A la izquierda de la Izquierda: Jorge Altamira busca volver al Congreso peleado con el FIT
Próximo a cumplir 80 años, el histórico dirigente del Partido Obrero se presenta como candidato a diputado nacional en la provincia de Buenos Aires. No tiene retorno el enfrentamiento con sus antiguos socios.
Hombre con gran experiencia en campañas, Jorge Altamira encara la última semana de proselitismo antes de las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) con el desafío de superar a sus viejos socios en una elección legislativa que puede consagrar al Frente de Izquierda (FIT) como la tercera fuerza política del país.
Próximo a cumplir 80 años, con el antecedente de haber sido cinco veces candidato a presidente de la Nación, Jorge Altamira aspira a convertirse en diputado nacional por la provincia de Buenos Aires, el territorio donde los sectores duros de la izquierda han desarrollado más actividad en barrios humildes del Conurbano, organizaciones gremiales, plantes fabriles y escuelas públicas.
Como desde 1983, cuando se plantó ante la sociedad con un discurso igualmente cuestionador de la triunfante Unión Cívica Radical y el derrotado Partido Justicialista, Altamira revindica la formación de una Asamblea Constituyente, Libre y Soberana, que saque al país de la crisis socio-económica en la cual lo ha sumergido un sistema capitalista y corrupto.
Desde su derrota ante Nicolás del Caño, en la interna para elegir postulante a la máxima magistratura en 2015, José Saúl Wermus -el verdadero nombre de Jorge Altamira- inició un camino de enfrentamiento con la mayoría de las corrientes de la izquierda radical que confluyeron en el FIT.
El regreso de Jorge Altamira como candidato
La ruptura se produjo en 2019, antes de los comicios que consagraron a Alberto Fernández, y desde entonces, lejos de calmarse, las aguas de la interna trotskista se agitaron todavía más. Jorge Altamira protagonizó varios cruces ásperos con Gabriel Solano, uno de sus protegidos en la cúpula del Partido Obrero y en la actualidad uno de sus blancos preferidos a la hora de los ataques verbales, cuestionándole desde el voto en la Legislatura porteña hasta la dimensión de sus afiches.
Política Obrera, el sello de Jorge Altamira
Altamira encabezará la boleta de Política Obrera en la provincia de Buenos Aires. Lo escoltarán Eva Gutiérrez, otra integrante del PO eyectada en la purga de 2019, y Pablo Busch, militante sindical del sindicato de la Alimentación.
Política Obrera también dará batalla electoral este domingo 12 de septiembre en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. La lista de candidatos a diputados nacionales por el distrito porteño será encabezada por Marcelo Armando Ramal, uno de los pocos leales a la conducción de Altamira. Detrás de este profesor de 66 años se encolumnarán dos mujeres: la también docente Florencia Palombo y una delegada de ATE, Valentina Viglieca.
En las ciudades de Salta, Tucumán, Santiago del Estero, Catamarca y en los principales municipios del cordón industrial de Santa Fe también competirán aspirantes de Política Obrera.
«La izquierda está siendo cooptada por el sistema. La actual dirección del Partido Obrero quedó a la derecha del PTS», denuncia Altamira.
“Toda la izquierda se ha parlamentarizado. Personalmente es algo que jamás hubiera imaginado», dice. Y pone como ejemplo la votación del proyecto de rezonificación de Boedo: “Lo de San Lorenzo se convirtió en un negociado inmobiliario, urbano. Y hubo legisladores que se reclaman socialistas y votaron un emprendimiento capitalista. Quieren hacer carrera y no enemistarse con el electorado, por un mal entendido sentimiento popular».
Tal vez se hayan mezclado en estas críticas apreciaciones la enemistad con los antiguos compañeros de ruta, un profundo rechazo al animador televisivo Marcelo Tinelli -declarado impulsor de la Vuelta a Boedo- y la pública simpatía de Jorge Altamira por el Club Atlético Huracán.