la responsabilidad del mantenimiento seguirá siendo de Ausol, el Municipio tendrá la posibilidad de realizar controles complementarios para garantizar el correcto funcionamiento y coordinar las intervenciones necesarias. De esta manera, se busca asegurar la continuidad del servicio y evitar zonas oscuras o peligrosas para conductores y peatones.
Los trabajos están planificados en varias etapas a lo largo de 12 meses. La primera etapa ya fue completada con el recambio de luminarias en sectores estratégicos como el frente y rotonda del SIC, los frentistas de acceso Tigre entre José Ingenieros y Tomkinson, el frente del Buenos Aires San Isidro Club (BASI) y el Campo Público de Golf de Villa Adelina.
Actualmente está en marcha la segunda etapa, que contempla la renovación de luminarias en los frentistas de acceso Tigre entre Tomkinson y Sucre, frentistas de Panamericana entre Sucre y Capitán Juan de San Martín, el cruce de Panamericana con Avelino Rolón, y la intersección de Avenida Fondo de la Legua y Panamericana.
Con esta iniciativa, San Isidro busca consolidar un modelo de gestión colaborativa que priorice la seguridad, eficiencia energética y calidad de vida para todos los vecinos del distrito.
San Isidro sumó otro terreno a la costa pública
El plan para recuperar la costa pública en San Isidro sumó un nuevo avance, esta vez con la liberación de un punto estratégico ubicado en la intersección de Alvear y el río, en la zona norte del conurbano bonaerense. Se trata del sector que ocupaba parcialmente la cadena de gimnasios Sport Club, cuyo cerco impedía el libre acceso al espacio costero para quienes no fueran socios.
La medida forma parte del San Isidro Plan Urbano Costero (SI PUC), impulsado por la gestión del intendente Ramón Lanús, que desde el año pasado busca integrar la costa al uso público, promoviendo espacios abiertos y accesibles para todos los vecinos y visitantes. En este caso, se logró liberar 1.400 metros cuadrados de costa a través de un acuerdo con la administración del gimnasio, que incluyó un «proceso de diálogo y trabajo conjunto» según explicaron desde el Municipio.

Como resultado de ese acuerdo, la Municipalidad procedió a correr el cerco que hasta ahora limitaba el paso, y el gimnasio privado asumió el costo de construir un nuevo cerramiento que delimita claramente su parcela privada, sin invadir el área pública. «El gimnasio es una actividad comercial privada que deberá desarrollarse dentro de los límites de su parcela», indicaron fuentes municipales, en línea con los lineamientos del plan costero.
El establecimiento inició su expediente de construcción ante el Municipio en 2018 y comenzó a operar comercialmente en 2019, sobre dos parcelas privadas contiguas. Sin embargo, posteriormente avanzaron sobre terrenos públicos sin contar con autorización, cercando el espacio para realizar actividades al aire libre exclusivas para sus miembros. Esta situación fue detectada y abordada por el gobierno local en el marco de la revisión general del uso del suelo costero.
Esta no es la primera acción de este tipo en el marco del SI PUC. En los últimos meses, la gestión de Lanús ya había avanzado en la demolición de dos bares emblemáticos –Barisidro y Catalejo– con el objetivo de recuperar accesos visuales y físicos al río. Ahora, con este nuevo paso, la administración municipal refuerza su compromiso de garantizar una costa abierta, integrada y de uso colectivo.

«Queremos una costa integrada y accesible, con espacios públicos para que todos puedan disfrutarla», reafirmó el intendente Lanús, que promete continuar con estas acciones en distintos puntos del borde costero de San Isidro.
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