Retoman las obras de la ampliación de la cárcel de Marcos Paz para trasladar allí el histórico penal de Villa Devoto, en CABA
El gobierno porteño llamó a licitación para continuar los trabajos frenados en 2020. La idea es trasladar a los detenidos de la última cárcel que queda en Capital Federal y también liberar sus comisarías colapsadas.
El reinicio de las obras de ampliación de la cárcel de Marcos Paz tomó forma en las últimas horas luego de que el Gobierno Porteño llamara a licitación los trabajos. La idea es llevar allí a los detenidos de la cárcel de Devoto para poder cerrarla, como se reclama desde hace años. Además, serviría para solucionar un tema más sensible: desagotar las comisarías porteñas, siempre atestadas de presos.
El proyecto para mudar la cárcel de Devoto data de 2018, cuando el entonces presidente Mauricio Macri formalizó la construcción de una nueva unidad penitenciaria en Marcos Paz. Sin embargo, las obras avanzaron lentamente debido a los desencuentros entre la Nación y la Ciudad.
En mayo pasado, en lo que fue un gesto de distensión política, el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, y la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, presentaron un plan conjunto para descomprimir las comisarías de Capital Federal, avanzando así en el histórico proyecto de trasladar la cárcel de Devoto al Complejo Penitenciario Federal II, en Acceso Zabala, Circunvalación 3, Parcela 191, de esa localidad del oeste del GBA.
El traslado de presos de la cárcel de Devoto a Marcos Paz
Hasta ahora aquella concordancia no había avanzado, pero el llamado a licitación parece haber destrabado las cosas.
El llamado a licitación N° 45 del Ministerio de Infraestructura fue publicado esta semana en el Boletín Oficial y plantea que la apertura de los sobres con las ofertas será el 8 de noviembre, según informó el diario Clarín. La idea es arrancar la obra en enero y terminarla en diciembre del año que viene, impulsada por una inversión de la Ciudad que rondaría los US$ 70.000.000.
Se trata de un terreno de 120 hectáreas donde levantarían cuatro módulos. En total, alojaría a 2.240 presos (hoy en Devoto hay 1.800 reclusos). El establecimiento fue habilitado en 1999 y responde a la concepción de complejo, con un sector administrativo central, cinco módulos de alojamiento independientes que poseen celdas individuales, salón de usos múltiples, área de deportes, aulas de estudio, biblioteca y naves para talleres industriales de aprendizaje de oficios.
En este contexto, la Ciudad financiará lo que reste terminar, mientras que la Nación se ocupará del predio del barrio porteño y cederá esos terrenos al Gobierno de Jorge Macri.
En el medio, apareció Javier Milei, quien anunció en marzo su plan para vender los terrenos de la cárcel capitalina, una iniciativa largamente esperada por los vecinos del barrio, quienes reclaman desde hace años el traslado del penal por la inseguridad y degradación que genera. «Las cárceles no deben estar en el corazón de las ciudades. Debemos vender estos terrenos ociosos y construir cárceles privadas en las afueras», dijo entonces el presidente.
Una vez liberado Devoto, el proyecto consistía en demoler la histórica cárcel e integrar sus 46.380 metros cuadrados de superficie al barrio: el 35% se subastaría para inversiones inmobiliarias privadas y el 65% se destinaría a aperturas de calles y la instalación de veredas y espacios verdes.
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