Conmoción en José C. Paz por la «tragedia de la Amarok y el Renault 12»: una nena agoniza tras la muerte de sus padres en un choque
Renzo Benítez (37) y Eliana “Ely” Ramírez (31) fallecieron en el acto. Su hija de 14 pelea por su vida y otros dos hermanitos sufrieron lesiones. La camioneta iba a 160 km/h por la Ruta 197.
Eliana Ramírez (31) y Renzo Benítez (37) estaban casados y tenían tres hijos. Una camioneta Amarok los chocó y los mató a ambos en José C. Paz,
Una profunda conmoción se vive en José C. Paz luego del trágico accidente ocurrido en la noche del viernes, en el que una pareja murió y su hija mayor, de 14 años, permanece internada en grave estado. El siniestro vial se produjo pasadas las 23:30, en el cruce de Ruta 197 y Mendoza, a metros de una plaza con juegos infantiles.
La familia, identificada como los Benítez Ramírez, se desplazaba en un Renault 12 cuando fue violentamente embestida por una Volkswagen Amarok negra, conducida por un joven de 18 años -aunque en un primer momento se informó que tenía 23-, quien quedó detenido. En el vehículo familiar también viajaban otros dos hijos, de 11 y 7 años, que debieron recibir atención médica tras sufrir heridas de diversa consideración.
Tragedia en José C. Paz: una familia destruida
Las víctimas fatales fueron Renzo Benítez (37) y Eliana “Ely” Ramírez (31), quienes fallecieron en el acto. Según fuentes oficiales, la violencia del impacto fue tal que Renzo salió despedido del vehículo. La hija mayor fue trasladada de urgencia al Hospital Posadas, donde permanece internada con pronóstico reservado.
El hecho ocurrió cuando la familia circulaba por la calle Álvarez Jonte, rumbo a su hogar, y al intentar cruzar la Ruta 197 para continuar por Mendoza, fueron embestidos del lado del acompañante por la Amarok. El impacto fue devastador: ambos vehículos terminaron chocando contra el semáforo del cruce, que quedó completamente destruido.
Minutos después del siniestro, los Bomberos Voluntarios de José C. Paz recibieron el aviso de los vecinos y acudieron rápidamente. Al llegar, constataron que Eliana había quedado sin vida dentro del vehículo, mientras que Renzo se encontraba a varios metros, ya sin signos vitales. Los rescatistas trabajaron durante horas para liberar a los tres menores atrapados en el asiento trasero. “Uno solo estaba semi-consciente, los otros dos inconscientes y muy golpeados. Recién a las tres de la madrugada se dio por finalizado el operativo”, relataron desde el cuartel local.
El conductor de la Amarok, MC (18), es un joven que, según trascendió, sería hijo o pariente directo del dueño de un conocido boliche de la zona, El Tornado, ubicado a menos de dos kilómetros del lugar del choque.
Si bien el test de alcoholemia realizado en el lugar no arrojó presencia de alcohol en sangre, la Fiscalía N°4 de San Martín, a cargo del doctor Rubén Moreno, ordenó estudios complementarios de sangre y orina para determinar si conducía bajo los efectos de alguna sustancia.
La investigación judicial quedó caratulada como «doble homicidio culposo agravado y lesiones», y las pericias accidentológicas serán determinantes para establecer la velocidad a la que circulaba la camioneta. Una primera versión sostiene que el velocímetro habría quedado trabado en 160 km/h, aunque esta hipótesis deberá confirmarse con los peritajes oficiales. En el lugar del hecho intervinieron además móviles de Prevención Urbana y personal de la Secretaría de Seguridad municipal, que asistieron a los familiares y colaboraron en el operativo.
La familia Benítez Ramírez era muy conocida y querida en su barrio. Renzo trabajaba en el rubro de cartelería e imprenta gráfica, mientras que Eliana lo acompañaba en el emprendimiento familiar. Ambos eran miembros activos de una comunidad evangélica local, que rápidamente organizó una colecta solidaria para cubrir los gastos del sepelio y ayudar a los tres hijos. Los dos niños sobrevivientes quedaron al cuidado de una de sus abuelas.
En diálogo con medios nacionales, Cristian Benítez, hermano de Renzo, expresó su dolor y exigió justicia. «Me estoy muriendo por dentro, pero tengo que ser fuerte por mis padres. Ellos ya son grandes y están destruidos», relató. Contó además que fue su sobrino de 11 años quien, pese a las heridas, logró pedir ayuda tras el choque: «Él estuvo consciente todo el tiempo y avisó a la policía para que nos llamaran«.
Cristian también cuestionó la versión inicial del accidente y aseguró que hay testigos que vieron a la Amarok cruzar con el semáforo en rojo, mientras que su hermano habría tenido paso habilitado. «Mi hermano cruzó con el verde. El que venía cruzando varios semáforos en rojo era el de la Amarok», insistió.
Las muestras de dolor y apoyo se multiplicaron en las redes sociales, donde amigos, vecinos y miembros de la iglesia describieron a Renzo y Eliana como una pareja «trabajadora, solidaria y llena de fe». «Eliana era pura alegría, siempre con una sonrisa y una carcajada a flor de piel«, recordó una allegada.
Mientras la comunidad paceña exige justicia y mayor control vial, el caso continúa bajo investigación. Las autoridades esperan los resultados de las pericias mecánicas, toxicológicas y de cámaras de seguridad de la zona para determinar con precisión cómo ocurrió el impacto.
La tragedia de José C. Paz vuelve a poner en el centro del debate la alta velocidad y el consumo de alcohol o sustancias en la conducción, factores recurrentes en los siniestros fatales del Conurbano bonaerense. Mientras tanto, tres niños quedaron sin sus padres y una comunidad entera llora la pérdida de una pareja que, como tantos otros, solo volvía a casa una noche de viernes.
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