Muerte en la Panamericana: cuál fue el mensaje premonitorio de la víctima antes de la tragedia en el peaje
Diego Martínez, el hombre que se estrelló en las cabinas de General Pacheco, estaba deprimido por el suicidio de su mejor amigo. Dos horas antes del accidente mortal, envió sugestivos audios a su ex pareja.
«Que sea recordado como una excelente persona y mejor padre. Él amaba a su hijo en esta vida y en todas las otras. Siempre va a ser el amor de mi vida». Así se despidió Magalí Guerrero (28) de Diego Martínez, el joven que se mató ayer en la Panamericana estrellándose con su auto contra la cabina del peaje del ramal Campana, a la altura Pacheco, en el kilómetro 33.7, sentido hacia el norte.
El coche impactó de lleno contra el muro de contención, dio un vuelco en el aire, destrozó una de las cabinas de peaje y salió disparado. Fue un choque violentísimo. En un primer momento se pensaba que Martínez, de 25 años, viajaba junto a dos amigos pero luego se confirmó que estaba solo abordo del vehículo. Por los golpes falleció en el acto.
Los fierros retorcidos quedaron desperdigados junto a la estación de peaje. El motor, incluso, fue hallado a unos cincuenta metros del lugar del choque. Como consecuencia del accidente, las cabinas 14, 15 y 16 quedaron fuera de servicio, lo que generó demoras en el tránsito.
Muerte en la Panamericana: los estados de Diego Martínez
Con el correr de las horas, y gracias al trabajo que los investigadores realizaron con los familiares de la víctima todo cambió. Se supo que Martínez estaba profundamente deprimido por la reciente muerte de un amigo. Y no solo eso: horas antes de su muerte les dejó sugestivos mensajes a sus seres queridos, fundamentalmente a su pareja Magalí. En casi todos hace referencia a su pequeño hijo Luka, de dos años.
«Subió estados donde se despedía de la familia, de mi y de su hijo. Escribió cosas puntuales de los hermanos, de sus papás diciéndoles que los quería. También que a mí me iba a amar toda la vida y que cuidara de mi hijo. Que iba a ser una excelente mamá como lo vengo siendo», afirmó Magalí al diario Clarín.
Cerca de las cinco de la mañana, el estado de WhatsApp de la línea de Diego se activó. Entonces escribió los mensajes. Dos horas después se estrelló contra el peaje. Por eso, todos los caminos conducen a que Martínez quiso suicidarse de esa manera.
Para Magalí, Diego estaba triste por varias razones: La pérdida de su amigo, que no conseguía trabajo estable, el corte de su relación como pareja -estuvieron juntos ocho años y en enero se separaron en muy buenos términos- y su vínculo con algunos allegados.
«Le pegó súper mal la pérdida de su amigo meses atrás. Por eso le recomendé que haga terapia, porque creía que tenía síntomas de depresión. Cuando pasó todo, Diego había estado hablando con su amigo unas horas antes. Cuando se enteró quedó shockeado. Hasta el día de hoy se preguntaba el porqué», dijo Magalí tras dar a conocer que ese amigo de Diego se había suicidado.
Fanático del fútbol, Diego tenía 25 años y vivía en Villa Tesei, partido de Hurlingham. Su pasión era River. Jugaba en el club de su barrio, el CFI (Club Barrio Infantil), donde imitaba a su ídolo, Luka Modric, jugador del Real Madrid. Por eso su hijito se llamaba como el crack croata. Actualmente se ganaba la vida como chofer de una aplicación de viajes de auto.
«Cuando se enteró que estaba embarazada quedó en blanco porque no estábamos preparados. Yo había perdido un embarazo antes y no quería tener un bebé y después se puso feliz. Decía que iban a ir juntos a la cancha de River. Quería que el bebé jugara en el club donde él jugaba, en el CFI. Luka es zurdo como el papá», dijo la mujer.
El último mensaje que mandó Diego a Magalí fue a la madrugada y dejó ver muchas cosas. «Cuidá a Lu (por Luka) y cuidá a tu hermana. Dale un re beso en el cachete de mi parte», le decía. La joven afirmó que sus palabras se oyeron «como si estuviese llorando». Dos horas después su vida se terminó al estrellarse contra los muros de contención de la cabina del peaje de la Panamericana.
Hacé tu comentario