Merlo: el sospechoso de un crimen que llevaba dos años prófugo y cayó por visitar a su familia
Lo acusan de haber matado a una adolescente en diciembre de 2019, durante una fiesta privada. Esta semana, con el dato de su paradero, la Policía Federal lo apresó en la casa de su familia en Mariano Acosta.
«Cogote», un peligroso delincuente de Merlo, en el oeste del Conurbano, se confió. Pensó que la Justicia, que lo buscaba desde hacía más de dos años por el crimen de una adolescente, se había olvidado de él. Se equivocó: esta semana, fue capturado por agentes de la Policía Federal que lo localizaron en su casa, a la que había vuelto a visitar a su familia.
El drama de un vecino de La Matanza, víctima de un viudo negro: lo drogó, abusó de él y lo desvalijó
El pedido de captura que pesaba sobre Franco Agustín Soto, alias «Cogote», data de diciembre de 2019. Según la acusación penal, se presentó una noche en una fiesta privada de la calle Murguiondo, en Merlo, pero en la entrada le negaron el ingreso: los anfitriones lo conocían y sabían que solía andar armado y era problemático.
Ante el rechazo, tomó la peor decisión en segundos: sacó su pistola y comenzó a disparar en el interior de la vivienda. Además de herir a un joven, las balas impactaron en Elizabeth Karina del Valle, de 17 años, que terminó perdiendo la vida.
«Cogote» escapó y se mantuvo prófugo de la Justicia hasta esta última semana, cuando una brigada de detectives de la PFA que son especialistas en rastrear personas que llevan años como fugitivas. Tras arduas tareas investigativas, lograron obtener el dato de su paradero: el presunto asesino había vuelto a su casa a visitar a su familia.
Con la orden de detención expedida por el Juzgado de Garantías N°1 de Merlo, los agentes lo esperaron en las inmediaciones de la vivienda hasta que, en un momento, salió a la vereda. Al verlos, comenzó a correr por más de 400 metros pero fue alcanzado y capturado. Tras ser detenido, se esperaba su indagatoria.
Otras detenciones de la brigada que capturó al prófugo en Merlo
La misma brigada de detectives de la PFA que capturó a «Cogote» en Merlo, ya venía de detener, a mediados de febrero, a «Joni», un adolescente que estuvo 23 días prófugo por el asesinato de Abel Horacio Santa Cruz (66), un policía retirado de la mencionada fuerza, durante un intento de robo frente a un kiosco de Rafael Castillo, en La Matanza.
Tras cuatro allanamientos en la zona de Villa Luzuriaga sin poder dar con él, uno de los familiares que vivía en una de esas viviendas, se quebró y les reveló que el menor estaba en Villa María, Córdoba. Hacia allí fueron con el dato del domicilio donde estaban y montaron una guardia, hasta que lo vieron salir y lo capturaron.
Otro de los fugitivos capturados por este grupo especializado fue Fulgencio Báez Brizuela, un joven de 29 años de nacionalidad paraguaya al que en 2015 habían encontrado en la Villa 31 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires con una pistola Bersa calibre 9 milímetros sin papeles y lista para el disparo. La Justicia nunca dispuso su detención, pero tres días más tarde, ataron cabos y lo citaron al Juzgado N°27 para acusarlo por un crimen ocurrido dos semanas atrás: el de un hombre llamado Máximo Chávez Fernández que fue acribillado en el barrio.
Sin embargo, Fulgencio nunca se presentó y estuvo seis años prófugo hasta septiembre de 2021, cuando la división Homicidio de la PFA recibió el pedido de captura. A fines de ese mes, lo encontraron en la calle Ipiranga al 3000, en Laferrere. Allí, el joven vivía junto a su novia en una casa de dos plantas a estrenar y cocina de diseño, detrás de un muro de dos metros y medio.
Video: una mujer destrozó el Registro Civil de González Catán porque no pudo hacer un trámite
Al parecer, llevaba viviendo allí dos meses y había dudas sobre cómo pagó la obra de construcción, ya que nunca había tenido un empleo en blanco en toda su vida. Y aunque se lo había vinculado a una banda paraguaya dedicada al narcotráfico, a quién responde aún sigue siendo una incógnita en el expediente judicial.