El arquero que nació en los Balcanes, jugó en Quilmes y protagonizó el mayor blooper en el Mundial de Qatar 2022
Milan Borjan es un nombre familiar para los hinchas del Cervecero: fue suplente de Marcelo Pontiroli en el Ascenso. También se había probado en Boca y en River. En la Copa del Mundo le regaló un gol a Marruecos.
Milan Borjan es un nombre familiar en Quilmes. Difícilmente pase inadvertido, porque este arquero de 35 años mide 1,95 metro y sobresale por su porte. Fue el titular de la selección de Canadá en el Mundial de Qatar 2022, de la que se fue con la temprana eliminación de su equipo en el Grupo F que compartió con Marruecos, Bélgica y Croacia. Y su pronto regreso se dio en un marco llamativo, porque fue protagonista del blooper más fuerte que se vio hasta ahora en la Copa del Mundo, cuando le regaló un gol a un rival.
El seleccionado canadiense no sumó puntos, perdió los tres partidos que jugó, apenas convirtió dos goles y sufrió siete. Tenía como figura a Alphonso Davies, el lateral izquierdo del Bayern Munich, y como arquero a Borjan. En el último encuentro, que ya jugaron eliminados, el guardameta quiso salir jugando lejos de su arco y no hizo más que regalarle la pelota al delantero marroquí Hakim Ziyech, quien a los cuatro minutos del primer tiempo puso el 1-0 de un juego que terminó 2-1 para los africanos.
El croata que juega para Canadá
Milan Borjan nació en 1987 en Knin, una de las ciudades más azotadas por las guerras que desintegraron a Yugoslavia. Knin supo ser capital del reino croata y se transformó hacia 1991 en la capital no reconocida de la República Serbia de Krajina. La resistencia serbia dentro del territorio croata duró hasta 1995.
Mientras la ciudad sufría muertes y destrozos, Bosko Borjan y su esposa Mirjana -de origen serbio- decidieron refugiarse en Belgrado, donde el niño Milan comenzó a enamorarse del fútbol y decidió ser arquero al igual que su papá. A comienzos de la década del 2000, la familia eligió buscar nuevos rumbos y recaló en Ontario, Canadá.
El primer club de Borjan fue Mount Hamilton, el equipo de la ciudad. Escaló tan rápido en las inferiores que empezó a ser considerado para la selección nacional y, pese a tener las posibilidades de jugar para Serbia o Croacia, Borjan se nacionalizó canadiense y eligió hacerlo para la selección norteamericana, una manera de devolverle un poco de todo lo que el país le había brindado a su familia.
La aventura de Borjan en Quilmes
El fútbol canadiense tenía un techo bajo para Milan Borjan. Cuando cumplió 17 años, el arquero políglota (además de la lengua materna, habla español, inglés, francés y búlgaro) viajó a la Argentina para probar suerte en Boca Juniors. A pesar de su entusiasmo y dedicación, Borjan no logró hacerse un lugar en el club de La Ribera.
Su traspié lo hizo cruzar el charco y llegó a Nacional de Montevideo. Allí sí quedó pero no vio minutos y, tras la finalización de la temporada, volvió a Buenos Aires para medir sus cualidades en el otro gigante del fútbol argentino. River Plate le abrió las puertas pero se las cerró enseguida: al igual que lo que le había pasado en el Xeneize, Borjan no superó la prueba en el Millonario.
Su última (y más larga) estadía en el fútbol argentino sucedió en Quilmes, que había descendido y disputaba la temporada 2007/08 en la Primera B Nacional. Borjan se ganó su lugar e integró el plantel superior. Sin embargo, el titular Marcelo Pontiroli -en su segunda etapa en la institución- nunca faltó y Borjan dejó nuestro país sin poder debutar de manera oficial.
En aquel tiempo, Quilmes era dirigido por Alberto Fanesi. Terminó quinto en el campeonato que ganó San Martín de Tucumán y que tuvo a Godoy Cruz como el segundo en lograr el ascenso directo a Primera. “Fueron tiempos muy lindos, sigo en contacto con compañeros de aquel equipo. Me llevé un gran recuerdo de mi paso por la Argentina”, contó Borjan durante su paso por Qatar 2022.
El regreso a sus tierras
Borjan, en 2009, fue a jugar al FK Rad Belgrano. Allí duró un par de años. Durante casi una década deambuló por siete clubes, en cinco países diferentes, en los que aprovechó también para sumar algunos conocimientos de los idiomas turco, rumano y polaco. Con el Ludogorets ganó dos veces la liga búlgara. Su gran pase fue en 2017: llegó al Estrella Roja de Belgrado, uno de los más populares y reconocidos del Este europeo.
A partir de su segunda temporada comenzó a ganar la Superliga serbia y no paró más: el Zvezda (significa Estrella en serbio, búlgaro y otros idiomas) es el actual pentacampeón. Borjan es el capitán de un equipo que durante estos años ha jugado Europa League y Champions League. Además, se ha convertido en el arquero con más presencias en la historia del club.
Un sueño cumplido en Qatar 2022
Borjan siempre tuvo la ilusión de jugar un Mundial y, aunque haya optado por un camino difícil, pudo cumplir ese objetivo con la nación que lo adoptó. Canadá fue la sensación de las Eliminatorias de la Concacaf y durante algunas jornadas puso en jaque a México y Estados Unidos, los dos grandes de la confederación regional.
Canadá aseguró su pase al Mundial de Qatar el 27 de marzo de este año y, aun perdiendo en la última fecha, concluyó primero. Le tocó un grupo complicado, pero en su debut hizo temblar a Bélgica. Tuvo la chance de convertir su primer gol en la Copa del Mundo. Lo impidió Thibaut Courtois al atajarle un penal a Alphonso Davies, figura de los norteamericanos.
El partido más bravo para Borjan fue cuando le tocó enfrentar a Croacia: recibió muchos silbidos por parte de la hinchada rival y además tuvo que ir a buscarla cuatro veces al fondo del arco. Canadá se retiró de Qatar con otra derrota, pero dejó algunas buenas sensaciones en su segunda intervención mundialista. Y Milan Borjan logró concretar el sueño de aquel pibe que huyó de una guerra y pasó por Quilmes.