La Justicia levantó la clausura de La Salada: cuáles son las condiciones para que puedan reabrir las ferias
El juez Luis Armella dispuso que vuelvan a funcionar los tres espacios. Sin embargo, para hacerlo deberán cumplir muchos pasos legales. Cuándo podría ser la reapertura del predio de Ingeniero Budge.

La reapertura de La Salada será en los próximos días, cuando lo decida la fiscal del caso en base a una serie de requiermientos de la Justicia a los puesteros.
La noticia de este viernes a la mañana es que la Justicia levantó la clausura de La Salada, pero sobre lo que aún poco se sabe es en: cuáles son las condiciones en las que debe reabrir el tradicional paseo de compras ubicado a la vera del Riachuelo, en Ingeniero Budge, partido de Lomas de Zamora.
Mientras continúa la investigación por lavado de dinero, asociación ilícita y evasión fiscal contra Jorge Castillo, el Rey de la Salada, y otro personajes, el juez federal Luis Armella ordenó levantar la clausura de las tres ferias que componen el total de la feria: Urkupiña, Punta Mogotes y Ocean.
Sin bien aún no se anunció la fecha exacta de reapertura, el predio volverá a abrir sus puertas en los próximos días. A los puesteros de las tres ferias se les autorizó «el desarrollo comercial y laboral lícito» de manera provisoria.
Cómo deberá reabrir La Salada
Esto significa también que los empleados deben estar en blanco, la prohibición de comercializar ropa apócrifa y la regulación total de los puestos y sus trabajadores. También se dispuso una intervención que será designada por peritos en las próximas horas. Una vez que se decida quién estará al frente de las ferias, las mismas volverán a abrir.

La reapertura final quedó en manos de la fiscal Cecilia Incardona, deberá decidir el momento y las circunstancias de la vuelta a la actividad. Incardona fue quien hizo la investigación que determinó el cierre de Urkupiña por una enorme cantidad de irregularidades.
En cuanto a la actuación de ARCA, Incardona pidió que haya una fiscalización aleatoria semanal de la actividad del interventor y/o representante legal, que se realicen inspecciones aleatorias de cada uno de los puestos de venta, mediante un sistema rotativo y sorpresivo, que exista la registración de cada uno de los comerciantes en la categoría fiscal que corresponda (monotributo, responsable inscripto, etc.) y que hayam un informe semanal al Juzgado y a la Fiscalía de cada inconsistencia detectada y las medidas tomadas al respecto.
Además, Armella determinó que intervenga un interventor designado por la Corte Suprema, que todas las operaciones de compra venta sean bancarizadas, y que haya fiscalizadores permanentes de ARCA (ex AFIP) y del Ministerio de Trabajo.
La feria de La Salada es un enorme complejo de más de 6.000 mil puestos en Ingeniero Budge. Fue clausurada el 22 de mayo pasado tras una serie de 40 allanamientos. Ese día fueron detenidos Castillo, Aldo Presa, su histórico administrador, y varios de sus allegados. En cambio, Enrique Antequera, jefe de la feria Urkupiña, todavía continúa prófugo.
En los pasillos del complejo las novedades no cayeron del todo bien, y muchos dudan que se pueden implementar al pie de la letra todos los requerimientos que impuso Armella.

Entre los puestros hay dueños de su propio local e inquilinos. El alquiler mensual en los tres principales galpones de La Salada oscila entre los $1.400.000 y $2.500.000 por mes, según la ubicación y el tamaño del puesto, que puede ser 2×2 o 2×4. En las galerías linderas el alquiler es más barato: entre $600.000 y $1.200.000 por mes. En caso de alquilar un local por un día, el precio promedio es de $100.000, según un relevamiento de La Nación.
En un buen día, una persona que alquila mensualmente un puesto La Salada puede tener una ganancia bruta de $800.000, a lo que luego hay que restarle los costos del alquiler y de producción, o compra, de la mercadería. El sueldo promedio de un vendedor es de $ 450.000 mensuales, los trapitos cobran unos$ 10.000 por auto, lo mismo que los carreros por cada viaje que hacen llevando los bulstosde ropa desde los puestos hasta los vehículos particulares y colectivos de quienes van a comprar.
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