Juicio a dos strippers por un crimen en Ramos Mejía: una condena y una absolución
La Justicia dictó 12 años de prisión a uno de los acusados de matar al productor de seguros Mariano Román; el otro recibió el beneficio de la duda. Ambos eran menores de edad en el momento del hecho. La familia apelará el fallo.
Una sensación de impotencia. Eso sintió la familia del productor de seguros Mariano Román cuando se conoció el fallo contra dos de los acusados por el crimen ocurrido hace cuatro años en Ramos Mejía, que al momento del hecho eran menores de edad y, a pesar de eso, trabajaban como strippers en el boliche Pinar de Rocha. El Tribunal de Responsabilidad Penal Juvenil N° 2 de La Matanza condenó a 12 años de prisión a uno de los sindicados como autores del hecho, pero absolvió al otro por el beneficio de la duda. Mientras tanto, hay otros dos hombres mayores de edad que todavía esperan conocer la fecha en la que serán juzgados.
En relación al fallo, Alejandro Buigo, uno de los abogados de la familia de la víctima, aseguró que apelará la sentencia absolutoria, más allá de que valoró que la pena aplicada al condenado es de las más altas previstas en el régimen de minoridad.
“El proceso penal está gobernado por el principio de inocencia, y eso siempre beneficia al sujeto sometido a juicio. El Tribunal consideró que no había elementos para determinar una condena. De todos modos nosotros vamos a impugnar la absolución para que Casación revise el fallo”, expresó el letrado. Y en declaraciones al medio Primer Plano aseguró que “la alegría es parcial, pero vamos a seguir dando batalla”.
Ramos Mejía: así fue el crimen
El trágico hecho ocurrió cuando Román volvía de festejar su cumpleaños a su casa ubicada en el oeste del Gran Buenos Aires. Era el 14 de mayo de 2017 y ese día la víctima había cumplido 39 años. Por ese motivo había ido con su esposa, Vanina Ferrara -quien tenía 37 años en ese entonces-, y un grupo de amigos, a bailar a un boliche de la zona. Alrededor de las 5, la pareja emprendió el regreso a su casa, aunque nunca llegó.
Esa misma madrugada un vecino encontró al matrimonio desvanecido en el interior de su Renault Duster cuando se asomó por la ventanilla para pedirles que lo corrieran porque estaban bloqueando su garaje. Esta persona fue la que se comunicó con la Policía Bonaerense y minutos después llegaron a la calle Urquiza al 1300, entre Iannone y Magallanes, varios patrulleros y una ambulancia.
Al arribar a la escena del crimen, los médicos constataron que el hombre ya estaba muerto. Había recibido un balazo que le atravesó el tórax de izquierda a derecha y lo mató. Su esposa, también herida, se encontraba sentada a su lado pero todavía con vida, por lo que la trasladaron de urgencia a un hospital de Haedo.
Así detuvieron a los strippers
Tras una serie de tareas de inteligencia, los strippers fueron detenidos junto a los otros dos sospechosos en un templo umbanda en Villa Celina. Durante el procedimiento, se incautó una pistola glock calibre 45 que se correspondía con la vaina servida en la escena del crimen.
Los cuatro agresores fueron identificados gracias a una cámara de seguridad que registró el vehículo en el que escaparon, un auto que había sido robado unos días antes también en la zona de Ramos Mejía.
Durante el juicio, Ferrara brindó su testimonio acerca del hecho por el cual ella estuvo internada en terapia intensiva durante once días, recibió siete cirugías intestinales y perdió dos falanges de los dedos de la mano.
La mujer recordó que mientras volvían a su casa se quedó dormida en el auto. De repente una brusca acelerada la despertó y en ese momento escuchó un disparo. “Nos dispararon”, alcanzó a decirle su esposo antes de desvanecerse.
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Luego escuchó que unas personas cerca de ella decían “vamos a llevarla”, y once días después se despertó en el Hospital Güemes. Durante el juicio la viuda se quebró al recordar el trágico episodio y al hablar de los tres hijos de la pareja, que en ese momento tenían 4, 10 y 12 años.
“Al día de hoy me despierto llorando y gritando. Estamos perpetuados a ser víctimas. Nosotros no elegimos esto. Solo salimos a festejar el cumpleaños de mi esposo”, expresó entre lágrimas ante la jueza Gabriela Rozzuto y los jueces Daniel Testi y Leonardo Sauma.
Ahora resta el juicio a los otros imputados, que de ser condenados recibirán cadena perpetua, por ser mayores de edad.