Crimen del tenista de Núñez: así fue la detención en González Catán de la viuda negra prófuga

Durante cinco días efectivos de la Policía bonaerense le siguieron el rastro. Y finamente ayer por la tarde, en La Matanza, se logró la detención de Rocío Vera Cabrera, cuando la prófuga de 20 años se trasladaba en un remís. El domingo ya se había entregado Ariana Belén Domínguez (de la misma edad), quien fue su cómplice en el violento crimen de Adrián Enrique Muñoz, el tenista de 74 años asesinado de 22 puñaladas en su departamento de Núñez.     

“Soy yo”, admitió simplemente Vera Cabrera antes de que Javier Martínez, el comisario de la seccional Sexta de San Alberto, de Isidro Casanova, le pusiera las esposas. “Después de que se entregó la otra sospechosa (Domínguez) en Puerta de Hierro, ya le venía siguiendo el rastro a ella”, contó el policía.

También dijo que, por la información que fueron recabando, descubrieron que las dos jóvenes -bautizadas como viudas negras por la modalidad del crimen que cometieron- vivían en la villa San Petersburgo.

Y las mismas pistas con las que contaban fueron las que los llevaron a la detención de la prófuga en la Ruta 3 (avenida Brigadier General Juan Manuel de Rosas). Allí, a la altura del kilómetro 32, en la localidad de González Catán, fue apresada Vera Cabrera, quien es de nacionalidad paraguaya. “Iba a bordo de un Uber. Busqué un testigo, paré el coche y ella me dijo: `Soy yo´”, aseguró el comisario.

Un poco más de 48 horas antes, en el barrio Puerta de Hierro, también de La Matanza, se había entregado Domínguez, la otra acusada por el crimen del tenista.  

Vera Cabrera quedó alojada en un destacamento del barrio San Alberto. Domínguez, en tanto, ya enfrentó la indagatoria ante el juez porteño Alberto Baños y se negó a declarar.

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El arresto de ambas jóvenes fue un trabajo conjunto entre la Secretaría de Investigaciones Penales (SIPe) de la Unidad Fiscal Especializada en Investigación Criminal Compleja (UFECri) y la Comisaría Sexta de Isidro Casanova.

Así fue el crimen del tenista de Núñez

Muñoz tenía 74 años y tres hijos. Desde la muerte de su esposa, hace unos ocho años, vivía solo en un edificio de Ciudad de la Paz y Juana Azurduy, en Núñez, donde fue asesinado por las dos mujeres, a quienes habría contactado mediante una App de citas.

El hombre se había mudado ahí para estar más cerca de River Plate, donde se dedicó de lleno a competir en la categoría de tenistas veteranos del club. En 2016, incluso, viajó a jugar la Copa Davis que se disputó en Croacia para representar al país en el equipo senior.

Si bien durante toda su vida jugó al tenis y dio clases en paralelo a su trabajo, alcanzó los mayores logros profesionales en la última década. Actualmente ocupaba el séptimo lugar en la categoría +70 del ranking de la Asociación Argentina de Tenis (AAT).

Su cuerpo fue encontrado por su hija Fernanda, de 51 años, en el piso del dormitorio. Estaba desnudo y aún tenía clavados los dos cuchillos de cocina que usaron para asesinarlo.

La propia hija de la víctima contó que Muñoz solía llevar a su casa a mujeres con las que tenía relaciones ocasionales. Y la última vez que se vio al tenista fue el lunes 10 de mayo, alrededor de las 19.30, cuando entró al edificio con las dos detenidas. Luego, ellas salieron solas.

Una cámara de seguridad de un kiosco que queda a una cuadra del edificio de Muñoz lo mostró acompañado de las mismas dos mujeres cuando compraba una gaseosa, antes de llegar a su casa. Y los lectores de patentes de la Ciudad de Buenos Aires y las cámaras les dieron a entender a los investigadores que la víctima había ido a buscarlas mujeres hasta el Conurbano bonaerense. Esa fue la pista que los guió a La Matanza.

Además, imágenes de WhatsApp que el tenista había enviado a tres amigos y a un hermano que vive en España permitieron identificar a las asesinas.