Escándalo en el club Temperley: una socia denuncia haber sido abusada dentro de sus instalaciones
Se llama Gabriela, tiene 39 años y expuso una situación ocurrida en diciembre del año pasado. Aseguró que el agresor continuó yendo al club, debió abandonar las actividades que realizaba e ir a otra institución.
El club Temperley vive horas agitadas luego de la grave denuncia de una socia, que expuso haber sido víctima de un caso de abuso sexual en sus instalaciones hace nueve meses y que, frente a ello, apuntó contra las autoridades de la institución por no haberle ofrecido asistencia alguna.
Gabriela Siri tiene 39 años y el pasado 12 de diciembre de 2021 se encontraba en el microestadio «Palo» Metz para presenciar el encuentro entre el equipo local contra Crovara por el Torneo Pre Federal de básquet. Ella se encontraba en una de las entradas y denunció que fue abusada por un hombre que estaba y cuyo paradero «es popularmente conocido» dentro del club.
Tras el episodio, la víctima se comunicó con el Departamento de Género del club Temperley, donde le indicaron que activarían un protocolo para casos de abuso y violencia de género. Pero ella reclamó que tuvo que «llamar para interiorizarse» sobre si los directivos del Gasolero habían intervenido en la situación, dado que el agresor seguía yendo al estadio Alfredo Beranger a ver los partidos de fútbol, en el campeonato de la Primera Nacional.
Como no tenía respuestas, Gabriela Siri presentó una nota ante la Comisión Directiva y el Departamento de Género de Temperley y fue convocada a una reunión y «me hicieron promesas que jamás cumplieron, mientras esta persona entraba al club con total normalidad. Fue por eso que hizo la denuncia en la Secretaría de Género del Municipio de Lomas de Zamora y en la Unidad Funcional de Instrucción N°12 especializada en delitos de Violencia de Género y Familiar.
La socia denunció cruzarse al abusador en la cancha de Temperley
La causa judicial está caratulada como «abuso simple» y en ella interviene el Juzgado de Garantías N°5 de Lomas de Zamora. El pasado 23 de junio recibió la orden perimetral de 300 metros pero Siri dijo haberse enterado «que este hombre fue notificado recién el 2 de agosto con una duración de un mes». Además, denunció que el último sábado 20 de agosto, cuando el Gasolero jugó con Quilmes por el torneo de fútbol de la Primera Nacional, lo cruzó en el estadio y lo detuvieron porque violó esa restricción perimetral.
«Lo llevaron a la Comisaría 3° y declaró que el abogado del club lo llamó para avisarle que podía entrar sin problemas. Esta situación me generó ataques de pánico cada vez más frecuentes. Recibí apoyo de muchos socios e hinchas y hasta de otros clubes, pero no de la Comisión Directiva ni del Departamento de Género del club», señaló.
Gabriela va a la cancha desde los 5 años y jugó al básquet de los 12 a los 22. «En 2019, el coordinador de futsal masculino me propuso que fuera la creadora del proyecto de futsal femenino. Fui parte de la subcomisión y también hice natación, pero por todo lo que pasé tuve que dejar todo e irme a otro club», agregó con tristeza.
El reclamo a las autoridades del club
Sobre su contacto con el área de Género de Temperley, manifestó: «Le dije a la coordinadora que trabajáramos en conjunto para concientizar sobre este tipo de casos que lamentablemente pasan. Propuse colocar carteles y pensar en acciones para los distintos deportes que se practican, para que los chicos sepan que pueden contar con los coordinadores del club, pero la reunión termino siendo fantasma. Nunca fui acompañada ni asistida por nadie y el eslogan de la familia más grande del sur no será nunca una realidad si ocurren estos hechos donde las autoridades de la institución miran para otro lado».
La respuesta del Departamento de Género de Temperley no tardó en llegar. «Desmentimos categóricamente la falta de apoyo, contención y acompañamiento. Una vez notificadas formalmente por la denunciante, pusimos a disposición las herramientas con las que contamos y abordamos en conjunto diferentes estrategias que fueron acompañadas activamente por la socia en cuestión y se compartieron en las redes sociales y en las suyas», afirmó el club en un comunicado.
Y agregó «Tiempo después y contemplando que el deseo de la socia era una sanción expulsiva, sugerimos realizar una denuncia ante un órgano competente en la materia, entendiendo que sin la misma era imposible avanzar. Una vez que esto sucedió, el caso se judicializó y la institución y nuestro espacio quedaron atentos a la resolución de la Justicia. Todo lo expuesto puede probarse con documentación pertinente que hemos recopilado durante la totalidad del proceso».