Del Conurbano a la mejor liga de básquet del mundo: la historia de Florencia Chagas

En la calle Independencia al 725, barrio Landaburu de San Antonio de Padua, partido de Merlo, comenzó el contacto de Florencia Chagas con el básquet. Mucho influyó su padre, un uruguayo radicado en el Oeste bonaerense, jugador temperamental, con mucha garra y pocas destrezas.

Rodeada de varones, ya que el club de Padua no contaba con un equipo femenino, la base/escolta se entrenaba paralelamente en Vélez Sarsfield para competir con chicas de su edad. Florencia resalta la importancia que tuvo ese tiempo con el básquet masculino por la diferencia de intensidad que le exigía.

A los 12 años decidió mudarse a Moreno, un vecino grande del Oeste, el club Indios. Allí estuvo hasta la categoría U15. En ese momento, convencida de que había llegado a su techo, optó por irse a Berazategui, al popular Deportivo.

Aunque lejos de ser la más complicada de su vida, fue una decisión difícil de tomar desde el punto de vista geográfico: de la casa al club tenía más de una hora y media de viaje. El esfuerzo dio sus frutos. En el club del sur del GBA disputó la primera Liga Femenina de nuestro país. Todos esos recuerdos le dan más valor a su actualidad.

«Feliz y orgullosa de cada decisión que tomé», fueron las primeras palabras que Florencia alcanzó a decir tras enterarse de lo que había logrado. La jugadora de 19 años se convirtió en la primera argentina en ser seleccionada en el Draft de la WNBA, Women’s National Basketball Association, la mejor liga de básquet del mundo.

Aguerrida dentro de la cancha, simpática afuera, de 1,78 metro de altura, ni pensaba anotarse en el proceso de selección. Hoy, es un orgullo nacional y lleva al básquet femenino de nuestro país a lo más alto.

Primero, el salto del Conurbano a Europa

Su recorrido por el básquet metropolitano finalizó cuando, a los 16 años, le llegó una oferta del Familia Schio italiano, uno de los mejores equipos de básquet en Europa. Continuando con su historial de decisiones difíciles, la entonces jugadora de Berazategui se fue a vivir a Italia, lejos de familiares y seres queridos, con las inseguridades propias de una adolescente.

La trayectoria a nivel clubes de Florencia fue de la mano con un protagónico papel en el seleccionado nacional. En 2018, la bonaerense se hace notar a nivel global cuando logró el primer triple doble en la historia de un mundial U17 femenino (17 puntos, 12 rebotes y 12 asistencias). La argentina ya estaba en boca de todos.

El camino no fue fácil pero el jueves 15 de abril, durante la selección del draft de la WNBA, sucedió lo que cualquier jugadora anhela y pocas concretan. La franquicia Indiana Fever eligió a Chagas en el puesto número 31. Así se convirtió en la primera argentina en ser elegida por una franquicia de la liga estadounidense.

«No puedo estar más feliz, estoy soñando con los ojos abiertos. Me voy a desmayar cuando entre a un estadio», contó nuestra embajadora en el reportaje que le dio a la web de la Confederación Argentina de Básquetbol.

Desde sus primeros pasos en el básquet metropolitano hasta el día de hoy, Florencia Chagas demostró no conformarse con poco. La WNBA pasó a ser una chance real y todo el básquet argentino espera verla cumplir su máxima ambición.

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De todos modos, la escolta argentina decidió avanzar despacio en su camino a la WNBA, tanto que anunció, a través de sus redes sociales, que no participará del campamento de entrenamiento de la liga estadounidense, después de haber dialogado con el staff técnico de Indiana Fever.

Es un honor para mi haber sido seleccionada por Indiana Fever como primera argentina elegida en el Draft de la WNBA. Estoy extremadamente agradecida por la oportunidad y orgullosa de representar a mi país de este modo”, sostuvo la bonaerense.

Y al justificar que por el momento seguirá en el USE Empoli de Italia, su actual club, argumentó: “Decidí de no participar al Training Camp WNBA 2021 para concentrarme en trabajar para mejorar mi juego y convertirme en una jugadora mejor y más completa. Quiero agradecer a todas las personas que siempre me apoyan en mi camino en el mundo del básquet. ¡Sigamos juntos en este viaje hacia la WNBA!”.

El impacto de llegar a la WNBA

La temporada en la WNBA comenzará el 15 de mayo y no se superpone con las ligas europeas. En la liga estadounidense, para Chagas, se juega «otro básquet, bien americano, con un ritmo más veloz, con más corrida y tiros”.

“Lo veo y lo noté cuando enfrenté a jugadoras en campus internacionales que realicé. En Europa se juega más pausado, pensado, con menos vértigo. Yo creo que puedo jugar, aunque deberé hacer una adaptación, como hice en Europa cuando llegué desde la Argentina», analizó.

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La WNBA fue creada en 1996 y tiene competencia desde 1997. El actual campeón es Seattle Storm, que con cuatro títulos está entre los equipos más ganadores, junto con Minnesota Lynx y el desaparecido Houston Comets.

En la última campaña, acotada por la pandemia de coronavirus, Indiana Fever finalizó penúltimo en la temporada regular, con apenas seis triunfos en 22 partidos jugados. Esta franquicia de Indianápolis fue campeona en 2012, aunque viene de quedar cuatro veces seguidas afuera de los playoffs.

Lo más cercano que la Argentina tuvo como representante en la WNBA es lo hecho por Diana Taurasi, una californiana de padre italiano y de madre rosarina, que es considerada como la mejor jugadora de básquetbol de todos los tiempos.

La familia Taurasi se instaló en Rosario cuando Diana tenía cinco años, donde estuvo sólo 12 meses pero le bastaron para hacerse fanática de Rosario Central y moldear su personalidad “90 por ciento argentina”, según se definió a sí misma.

Llamada la Michael Jordan femenina, Diana Taurasi ganó tres títulos con Phoenix Mercury, franquicia con la que acaba de renovar contrato hasta 2022; el 11 de junio cumplirá 39 años.