Así está Juan Ramón Fleita: de hacer el gol más espectacular que sufrió Chilavert a ganarle al cáncer
El Lagarto es protagonista de una historia de resiliencia. Hace 32 años escribió una página notable con una chilena contra el arquero paraguayo. Sigue relacionado con Racing, el club que lo mantiene como un emblema.

El festejo de Juan Ramón Fleita en el alambrado del José Amalfitani.
“Cualquier cosa me encuentran acá en el Tita Mattiussi”, dice Juan Ramón Fleita desde el Predio donde coordina a las divisiones infantiles de Racing Club. El hombre agradece la llamada que le sirve para rememorar, como en todos los noviembres desde 1993, su jornada más gloriosa en una cancha de fútbol: el 2-0 a Vélez en Liniers con un gol suyo -un golazo- que ningún hincha de La Academia mayor de 40 años puede olvidar.
“Ya vi unas cuantas publicaciones en las redes sociales donde me etiquetaron con imágenes de la chilena. Ojo: hice algunos otros goles en Primera. Jajaja… Y hubo uno de tijera contra Independiente por la Copa Centenario, también en el 93, que para mí fue más lindo”, agrega con modestia, permitiéndose una sonrisa el nacido en Las Toscas, al norte de Santa Fe, y criado entre Isla Maciel y La Boca, en medio de privaciones.
El golazo de Fleita a Chilavert
El 21/11/93, por la décima fecha del Apertura, Alejandro Eliseo Allegue había puesto en ventaja a los dirigidos por Carlos Babington, pero aquel Vélez de Carlos Bianchi -consagrado campeón cinco meses antes- no iba a rendirse así nomás. Empezó a arrinconar a los de Avellaneda, hasta que un veloz contraataque y una mágica definición sentenciaron la historia de aquel partido.
“La cancha estaba muy mala porque en los días anteriores había habido unos recitales de Luis Miguel. La pelota le llegó al Piojo López, encaró por izquierda y, antes de que lo encerraran, se la tocó a Dalla Líbera. El Loco mandó un centro alto. No me caía nunca. En ese momento me di cuenta de que iba a ser difícil dominarla y entonces, cuando todavía estaba arriba, decidí tirar la chilena”, relata Fleita con una precisión corroborada por el video.

“Detrás de ese arco se ubicaba la hinchada de Racing. Fue algo espectacular: yo caí de espaldas y escuché el grito de gol de menor a mayor. Giré la cabeza, vi que entraba junto al palo derecho de Chilavert y fui a festejarlo con toda la gente. Me agarró una locura tremenda. No pude pasar para el otro lado porque había alambre de púa”, se conmueve aún el Lagarto.
“Que todavía me tengan presente es un orgullo. Y no solo los de Racing. Los de otros clubes también me saludan cuando me reconocen. Lo siento como un privilegio”, agrega Juan Ramón, 53 años cumplidos en junio pasado.
La carrera de Juan Ramón Fleita
El Lagarto Fleita, un delantero rápido y valiente, debutó en Primera en 1991, promovido por Roberto Alfredo Perfumo. Fue en un 0-0 contra Chaco For Ever, en Resistencia. Dos semanas después, ante Rosario Central en Arroyito, pegó el primer grito.
La Academia estuvo cerca del título aquel año, también en 1993 y nuevamente en 1995, ya con Miguel Ángel Brindisi, uno de los técnicos que más valora, al mando del plantel. No se produjo esa ansiada vuelta olímpica y Fleita terminó emigrando: San Lorenzo, Toros Neza en México y el regreso al país para ponerse la camiseta de Huracán.
Estaba en Parque de los Patricios cuando en 2003 le detectaron un linfoma. El Lagarto fue diagnosticado con el Mal de Hodgkin -un tipo de cáncer que se forma en el sistema linfático- cuando aún jugaba al fútbol en 2003. Se curó y hoy alerta sobre la detección temprana de los tumores.

Fue la etapa más difícil, casi como aquella infancia tan sufrida. La peleó, como toda la vida, se recuperó y pudo continuar jugando al fútbol, su pasión. Anduvo por Paraguay, Venezuela, Bolivia… Terminó en Guatemala.
Una vez colgados los botines, se volcó a la dirección técnica en categorías formativas e incluso compartió un interinato junto a Claudio Úbeda. Siempre en Racing, ese lugar donde no se cansan de ver las repeticiones desde todos los ángulos de aquel imborrable golazo de chilena.







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