La nueva vida de Agustín Orion, el ex arquero de Boca que busca con Midland su primer título como dirigente
Es el vicepresidente del club de la localidad de Libertad, en Merlo. Reconocido hincha del Funebrero, integra la comisión directiva con su hermano Sebastián. El trabajo solidario que realiza la institución en el barrio.
Agustín Orion el día del triunfo en las elecciones con el presidente Francis Ribero.
A 25 años de su hasta ahora única incursión en Primera B, Midland -con varios futbolistas de sus divisiones inferiores- busca ante Argentino de Merlo el pase a la tercera categoría del fútbol argentino. Dos hombres conocidos en el ambiente del fútbol, de carácter fuerte y baja exposición, respaldan las ilusiones: uno de ellos es Agustín Orion, quien con su hermano Sebastián está vinculado desde siempre al club y desde este año con funciones dirigenciales.
El Club Atlético Ferrocarril Midland fue fundado el 28 de junio de 1914. Su llegada a la AFA se produjo recién cuatro décadas y media más tarde. Durante esos años funcionó como una entidad social en la que se armaban bailes y se practicaban otros deportes como el tenis o el fútbol en ligas zonales.
Desde que arrancó a competir en torneos de AFA, en 1961, el Funebrero -apodo que deriva de su proximidad con el cementerio local- apenas estuvo nueve temporadas en la tercera categoría del fútbol argentino: ocho en la Primera C (1969-1976, antes de la aparición de la B Nacional) y una en la Primera B, en el campeonato 1996/97. En 2009 logró su tercer título como campeón de la D y desde entonces no desciende.
Midland, en busca del regreso más esperado
El primer semestre lo terminó como campeón del Apertura: ganó nueve partidos, empató siete y perdió dos, lo que le permitió finalizar dos unidades por encima de Excursionistas, al que goleó 4-0 como local en la fecha 4.
Durante el Clausura no tuvo un buen desempeño (13º en la tabla, con 19 puntos en 18 fechas). Esa baja cosecha lo dejó en mitad de la tabla anual, pero la conquista del certamen anterior le otorgó el derecho a acceder a las semifinales por el único ascenso. Allí venció 4-1 a Claypole con tres tantos de su goleador Damián Salvatierra, un histórico del ascenso, veterano de 35 años que sobresale en una formación con varios juveniles.
Las finales comenzarán este domingo en Libertad y enfrente estará uno de sus clásicos, Argentino de Merlo, con el que mantiene una gran paridad en el historial (11 triunfos, 10 empates y 10 derrotas, con leve ventaja para el Funebrero. La vuelta será en Merlo, ya que la Academia del Oeste finalizó con más puntos en el acumulado.
La participación de Agustín Orion
Luego del retiro en Chile, bajo los palos de Colo Colo, Agustín Ignacio Orion volvió al país para dedicarle más tiempo a la familia. Otro proyecto estaba relacionado con el club de sus amores: junto a su hermano Sebastián, forman parte de la comisión directiva de Midland, tras haber ganado las elecciones en abril con un 72% de los votos con la lista que llevó como candidato a presidente a Francis Ribero.
Pese a que Agustín nunca quiso terminar su carrera en el arco de Libertad, sí ayudó desde la gestión y más ahora desde el cargo de vicepresidente 1º (su hermano es el vice 2º). Si bien los logros deportivos son fundamentales, también apuntan a mejorar la infraestructura (se está construyendo una platea para 1700 personas sentadas) y a la cuestión social, intentando abrir aún más el club para que mayor cantidad de gente se acerque a hacerlo crecer.
Cuando Agustín estaba en el tramo final de su carrera, en Colo Colo de Chile, Sebastián intervino en un escándalo que lo llevó a estar dos días preso: en medio de un partido contra Luján fue protagonista de una pelea y, al haber infringido la Ley del Deporte, fue uno de los dirigentes -era en ese entonces el presidente de la Subcomisión de Fútbol de Midland- que estuvieron encarcelados durante 48 horas.
Agustín Orion había construido antes una prolífica carrera como arquero. Surgido de las divisiones inferiores de San Lorenzo, en el club de Boedo debutó en 2003 y conquistó un título (el Apertura 2007). Pasó por Estudiantes de La Plata y dio el gran salto en 2011, cuando fue contratado por Boca Juniors. En el Xeneize obtuvo cuatro coronas, pero se fue envuelto en polémicas. Tras una breve estadía en Racing, encontró en Colo Colo de Chile la última estación de su trayectoria, donde finalmente se retiró.
La historia de su récord sudamericano
A fines de los años 80, Midland se metió en los libros del fútbol argentino. En febrero de 1988 perdió 1-0 como local ante Puerto Italiano, por la trigésimo sexta fecha del torneo de Primera D. A partir de ahí, comenzó a lograr tan buenos resultados que culminó la temporada 1988/89 de manera invicta, lo que le permitió ascender a la Primera C por segunda vez.
La racha se prolongó: de las primeras 10 fechas en su nueva categoría, ganó siete y empató tres. En septiembre del 89, tras poco más de un año y medio, fue Sarmiento el que interrumpió ese invicto: en total llegaron a ser 50 partidos (34 triunfos y 16 pardas). Aquel equipo terminaría perdiendo en semis del reducido en busca del segundo ascenso.
Con esta proeza, se convirtió en el equipo de Sudamérica con mayor cantidad de partidos consecutivos sin conocer la derrota en el profesionalismo. Peñarol de Montevideo llegó a 56 partidos por el campeonato uruguayo, aunque en el medio de esa seguidilla perdió por la Copa Libertadores.
El rol social de la entidad en Libertad
Durante la pandemia provocada por el Covid-19 y fundamentalmente en la etapa más restrictiva de la cuarentena, el club fue uno de los tantos que colaboraron con la gente que más lo necesitaba. Desde Midland Solidario se dedicaron a recolectar artículos de limpieza, abrigo, alimentos no perecederos y a realizar ollas populares.
La colaboración no se restringió solamente en el largo período del aislamiento preventivo y obligatorio. Midland Solidario sigue con sus iniciativas de ayuda a la gente: entre distintas campañas, se han preparado meriendas, juntado juguetes para la Navidad y útiles escolares para el comienzo de las clases.
No todo pasa por la pelotita, al margen de que esa constituya la máxima preocupación por estas horas.
