Carina Vitulano, árbitro top de Europa: es italiana pero nació en Argentina y tiene un fuerte vínculo con Temperley
Es hija de un delantero que debutó a los 16 años en el Gasolero de Lomas de Zamora. Es una de las máximas representantes en el arbitraje de la UEFA, la forma en que le siguió los pasos a su padre.
Argentina es una tierra de inmigrantes: Carina Vitulano, como muchas, puede dar fe de eso. Si bien hoy lo normal es que grandes futbolistas surjan en nuestro país, sueñen con una transferencia al exterior y en algún momento, si lo permiten sus condiciones, peguen el salto a Europa, en este caso sucedió al revés. Es una de las mejores árbitros de Europa y tiene una increíble relación con el club Temperley.
Fue Miguel Vitulano, padre de familia, quien llegó a estas tierras para ser futbolista. Su pasión y su habilidad por el deporte se trasladaron a la siguiente generación: su hija Carina es hoy una de las juezas femeninas más importantes del ámbito internacional.
El camino que Miguel Vitulano empezó en Temperley
El padre de Carina nació en Manfredonia, una localidad italiana en la provincia de Foggia que cuenta con alrededor de 60.000 habitantes. Como tantos de sus paisanos, la familia Vitulano decidió que emigrar hacia Argentina era una opción de progreso y Miguel, nacido el 7 de diciembre de 1951, arribó a nuestro país con apenas diez años de edad.
En Argentina abrazó una de las pasiones que nos une con los italianos: el fútbol. Radicado en la zona sur del Gran Buenos Aires, encontró en Temperley su hogar, y debutó en 1967 con apenas 16 años en Primera.
Delantero, potente, capaz de moverse por todo el frente de ataque. En el Celeste se hizo una pieza importante. En seis años disputó más de 100 partidos y convirtió 40 goles entre 1967 y 1973.
Sin embargo, la tierra natal lo llamó: Miguel volvió a Italia para seguir su carrera como futbolista. Con su hija Carina a cuestas, retornó a sus pagos y jugó en el Peruggia, la Salernitana y en el Livorno. En este último club también se convirtió en ídolo de la hinchada: jugó 115 partidos y anotó 30 goles, para ganarse el apodo de Sandokán por su fiereza dentro del área.
Carina Vitulano, una pionera
Carina, entonces, hizo el camino contrario a su padre: a los diez años se fue de Buenos Aires para arribar a Italia. De su padre copió la pasión por el fútbol, aunque no la llevó al verde césped: «Nunca jugué porque en aquella época apenas había unos pocos equipos femeninos. Pero estando en el Instituto todos los de la clase decidimos apuntarnos a un curso de arbitraje y sólo yo seguí», contó tiempo después. Así conoció al referato, su verdadera vocación.
Si bien Carina estudió Ingeniería civil y hasta trabajó para empresas del gremio, comenzó a dirigir partidos desde muy joven: a los 17 años participaba como jueza en torneos amateurs. En 2005, tras más de una década en el rubro, dio un gran salto y con el aval de sus performances destacadas en ligas italianas, sobre todo las de mujeres, la FIFA le designó como árbitra internacional para partidos entre selecciones.
Entre sus grandes logros figuran el haber dirigido la final de tres campeonatos femeninos: Mundial Sub 17 de 2012, Europeo de 2013 y Mundial de 2015. Y con el crecimiento del fútbol de las chicas, por supuesto, también aumentaron las posibilidades para Carina Vitulano: es una de las fijas en la Champions League de mujeres, arbitrando los cruces entre los clubes más importantes del Viejo Continente.
El referato femenino en la actualidad
Como en muchos otros ámbitos, potenciado todavía más por la predominancia de la disciplina masculina, el arbitraje femenino es fuerte motivo de controversias y polémicas por las diferencias de género que presenta. Carina Vitulano, una de las referentes en la materia por su condición de pionera, muchas veces se ha manifestado en pos de la igualdad de géneros en la profesión.
Con el foco dirigido a la disparidad salarial, Carina supo advertir lo siguiente: “Cuando algún hombre se mete conmigo y cuestiona mi nivel, le digo que gano apenas 47 euros por partido. Está claro que esto no lo hago por el dinero, sino porque me gusta”.
El camino de las árbitras en el fútbol mundial recién empieza y Carina Vitulano lo sabe: “El fútbol aún no se encuentra listo para nuestra llegada… En Italia sigue habiendo una escasa cantidad de mujeres árbitro y es difícil de aceptar todavía por el público del deporte y la sociedad en general. Nuestra máxima victoria será la aceptación”, explicó.
Con Carina al frente, el camino parece más despejado para las miles de mujeres que vienen detrás.