Comer panchos doble sin tener que cortar el pan: un invento que se patentó en Villa Adelina y es furor
Jonathan Atilio Cacciapuoti (28) creó la idea y algo clave para concretarla: el “pan con canaleta”, para no usar cuchillo. La iniciativa es furor en las redes y podría cruzar las fronteras, ya que hay planes de llegar a Chile y Uruguay.
Jonathan Atilio Cacciapuoti (28) es quien inventó el primer “pancho doble”, para lo cual también creó algo fundamental: el “pan con canaleta”. La idea se le ocurrió hace ocho años a la salida de un boliche, al ver la dificultad que tenían sus amigos para cortar el pan en una panchería. Tiempo después la patentó y hace poco el emprendedor de Villa Adelina contó todo en un video que rápidamente se viralizó en Twitter. Los elogios hacia él comenzaron a multiplicarse y a partir de ahí la iniciativa se volvió un verdadero furor en las redes sociales. Ya hay planes para que la marca llegue a otros países de Latinoamérica.
“Fabricamos panes para panchos dobles y con canaletas, para que no tengas que usar el cuchillo a la hora de abrir el pan”, le explicó Cacciapuoti a Zonales. El muchacho vislumbró una oportunidad de negocio en una situación cotidiana. “Se me ocurrió simplemente porque quería comer un pancho, pero con dos salchichas”, resumió con sencillez.
Su emprendimiento, bautizado Choolf, tiene su fábrica en Villa Adelina («en la parte de San Isidro», aclaró, ya que la localidad también pertenece al municipio de Vicente López), una cuenta en Instagram con más de 15.000 seguidores y hace tres años ganó el tercer lugar en el concurso BA Joven del Gobierno de la Ciudad, que premia los proyectos de jóvenes talentos.
El proceso del invento de Villa Adelina
Como también relató en el video publicado, su ocurrencia “quedó flotando” y “tardó un tiempo” en concretarse y ser patentada. Y además de aquella noche en la que fue en busca de un pancho que todavía no existía, hubo otro episodio particular que motivó lo que hoy puede considerarse una iniciativa exitosa.
“En el último Lollapalooza que se hizo antes de la pandemia estuve vendiendo panchos como empleado, y había cuatro personas que estaban destinadas solo a cortar los panes. Los chicos se cansaban, se rompían los panes, se cortaban la mano. Entonces dije: ‘Este pan tiene que venir ya abierto’. Ahí surgió la idea fundamental, que fue el pan de superpancho con canaleta, para no usar el cuchillo”, recordó.
Cacciapuoti explicó que como el proceso para poder comercializar su invento fue “de a poco”, en el primer tiempo vendió combos a domicilio para poder comenzar a generar una clientela. “En ese lapso seguí haciendo diferentes trabajos. Y paralelamente empecé a vender combos de seis panes de panchos dobles con sus salchichas, papas pai y queso cheddar. Pero era siempre algo muy chico, tenía pocos clientes. Recién hace tres meses que vivo solo de esto”, detalló.
El orgullo por crear los panchos doble
El flamante emprendedor también describió el paso a paso de la elaboración, desde que el producto comienza a prepararse hasta que sale del horno. “Todo arranca en la amasadora y una receta propia. Después de ahí se pasa a la sobadora, se estiran los paños, se cortan y se montan en los moldes. Va a la fermentadora, aproximadamente una hora, y luego de ahí va a la parte de cocción en el horno, que son nueve minutos”, describió con precisión.
Cacciapuoti se mostró feliz por su invento. “Para mí es un orgullo tener todo esto, que estén comiendo una idea mía. Prestando atención en las cosas cotidianas se puede llegar a mejorar algo para poder desarrollar una idea”, explicó quien antes de este boom trabajó absolutamente «de todo», como por ejemplo «repartiendo comida o colocando membranas».
El video ya tiene más de 800.000 reproducciones en Twitter, donde recibió muchas palabras elogiosas. “Suspendamos todo porque no hay manera de superarlo. Es el mejor argentino vivo”, dijo uno de los usuarios de la red social, en un posteo muy retuiteado y que contribuyó a que el caso de Choolf se volviera un fenómeno viral.
“En palabras muy simples y llanas, explica el ADN del proceso de desarrollo de un nuevo producto en base a una necesidad insatisfecha (un insight) y lo lleva a la vida real con una simpleza asombrosa”, se puede leer en otro comentario. Con respecto a esas felicitaciones, Cacciapuoti dijo: «Fue increíble. La verdad es que las reacciones y todo lo que pasó eran algo que no me esperaba».
Precisamente entre las cosas que más lo sorprendieron fue recibir un mensaje de una asesora de imagen que le ofrecía sus servicios. «A mí eso no me interesa», expresó. Y contó que «otras cosas que nos llegaron fueron propuestas para internacionalizar la marca». Sobre el particular, dijo que «es una posibilidad. Hay chances de que Choolf llegue a países como Uruguay y Chile. Nosotros les alquilaríamos la patente y les venderíamos los moldes». Así, una idea sencilla, nacida en el Conurbano, podría en breve cruzar las fronteras.