Crueldad en San Justo: un vecino mató a un perro callejero que era cuidado por todo el barrio

Una verdadera locura. Una crueldad inexplicable. Esas son las frases que más se repitieron entre los vecinos de San Justo, en el partido de La Matanza, cuando se enteraron de que un hombre mató de un disparo a un perro callejero que era cuidado por toda la cuadra, y que todo el tiempo iba de casa en casa buscando cariño y algo para comer. El agresor, que sería detenido en las próximas horas, fue grabado y las imágenes se difundieron en Twitter por “El Campito Refugio”, la ONG que se dedica al rescate de animales para dar en adopción.

El episodio ocurrió el domingo por la tarde en República de Chile al 2200, pero se conoció esta mañana, que es cuando la indignación de los vecinos del atacante empezó a manifestarse por medio de escraches en la casa del hombre, a quien le pintaron “asesino” con aerosol negro. Además, hoy a las 18 se realizará una movilización para pedir que vaya preso.

Todo sucedió cuando Boby, como se conocía al perro callejero que estaba en el barrio desde hace un mes y medio, se peleó con un caniche que una vecina había sacado a pasear. En ese momento fue que el hombre salió de su casa con un revólver y le disparó tres veces. El último tiro fue a la cabeza y a poco más de un metro de distancia.

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“Dijo que él ama a los animales, pero como nadie veía la forma de separar a los perros él vino con el revólver, le pegó dos tiros, lo llevó hasta el pasto y ahí lo remató a sangre fría”, contó una vecina en declaraciones al canal TN. Y aseguró que Boby “era un perro re cariñoso, tenía pocos dientes, no molestaba ni amenazaba a nadie”.

Además, agregó que después del trágico hecho, el domingo por la noche, “se armó lío con un vecino que lo increpó por lo que había hecho. Y este hombre amenazó a todos. Incluso la hija de él dijo que les iba a pegar un tiro a los que estaban reclamando”.

La misma vecina calificó al asesino como alguien “muy cínico”, que dice “que no quiere tener problemas con nadie, pero acá ninguna persona lo quiere”. Además, aseguró que ya había tenido antecedentes violentos: “Una vez salió a correr con un bate a un vecino porque le tocó el auto cuando lo estaba estacionando”. Y finalizó: “Hablo yo sola porque todos le tienen miedo”.

“Exigimos la inmediata actuación de la justicia ante el accionar de un individuo aberrante. Ocurrió en San Justo a la vista de todos. Era un perro cuidado por tres familias, cariñoso, nada agresivo y ni siquiera tenía dientes. Lo mató por matar. Exigimos justicia”, pidieron desde “El Campito Refugio” en el posteo realizado en Twitter con el video del criminal episodio.

Ni bien hicieron la publicación, cientos de personas enviaron mensajes para repudiar el hecho. “No puedo creer lo que veo”; “justicia, este salvaje que mató a este perrito fríamente, no puede quedar libre”; “no puedo parar de llorar”; y “lo mató y le estaba moviendo la cola” fueron algunos de los comentarios que se pueden leer.

En uno de los posteos, un usuario contó que el hombre que mató al perro se llama José Luis y vive en la esquina de Chile y Venezuela. Y, según se comentó en la misma red social, aparentemente ya fue denunciado a la Justicia, que dispondría su detención en las próximas horas. También trascendió que el asesino no tenía permiso para portar armas y, aparentemente, ya habría entrega el revólver.

San Justo: la posible condena al vecino

En cuanto a la pena que le puede corresponder al hombre, hay que recordar que hace casi 67 años, el 27 de septiembre de 1954, el Congreso Nacional sancionó la Ley Sarmiento, o Ley 14.346, que en su artículo 1 establece que “será reprimido con prisión de 15 días a un año, el que infligiere malos tratos o hiciere víctima de actos de crueldad a los animales”.

La ley especifica que son considerados actos de maltrato el no alimentar en cantidad y calidad suficiente a los animales domésticos o cautivos; azuzarlos para el trabajo mediante instrumentos que, no siendo de simple estímulo, les provoquen innecesarios castigos o sensaciones dolorosas; hacerlos trabajar en jornadas excesivas sin proporcionarles descanso adecuado, según las estaciones climáticas; emplearlos en el trabajo cuando no se hallen en estado físico adecuado; estimularlos con drogas sin perseguir fines terapéuticos; y emplear animales en el tiro de vehículos que excedan notoriamente sus fuerzas.

Mientras que, en su artículo 3, detalla que acciones serán consideradas como actos de crueldad. Y dentro de ellas es que se puede circunscribir la acción del asesino del perro callejero.

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En detalle, la Ley Sarmiento establece al respecto los siguientes puntos:

1. Practicar la vivisección con fines que no sean científicamente demostrables en lugares o por personas que no estén debidamente autorizados para ello.

2. Mutilar cualquier parte del cuerpo de un animal, salvo que el acto tenga fines de mejoramiento, marcación o higiene de la respectiva especie animal o se realice por motivos de piedad.

3. Intervenir quirúrgicamente animales sin anestesia y sin poseer el título de médico o veterinario, con fines que no sean terapéuticos o de perfeccionamiento técnico operatorio, salvo el caso de urgencia debidamente comprobada.

4. Experimentar con animales de grado superior en la escala zoológica al indispensable según la naturaleza de la experiencia.

5. Abandonar a sus propios medios a los animales utilizados en experimentaciones.

6. Causar la muerte de animales grávidos cuando tal estado es patente en el animal y salvo el caso de las industrias legalmente establecidas que se fundan sobre la explotación del nonato.

7. Lastimar y arrollar animales intencionalmente, causándoles torturas o sufrimientos innecesarios o matarlos por el solo espíritu de perversidad.

8. Realizar actos públicos o privados de riñas de animales, corridas de toros, novilladas y parodias en que se mate, hiera u hostilice a los animales.

La ONG que difundió el crimen del perro callejero

“El Campito Refugio” fue quien posibilitó que esta historia se difundiera masivamente. Esta ONG sin fines de lucro es un refugio de animales que trabaja en la concientización por medio del rescate y del sistema de “puertas abiertas”, que significa que cualquier persona puede sumarse para trabajar en conjunto, involucrándose.

La misión de la Organización es, como explican ellos, la de “cerrar el círculo que comienza con el rescate, sigue con la recuperación, el albergue y termina con la adopción de un animal en estado de abandono o maltrato, involucrando a la sociedad, creando conciencia, al lograr la identificación con el animal rescatado”.