El milagro de Damián Di Bella: sobrevivió a 17 balazos en un ataque de celos, quedó parapléjico y ahora estudia para ser profesor
En abril de 2021, el joven de Merlo fue atacado por el novio de una mujer en medio de un ataque de celos. Lo salvaron en el Hospital Eva Perón y ahora está dispuesto a empezar una nueva vida. Una historia de resiliencia y coraje.
Damián Di Bella hoy, luego de haber protagonizado un milagro, junto a su mama Lorena. Ambos estudian en la Universidad de Hurlingham.
Con el último hilo de lucidez que le quedaba antes de perder el conocimiento, aquella noche del 17 de abril de 2021 en el Barrio Matera de Merlo, Damián Di Bella pensó ese balazo que le había atravesado la nuca era su sentencia de muerte. Luego se desmayó. Nunca se enteró hasta mucho tiempo después que había sobrevivido a 17 disparos en un ataque de celos y que sería protagonista de un milagro. Un milagro de la fe y también de la ciencia.
Por entonces Damián era empleado en un bar de Palermo. Ese día recibió un disparo en la cabeza mientras manejaba su auto, un VW Gol. Nicolás Jaime, un tatuador de la zona de 22 años y novio de una amiga suya, le tiró seis veces con una 9mm desde su moto, lo persiguió varias cuadras y finalmente intentó ejecutarlo de otros 11 balazos en la intersección de las calles Belén y Daguerre.
Claudio Oviedo, titular de la UFI N° 5 y fiscal de la causa, rápidamente determinó que había sido un ataque por celos: ocurrió minutos antes de que Micaela, la novia de Jaime, se encontrara con Di Bella para una salida de amigos. Pocos días después, Jaime se entregó, fue enjuiciado y condenado a 9 años de prisión. Aceptó su culpabilidad en el hecho y pactó la pena con el fiscal Patricio Pagani, que luego fue rubricada por el juez Marcos Lisa, del Tribunal Oral Criminal Nº 5 de Morón.
Pero el hilo de esta historia siguió por el lado de Di Bella. Cuando llegó de urgencia al Hospital Eva Perón, además de los protocolos del Triage y el Covid, empezó a activarse el milagro. Estaba moribundo. «Le tuvieron que extraer el 50% de la médula», afirmó su madre, Lorena Gervasi.
«Mi hijo trabajó desde los 15 años para poder ayudar a mantener a sus dos hermanas menores porque su papá murió cuando ellos eran chicos. En la pandemia había montado un servicio de entrega de pizzas y milanesas a domicilio. Y como no le fue bien, después consiguió ese trabajo en el bar de Palermo. Estaba feliz», destacó Gervasi.
En ese hospital le extrajeron ese proyectil y permaneció en terapia intensiva durante varias semanas hasta su alta médica. En ese momento inició el tratamiento en el Instituto de Rehabilitación Psicofísica (IREP) del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Quedó cuadripléjico: perdió totalmente la movilidad del lado izquierdo de su cuerpo y apenas mueve algo del derecho.
Damián Di Bella y su vida hoy
Hoy, a casi tres años y medio del ataque, Di Bella habló con Primer Plano On Line y contó cómo fuie el proceso de volver a la vida. «Para mí es poquito, porque a mí me cambió mucho y él en nueve años, ya dentro de poco, sale«, reflexionó el joven de 27 años respecto de la condena recibida por Jaime.
Sobre los motivos del ataque mantiene certezas y algunas dudas: «Fue por celos. Eso es lo que ella me decía. Me citó ella con el celular, me fui para allá a buscarla para ir a una joda que teníamos con amigos en común, y me lo encontré a él. Pienso que fue una trampa de él con el celular de ella aunque no estoy seguro: capaz que ella tuvo algo que ver», manifestó.
Actualmente, Damián y su mamá Lorena están estudiando el Profesorado de Biología en la Universidad Nacional de Hurlingham (UNAHUR). «Ya que con tu cuerpo no vas a poder trabajar vas a tener que trabajar con tu cabeza» cuenta que le dijo ella a su hija, en una de las charlas que mantuvieron entre tanta rehabilitación. Eso lo motivó a arrancar una carrera que le gusta.
Además, va al gimnasio de un amigo y sigue su tratamiento en el IREP, donde recibe dos veces a la semana inyecciones de botox y ahora está por incorporar un elemento ortopédico a su pie para apoyar mejor. «Todo es diferente. Aparte es justo cuando pegas la madurez, viste, o el viejazo, ja», cuenta Damián, quien pese a todo sigue con las mismas ganas de luchar que tenía cuando esos 17 balazos cambiaron su vida para siempre.
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