La historia del Lionel Messi de Isidro Casanova: quién es el vecino que comparte el nombre con la leyenda
Tiene 35 años y nació seis meses antes que el astro del fútbol mundial. Trabaja en sistemas para una compañía de Barcelona y, cuando le toca identificarse, despierta desde asombro hasta desconfianza.
Lleva el mismo nombre que el astro del fútbol y hasta se compró su camiseta, pero no la usa porque le da algo de vergüenza.
En Isidro Casanova vive un Lionel Messi cuya realidad está lejos de los lujos, de la fama y las proezas futbolísticas que deleitan al mundo. Tiene 35 años, trabaja en sistemas y es un vecino más del Conurbano bonaerense, aunque las situaciones que protagoniza cotidianamente sugieran lo contrario.
Claro, llevar el mismo nombre que el astro del fútbol no pasa desapercibido. Y cuando le toca presentarse o identificarse, las reacciones son diversas y se repiten una y otra vez desde hace casi dos décadas: asombro, desconfianza, admiración y hasta risas. Con eso convive el Messi matancero.
Sobre la historia de su nombre, le dijo a El Diario Ar: «Mi vieja trabajaba en una fábrica de jeans que se llamaba White Lion. Le daba vueltas al nombre León, Leonardo, Leonel, Lionel. Y también era una época muy Lionel Richie, así que quedó Lionel».
El Messi matancero nació 177 días antes que el exitoso futbolista (es del 24 de junio de 1987) y durante años, llamarse Lionel Alberto Messi no fue un problema: el Lionel Andrés Messi que vivía en Rosario aún no había deslumbrado al mundo con su magia. Sin embargo, cuando aquel zurdo gambeteador fue figura de la Selección Argentina Sub-20 que ganó el Mundial 2005 en Holanda, la vida del vecino de Isidro Casanova, que empezaba a estudiar Sistemas en la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), cambió para siempre.
Las anécdotas del Lionel Messi de Isidro Casanova
Desde aquel momento, cada vez que se presentó en distintos ámbitos ha tenido que atravesar situaciones diversas, entre divertidas y vergonzantes, a las que se fue acostumbrando. Son lógicas, por el peso de su nombre. “En la facultad fue que empezaron a pasar cosas. La primera fue un día que me paré delante de un listado en el que estaban los resultados de una mesa de examen y de mi nombre salían un montón de flechas con signos de pregunta, como diciendo ‘¿qué hace Lionel Messi acá?’», contó.
Y agregó: «La siguiente, que ya me hizo entender un poco más cómo iba a ser todo, también fue en la facultad. Tenía que ir a retirar un examen que había rendido y llamaban a todos menos a mí, entonces me acerqué, pregunté y el profesor me pidió mi nombre. Cuando le dije ‘Lionel Messi’ me respondió: ‘Uy, te pido mil disculpas, es que me entregaron un examen firmado por Bob Marley y otro por Lionel Messi y los dejé a un costado porque pensé que era una joda».
El vecino, hincha de Boca y de Almirante Brown, empezó a seguir la campaña del Barcelona cuando la carrera del futbolista empezó a explotar. Reconoció haberse comprado una camiseta blaugrana con su nombre pero nunca la usó para no parecer canchero.
«Los Messi de Casanova somos más vergonzosos que otra cosa. Salvo mi viejo, a él le encanta contar que es un Messi y que tiene un hijo que se llama Lionel. Viaja para todos lados con una cédula azul de un auto suyo que está a mi nombre y la muestra», reveló. Entre esas casualidades de la vida, hoy trabaja en sistemas para una empresa de Barcelona.
Las anécdotas son interminables y están acompañadas, habitualmente, por un «¿vos me estás jodiendo?». Especialmente cuando tiene que identificarse de forma telefónica. Mariana, su compañera de secundario que se transformó en su pareja y madre de sus dos hijos, reconoció que siempre tiene a mano el DNI de los chicos para mostrarlos cuando, extrañados, otros nenes no le creen a Noah (9) que es un Messi. «Cuando era chiquito no entendía por qué en la plaza todos andaban con camisetas con su apellido y a veces el nombre de su papá. Siempre preguntaba y lo desconcertaba mucho», dijo sobre el nene, que nació tres días antes de Thiago, el hijo mayor de Lionel Andrés y Antonella Roccuzzo.
«Yo estaba muy nervioso cuando se venía la cesárea de nuestro primer hijo. Para distraerme, el anestesiólogo me hacía chistes con el noticiero, que mostraba que Antonella ya andaba muy cerca del parto. Muchos nos insistieron para que le pongamos Lionel a alguno de los nenes pero ya bastante tengo con lo mío», recordó el Messi de Isidro Casanova.
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Otras situaciones se dieron en controles de tránsito. En un viaje por el sur del país con Mariana, lo paró Gendarmería. «Cuarenta minutos me habló el gendarme. De su vida, de su trabajo, de todo lo que admiraba a Messi. Y después seguimos viaje», reveló. Y confesó que cuando tiene que usar su tarjeta de crédito o débito en algún negocio, ya sabe el revuelo que se va a armar: su DNI pasará de mano en mano entre los empleados y quizás entre algunos clientes. Mariana dijo que calcula una demora de cuarenta minutos cada vez que su marido va a hacer algún trámite.
«Hace poco estaba en una farmacia, fui a pagar, la cajera leyó mi nombre a los gritos y se armó la locura. Un señor que estaba ahí me pedía fotos. Conmigo y con el documento. Pero yo ni loco, me da una vergüenza… ¿Para qué querés una foto conmigo o de mi documento, si yo no soy el Messi que estás buscando?», contó Lionel Alberto.
¿Un Messi en el Hospital Posadas?
Para el vecino de Isidro Casanova, la anécdota más insólita fue cuando, además de su empleo en sistemas, se encontraba trabajando como electricista. «Estaba en la casa de un señor arreglándole un aire acondicionado y me caí de una escalera. Me golpeé la cabeza y perdí el conocimiento por un rato largo, quedé muy confundido, me acuerdo muy poco de esas horas. El señor empezó a llevarme a distintos hospitales pero en todos le decían que tenía que llevarme a uno en el que pudieran hacerme una tomografía de la cabeza. Terminamos en el Hospital Posadas, donde también fue mi familia para estar conmigo», comenzó.
Y agregó: «Me metieron en un consultorio, dejaron a mi esposa afuera y me preguntaron cómo me llamaba. Yo dije mi nombre y salieron a buscar a mi esposa. Le decían: ‘Dice que es Lionel Messi’ como si yo estuviera completamente confundido».
Mariana contó el final de la historia: «Tuve que mostrarle el DNI al médico para que entendiera. Se corrió el rumor de que había un Lionel Messi en el hospital y empezaron a llegar más médicos, enfermeros… El señor que limpiaba el piso pasó el trapo cinco veces por donde estábamos para ver al Messi que estaba ahí. Para todos era increíble que se llamara así».
