Bernal, semillero de la Selección Nacional de Metegol que sueña con llegar al Mundial de Francia
El club Juventud, en el sur del Conurbano, es la sede de la Asociación Argentina de Jugadores de Metegol. Allí surgen nuevos talentos y se entrena el equipo que apunta a estar en la Copa del Mundo que se hará este año.
En el club Juventud de Bernal hay una sala que mantiene con vida un juego que une a muchas generaciones de argentinos. Sin embargo, no es sólo un espacio de nostalgia, sino también de presente y futuro.
De fondo, las voces de la gente que toma café en el buffet de la institución, y en la sala, tres metegoles que no paran de usarse. Llegan chicos, jóvenes, adultos. Todos juegan. Allí funciona la sede de la Asociación Argentina de Jugadores de Metegol (AAJM), cuyo equipo sueña con ir al mundial de la disciplina, que se realizará en Francia a mitad de año.
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«Bernal es el semillero de metegol para el país, acá no sólo funciona la sede, sino que también juegan los mejores», señaló Daniel Juárez (39), el mejor jugador argentino según el ranking nacional, que se inició a los 16 años.
«Este es un viejo juego, pero un nuevo deporte. En todo el mundo es deporte. Acá se lo considera un juego, pero a nivel competición el metegol es muy distinto. Me encuentro a muchos que me dicen que me ganarían, porque se recuerdan con ciertas habilidades, pero la realidad es que les gano con la mano que elijas. No tiene nada que ver dedicarse a esto que jugarlo de forma recreativa», comentó Juárez, que como en todo deporte amateur reparte su carrera con su trabajo de neurocirujano.
Santiago Cabrera, otro integrante del equipo, tiene 21 pero arrancó a los 14. «Yo venía a la pileta con mis amigos y habían organizado un torneo acá. Ahí los vi jugar. Me abrieron las puertas en esto, me integraron al grupo rápido, querían que aprenda y aprendí», indicó el joven, que vive cerca del club, en el sur del Conurbano.
Como él, otros adolescentes o niños llegan al club por curiosidad y se los recibe con los brazos abiertos: pueden ser los futuros talentos nacionales.
Su caso es bien distinto al de Roberto Brunetto, de 65, quien descubrió de grande esta otra cara del metegol. A través de una página de internet, escribió y terminó acercándose al lugar donde lo citaron. «Cuando llegué vi que estaba en un garaje, miré el portón y me dije: ‘¿qué hago acá?’. Golpeé y ahí estaba toda esta banda jugando al metegol, matándose en un día de calor. Y así entré, despacito. Creí que sabía jugar pero esto es distinto. Ellos eran todos profesionales y yo era un tipo que tenía ganas de jugar».
El metegol de competición que se juega en Bernal
Juárez se encargó de explicar lo que en muchos puntos de la Argentina es un mito: «El gol de arquero no vale doble». Por supuesto, tampoco vale el «molinete». Y detalló que está regulado el tiempo y la forma de manejar la pelota: «Se hacen dos toques y al tercero ya la podés pasar. No se puede pasar con pelota dominada; la pelota se tiene abajo 15 segundos, 10 en el medio y 15 arriba. Si se pasa de ese tiempo, se llama al árbitro o se cobra un ‘reset’; al tercero se cobra falta, es decir un tiro de arriba, que sería como un penal, porque se retiran todos y queda solamente el arquero y el jugador que va a ‘patear’».
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En los torneos hay un árbitro, que suele ser un jugador de otro equipo que no se encuentre compitiendo, y se encarga de controlar el tiempo, que los jugadores no muevan la mesa ni distraigan a sus adversarios ni cometan infracciones reglamentarias de dominio de la pelota o toques.
El mejor jugador argentino remarcó que en los entrenamientos se trata de mejorar la técnica de pases. «Los damos a 45 kilómetros por hora, prácticamente se clavan en los pies de los futbolistas de la mesa. Y trabajamos mucho la táctica, porque se requiere coordinación para diagramar las jugadas y que coincidan con la secuencia de defensa del adversario, para encontrar ese ‘carril’ que nos permita llegar al arco y meter el gol».
El desafío de ir al Mundial
El certamen, organizado por la Federación Internacional de Soccer de Mesa (ITSF por sus siglas en inglés), convoca a más de 60 países desde 2004. «Argentina participó de los últimos cuatro mundiales: en 2013, 2015, 2017 y 2019. Aunque para este viene complicado el asunto. Como mínimo hay que llevar una delegación de seis jugadores, arriba de eso pueden ir tres suplentes, equipo de mujeres, juniors, seniors. Pero el mínimo son seis y necesitamos pagar los pasajes, básicamente», dijo Juárez.
El mundial será en la ciudad de Nantes, en Francia, entre el 28 de junio y el 3 de julio próximo. «El último campeón es Estados Unidos, que además fue finalista en las últimas cuatro ediciones. Son potencia», señaló.
¿Cómo viene Argentina? «Nosotros, al ser un deporte amateur, la luchamos como tantas otras disciplinas. Por ejemplo: el metegol se juega en cinco mesas diferentes, que son las principales marcas avaladas por la ITSF, y tres de ellas no las tenemos en el país para practicar. Eso influye», agregó, destacando la necesidad del apoyo del Ministerio de Turismo y Deportes.
En ese sentido, Brunetto explicó que «la actividad podría crecer» con una iniciativa por la que la ITSF eligió a la AAJM y otras nueve asociaciones para fomentar la práctica del metegol.
Propone que las empresas donen los metegoles a cambio de beneficios impositivos con el argumento de que el metegol es una actividad que puede ser considerada como un deporte y tiene potencial educativo. «Le da calma a los chicos, les baja la ansiedad, desarrollan otra concentración y otras habilidades», puntualizó.