Un crack que siempre deja huella: el gesto de Nacho Fernández que en Temperley jamás se olvidará
Estuvo un año a préstamo en el Gasolero y se fue sin hacer reclamos, pese a que era uno de los sueldos más bajos del plantel y le debían cinco meses. Ayer vivió una noche especial en el Monumental: abrazos de bienvenida, gol y expulsión.
Nacho Fernández volvió a ser protagonista en un partido de Copa Libertadores, confirmando que es uno de las figuras más importantes que hoy compiten en las ligas sudamericanas. Desde hace una década, cuando fue cedido a préstamo a Temperley, el nacido en un pequeño pueblo de 9 de Julio -en el interior de la provincia de Buenos Aires- ha crecido como futbolista.
La de ayer fue una noche especial para Ignacio Martín Fernández. Entró al Monumental como adversario, no ya como elemento creativo y factor influyente en el esquema de River. Hubo abrazos al comienzo con sus ex compañeros y uno prolongado con Marcelo Gallardo, el director técnico que lo trajo desde Gimnasia en el verano de 2016; un gol decisivo que no gritó y una expulsión que lo margina del desquite, dentro de una semana en Brasil.
Cinco años atrás, cuando vestía la casaca tripera, de Nacho Fernández se sabía que era un volante de fino pie izquierdo (alguna vez, Diego Maradona dijo de él que tenía una gamuza en el botín) y claro entendimiento del juego. Lo había empezado a demostrar en las divisiones inferiores de Gimnasia y Esgrima La Plata, institución a la cual llegó procedente del humilde Club Atlético y Social Dudignac.
La etapa en Temperley de Nacho Fernández
En 2011, con el equipo urgido por los promedios, Gimnasia aceptó una propuesta para que Nacho Fernández jugara una temporada en Primera B con Temperley. Su estilo al principio generó algunas dudas entre la pasional hinchada del Gasolero, pero con fútbol y goles el delgado mediocampista despejó cualquier incertidumbre.
Además del grato recuerdo deportivo, Nacho, de apenas 22 años entonces, dejó una imagen de tipo solidario que aún hoy se valora en Temperley. Lo ha contado el presidente en aquel momento, Hernán Lewin: «Cuando nos tocó agarrar el club, en junio de 2012, había una deuda de cinco meses con el plantel y cero peso en la caja. Me junté con cada jugador para ver cómo podíamos arreglar. Nacho era uno de los sueldos más bajos, seis mil pesos por mes. O sea: le debíamos 30.000. Sin conocerme ni ponerme plazos, me dijo: ‘El día que puedan, me llamás y me avisás que está el dinero’. Y se volvió a Gimnasia, sin ningún reclamo».
El retorno de Nacho a Gimnasia
El Lobo acabó por descender en 2011 y no pudo volver de inmediato a la máxima categoría. El Nacional B 11/12 estaba densamente poblado de candidatos: River, Quilmes, Central, Instituto… Hubo que esperar hasta la temporada 2012/13 para concretar el ascenso, con Nacho nuevamente en sus filas.
Sus actuaciones en la élite local llamaron la atención de los grandes y fue River el que terminó por incorporarlo, tras una larga negociación. A Nacho le costaron los primeros tiempos. En 2017, incluso, quedó bajo la lupa de la exigente platea San Martín cuando fue expulsado en dos derrotas consecutivas: una ante Lanús en la semifinal de Copa y otra vs. Boca por el torneo local.
Fernández no perdió la confianza, Gallardo siguió apostando por él y las buenas vinieron en 2018, con la Libertadores como inolvidable conquista. Su nivel continuó en alza durante 2019, para transformarlo en una pieza clave del anadamiaje millonario. Ya se recibían ofertas por su pase en la sede de Avenida Figueroa Alcorta.
La transferencia de Nacho Fernández acabó por concretarse en 2020. Atlético Mineiro lo presentó como refuerzo estelar y él respondió a las expectativas. Por ahora los resultados acompañan al cuadro donde supieron brillar, entre otros, Toninho Cerezo y Ronaldinho. Los de Belo Horizonte son líderes en el Brasileirao y sacaron ventaja en el primer cruce de cuartos contra River, gracias a aquel flaquito que pegó el salto en Temperley.